Lo manda la Unión Europea: los restaurantes, los hogares, las empresas y los supermercados deben reducir en un 50% el desperdicio alimentario (esto es, la ingente cantidad de alimentos que acaban en la basura) para 2025. Una tarea que no es precisamente fácil y de la que muchos establecimiento no son conscientes. Un dato: España sea el sexto país de la UE que más comida en buen estado desecha.

Pescado arrojado a la basura
¿Es la restauración consciente del desperdicio alimentario que genera?

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ya se ha puesto las pilas y está trabajando en una estrategia ( “Más alimento, menos desperdicio”) para lograr reducir el desperdicio alimentario a nivel global en los próximos tres años. Para ello estudiará los hábitos de consumo de las familias y el desperdicio alimentario en otros sectores; promoverá cambios legales relacionados con las fechas de caducidad o consumo preferente, y realizará campañas de concienciación para ciudadanos, restaurantes y empresas de alimentación, entre otras iniciativas.
Según datos de la Comisión Europea, el 42% del desperdicio alimentario se produce en los hogares; el 39% corresponde a las empresas de producción, y el 14% a la restauración. España es el sexto país de la UE que más comida en buen estado tira: un total de 7,7 millones de toneladas al año. Le preceden Alemania (10,3 Tm), Holanda (9,4 Tm), Francia (9 Tm), Polonia (8,9 Tm) e Italia (8,8 Tm).
“Las cifras a nivel mundial y europeo son impactantes”, afirma la Secretaria General de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, que señala que, según estimaciones de la Comisión, se pierden o desperdician al año 89 millones de toneladas de alimentos, lo que significa 179 kilos por habitante. “Es decir, cada año entre un 30 y un 50 por ciento de los alimentos sanos y comestibles se convierten en residuos”.

En la restauración existe una problemática especial por la variedad y amplitud de los platos que ofrecen las cartas de los restaurantes, por el acompañamiento de los platos principales y las grandes raciones en los buffets abiertos

García Tejerina insistía en el I Punto de encuentro de Aecoc contra el Desperdicio Alimentario, celebrado el pasado mayo en Madrid, en  la necesidad de “combatir el derroche de un bien de primera necesidad, como son los alimentos, especialmente en un escenario de crisis económica”. Un desperdicio que se produce «en todas las fases, desde la producción hasta el consumo final”.
En España, el desperdicio medio por hogar (2,7 personas de media) es de 1,3 Kg a la semana. Los alimentos más desechados son el pan, cereales y otros alimentos de pastelería (19,3%), seguidos de frutas y hortalizas (16,9%) y la leche, yogures, quesos y otros derivados lácteos (13,3%). La crisis, no obstante, ha hecho disminuir el volumen de desperdicio alimentario.
“Entre los motivos por los que se tiran alimentos en nuestro país, el primero es el alimento sobrante de las comidas (86,4%); el segundo es por el deterioro de los productos por su mala conservación, almacenamiento o exceso de tiempo (63,6%) y el tercero es debido a los alimentos sobrantes olvidados para el consumo (45,6%), detallaba García Tejerina.
La restauración es además un caso aparte: en este sector existe una problemática especial por la variedad y amplitud de los platos que ofrecen las cartas de los restaurantes, por el acompañamiento de los platos principales y las grandes raciones en los sistemas de buffet abiertos.
Un estudio elaborado por la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (Hispacoop) sobre el comportamiento de los consumidores señala en primer lugar la falta de conciencia sobre el volumen desperdiciado. “Los consumidores, en general, no somos conscientes de la cantidad de alimentos que tiramos”, señala García Tejerina. El estudio señala que el desperdicio de alimentos por persona alcanza los 28 kilos al año.
Un libro sobre cómo aprovechar las recetas
Libro de Recetas con aprovechamiento
Precisamente ante esta problemática Hispacoop editaba recientemente un libro, «Recetas con aprovechamiento y consejos», con el que se busca sacar partido a todos alimentos. La obra incluye 25 recetas para aprovechar los alimentos (primeros y segundos platos y postres) elaboradas paso a paso y fotografiadas, a partir de las recetas propuestas por el cocinero Sergio Fernández Guerrero, y 20 páginas de consejos prácticos sobre planificación y compra de alimentos; etiquetado y fechas de consumo; almacenamiento y conservación en el hogar; recomendaciones a la hora de cocinar y comer; envases y materiales, etc.
Consulta la edición electrónica del libro aquí
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«Más alimento, menos desperdicio»
La estrategia “Más alimento, menos desperdicio” que ha diseñado el Ministerio de Agricultura,  nace «como una gran plataforma integradora porque todos tenemos un compromiso con la sociedad, con los más necesitados, con el uso eficaz de los recursos y con el cuidado del medio ambiente”, indica la secretaria general de Agricultura y Alimentación.
En primer lugar es preciso conocer en qué etapa y en qué procesos se producen las pérdidas a lo largo de la cadena de valor. Para ello se está creando un punto de recopilación, seguimiento y análisis de los datos  para medir actitudes, percepción, prácticas y comportamientos de las empresas y de los consumidores en eldel desperdicio alimentario.
La segunda actuación se centra en la divulgación de las buenas prácticas, con campañas de información dirigidas a consumidores y al sector de la restauración. Concretamente en el ámbito de la restauración “vamos a promover la realización de auditorías internas, tanto en almacenes como en las cocinas, para tratar de que se realice una mejor gestión de las materias primas y de los productos elaborados”, afirma García Tejerina. También habrá especial dedicación a la educación y sensibilización en centros escolares.
La tercera actuación supone la revisión de las normas que pudieran tener impacto sobre el problema del desperdicio o una traba en la reducción, reutilización o valoración de los alimentos desechados.
Para desarrollar la cuarta actuación se fomentarán los canales cortos de comercialización, promoviendo la promoción de los productos de proximidad y venta directa, así como guías específicas para este tipo de canales.
Por último, la quinta gran actuación de esta Estrategia se centra en las nuevas tecnologías, para ser más eficaces en la lucha contra el desperdicio.
“La seguridad alimentaria es una cuestión estrechamente vinculada a las administraciones, a los productores y a los consumidore. Los que integramos la sociedad tenemos un compromiso con los más necesitados y con el uso eficaz de los recursos y con el cuidado del medio ambiente”, concluye la secretaria general. En definitiva: es una labor de todos.