Atención, emprendedores e inversores: nace A Cañada Delic Experience, que se presenta como «la única franquicia de la sidra y alta cocina del norte». Los dos primeros establecimientos franquiciados se abrirán en otoño en Madrid, y en 2017 prevé llegar hasta un máximo de 22 sidrerías.

Escanciadores eléctricos en la sidrería A Cañada Delic
Los comensales escancian la sidra en la misma mesa a través de escanciadores eléctricos portátiles

A Cañada Delic Experience abrirá sus dos nuevas sidrerías franquicidas en Madrid: en la Plaza Salvador de Leganés (en septiembre) y en la Avenida de la Constitución de Móstoles, en octubre, según confirmaba el gerente de la cadena, César Román, durante la presentación de la nueva enseña, celebrada en el centro de negocios Melior Diego de León de Madrid.
Los dos nuevos locales se unirán a la sidrería original situada en la calle Alonso del Barco, en el madrileño barrio de Embajadores.
A Cañada Delic Experience nace para crecer: este año su plan de expansión prevé aperturas en los centros urbanos de Alcorcón, Getafe y Fuenlabrada, entre otros municipios del sur de Madrid con más de 100.000 habitantes. En 2017 la franquicia se extenderá a capitales de provincia, con un máximo de 22 delegaciones.
Una inversión de 180.000 euros
El coste medio de apertura de cada franquicia A Cañada Delic está en torno a los 180.000€, para locales con un mínimo de 120 m2. Cada sucursal supone la creación una media de ocho puestos de trabajo.
Banco Sabadell financia el coste de apertura de cada sidrería: todos los franquiciados dispondrán de un paquete de financiación «llave en mano” a través de esta entidad bancaria colaboradora. “Financiamos el cien por cien de la operación, desde el canon de entrada hasta las mercaderías, los seguros, el alquiler y la inversión inicial en obra, maquinaria e instalación”, explica Federico Suárez, director de Zona de Banco Sabadell en Madrid.
César Román, chef  y gerente de A Cañada Delic Experience; interior de sidrería, y la sidra propia La Penúltima
César Román, chef y gerente de A Cañada Delic Experience; interior de sidrería, y la sidra propia La Penúltima

Alta rentabilidad
Una inversión que, en todo caso, se traducirá en una alta rentabilidad. Así, según su cuenta de explotación, «desde el primer año cada franquiciado obtendrá unos beneficios anuales de 159.000€«, aseguran los responsables de la franquicia.
Una de las características de esta franquicia es que no cobra un canon fijo mensual sobre la facturación de sus franquiciados, sino un 30% de su beneficio operativo trimestral. “Así reforzamos el compromiso entre la franquicia y el franquiciado”, señala César Román. “Nuestro beneficio está en su éxito”.

Una de las características de esta franquicia es que no cobra un canon fijo mensual sobre la facturación de sus franquiciados, sino un 30% de su beneficio operativo trimestral

Además, todas las compras e inventarios se centralizan a través de un sistema informático de pedido diario contra rotura de stock que evita gastos innecesarios al franquiciado.
La oferta gastronómica: sidra propia y platos cantábricos
A Cañada Delic Experience ofrece en sus locales su sidra propia, «La Penúltima», elaborada con manzanos de pequeños productores de la Cuenca Minera Asturiana, y también sirve sidras gallegas y vascas. Los comensales escancian la sidra en su mesa a través de unos modernos escanciadores eléctricos portátiles. 
“La sidra es una bebida con cada vez más aceptación entre el público joven”, señala César Román, sobre todo al unir una imagen fresca y moderna con unas saludables cualidades naturales. “Presenta una mayor tendencia de consumo que el vino y la cerveza”, añade.

Platos tradicionales del norte en A Cañada Delic Experience
Platos tradicionales del norte en A Cañada Delic Experience

La carta cuenta con más de 100 platos de la cornisa cantábrica, como habitas finas salteadas con cecina de angus y pasas de Corinto, pisto navarro con jamón de pato y escarcha de queso Idiazábal… y no faltan cazuelas tradicionales como la fabada asturiana, los chorizos a la sidra, las pochas con perdiz y la fabada o la olla ferroviaria de alubias rojas… También prepara el pulpo A’Rella, según la añeja tradición de las aldeas lucenses: tras cocerse en su mismo jugo, se acaba de cocinar en un gran plato caliente.
Al tratarse de una sidrería asturiana no podía fatal una selección de 15 cachopos de ternera, la mayor carta de este plato en la Comunidad de Madrid. Se sirven sobre tabla de madera, acompañados de ensalada, pimientos del piquillo de Lodosa braseados y dos salsas. Y para los que se queden con hambre está la ‘hamburguesote del chavalote’: un kilo de carne de buey vasco.
La franquicia centraliza su sistema de reservas telefónicas a través de El Tenedor. Las reservas se atienden los 365 días del año y los datos se transmiten a cada local en tiempo real.
Nacida en 1890 como humilde casa de comidas en una aldea del valle orensano de Valdeorras, A Cañada llegó a la calle Alonso del Barco del madrileño barrio de Embajadores en los años 60. En 2013 César Román la refundó como sidrería vasco-asturiana, especializada en gastronomía de toda la Cornisa Cantábrica, hasta convertirse en «la primera sidrería de alta cocina de Madrid».
126 años después, la propuesta gourmet de A Cañada Delic Experience está en pleno crecimiento, basándose en una gastronomía eficiente, de gran relación calidad precio.
¿Interesado en esta franquicia? Contacta en hola@nulldelicexperience.com