Domènec Biosca, presidente de la Asociación de Expertos y de Dirección de Empresas Turísticas
Domènec Biosca, presidente de la Asociación de Expertos y de Dirección de Empresas Turísticas
En el mundo empresarial los llaneros solitarios ya no tienen papeles que representar, gracias a las muchas y variadas variables que, en un mercado con un exceso de oferta galopante y súper mediático (gracias a las redes sociales y a las nuevas tecnologías de reserva y opinión), han dotado a los clientes de un altavoz a tiempo real que les permite influir, provocando el cambio de los deseos de los consumidores.

Si de verdad deseamos seguir teniendo éxito con los clientes, ahora nos toca saber que los factores que ayer nos proporcionaron éxitos hoy ya no nos son útiles.
La alternativa al individualismo de ayer más o menos brillante es el trabajo en equipo, aunque éste a diferencia de aquel (que por condiciones naturales puede ser eficaz), necesita de nuevos ingredientes para conseguir el equipo ideal.
Para ayudar a todos aquellos directivos y jefes que deseen trabajar con sus colaboradores en equipo con eficacia y armonía les propongo que reflexionen sobre los diez ingredientes del éxito de un equipo:
1º.- Deben compartirse los objetivos tanto si son generales de la empresa, del equipo o individuales, y éstos deben ser compatibles entre sí, para evitar el departamentalismo y las habituales contradicciones. “Los departamentos pueden actuar como aduanas con aduaneros”.
2º.- Los estilos de dirigir de cada miembro del equipo deber ser compatibles para facilitar su cohesión, evitando los rumores de unos contra los otros. “La cohesión existe, o es un chiste”.
3º.- La comunicación dentro del equipo, tanto en su organización como en su estilo, debe pactarse y cumplir lo pactado. Sin comunicación eficaz no hay información, ni coordinación, ni lógicamente equipo. “Sin comunicación hay desinformación”.

Sin comunicación eficaz no hay información, ni coordinación, ni lógicamente equipo. Sin comunicación hay desinformación

4º.- La información entre los componentes del equipo, tanto en sus contenidos como en sus formas de publicitarla y compartirla, debe pactarse. Han de respetarse los compromisos contraídos, de lo contrario se dirigirá desde la ignorancia y el desorden con alto riesgo. “O se lidera, o se enreda”.
5º.- Las remuneraciones de los miembros del equipo deben ser proporcionales al riesgo en la toma de decisiones, a la dedicación, a las incomodidades profesionales, al número de personas a sus órdenes, al nivel de formación, a la adaptación a las nuevas tecnologías y a los cambios estratégicos que dicta el mercado, así como a los resultados obtenidos. De lo contrario la desmotivación romperá la cohesión entre el líder y los miembros del equipo. “La cohesión, o se hace o se deshace”.
6º.- Deben resolverse las discrepancias sin crispaciones ni habladurías posteriores. De lo contrario se crearán bandas y bandos, y no precisamente de música.
7º.- Para conseguir la cohesión entre los miembros del equipo es preciso que su formación en la cultura de liderar sea homogénea. De lo contrario el lenguaje y los métodos podrían llegar a ser incompatibles entre sí y con su líder. “La formación actúa como las dioptrías que nos permiten ver las cosas pequeñas que no veíamos por ‘falta de vista’”.
8º.- Hay que evitar a toda costa que los miembros del equipo planteen sus ideas, dudas y contradicciones fuera de las reuniones del equipo; de lo contrario se alimentarán las desconfianzas entre sí y con su líder. «Rerecuerde que un millón por cero es cero”.

Es aconsejable que cada miembro del equipo tenga la suficiente y actualizada información del mercado y de la situación de la empresa para que sepa en qué circunstancias se está compitiendo. De lo contrario pueden tomarse decisiones alejadas de los clientes, de la competencia y de la cuenta de resultados

9º.- Es aconsejable que cada miembro del equipo tenga la suficiente y actualizada información del mercado y de la situación de la empresa para que sepa en qué circunstancias está compitiendo la empresa. De lo contrario pueden proponerse y tomarse decisiones alejadas de los clientes, de la competencia y de la cuenta de resultados. “Recuerde que da más luz una información que una central eléctrica”.
10º.- Cuando un miembro del equipo vulnera estas condiciones hay que sustituirlo para evitar que el equipo se rompa o pierda sus energías en intentar cohesionarlo. “Recuerde que es más fácil detonar un átomo que cambiar un hábito”.
Le invito a que analice si usted. y los miembros del equipo están cumpliendo estas condiciones. Si no es así, concrete cuál se está vulnerando, corríjalas con habilidad, sutileza, energía y constancia, y si lo hace, usted y su equipo disfrutarán (y se beneficiarán) del trabajo en grupo.
Como siempre, ya sabe que me tiene a su disposición para ayudar a conseguirlo, en dbiosca@nulleducatur.com.
 
Sobre el autor: Domènec Biosca i Vidal es autor de 32 libros de dirección de hoteles y de la gestión eficaz de destinos turísticos. En 2011 obtuvo la Medalla al Mérito del Conocimiento Turístico. Es también Premio Nacional de Hosteleria 2008 como Mejor experto en Hostelería y Turismo.