Alentados por el boom turístico y por los desarrollos tecnológicos, muchos emprendedores deciden crear su propia empresa en este sector. Un camino con fases muy diversas y en el que las startups también pueden encontrarse con muchas dificultades a la hora de poner en marcha su negocio…

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Para emprender en turismo, el proyecto diferenciador, innovador y realista

Entre los principales problemas que señalan los emprendedores turísticos destacan la financiación y la escasez de subvenciones. Así lo revela la Encuesta AIIT sobre la “Preocupación de los emprendedores en Turismo y Ocio en España”, recogida en el informe “Estado de la Innovación Turística en España 2016” elaborado por el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) con Thinktur, Esade, Deloitte, SAP y el Ayuntamiento de Barcelona.
La mayoría de los encuestados (35,3%) señala como principal obstáculo a la hora de emprender la dificultad de acceso a la financiación, seguido de la ausencia de apoyo gubernamental (31,6%). No obstante, existen fondos privados y públicos, explican desde el ITH, «por lo que podría decirse que no hay un matcheo efectivo entre las iniciativas startup en turismo y los fondos y herramientas que las financian».
Llama la atención que casi un 20% de los encuestados alude al miedo al fracaso, uno de los primeros puntos que es necesario cambiar en la cultura empresarial española para poder desarrollar estrategias innovadoras.
El mentoring y la formación, así como el liderazgo y el trabajo en equipo se consideran, en cambio, como principales facilitadores a la hora de emprender.  “Rodéate de gente capaz y de confianza con la que te sientas cómodo. Vendrán curvas y siempre se pasan mejor con un equipo bien formado. Y no te enamores mucho de la idea, porque es muy probable que tengas que cambiarla por otra”, aconseja Juan Quintanilla, CEO de Bookel App.
Tres claves para emprender
Según el informe, la motivación principal es aportar algo a la sociedad y ser tu propio jefe, un tema social, antes que el encontrase en paro. Para Gennion, se trata de emprender para el éxito. Su CEO, Francisco Cabrera, explica: “La clave no es emprender por emprender,  como salida a situaciones personales o por espejismos sobre ideas maravillosas difíciles de implantar en el corto plazo. Me temo que emprender es algo mucho más serio que compromete la reputación del emprendedor y posiblemente a sus finanzas”. Cabrera señala concretamente tres claves que no deben perderse de vista:
1. Ha de ser un proyecto diferenciador, innovador y realista, que se adapte a las necesidades de nuestros clientes potenciales en el corto plazo. Ser disruptivo significa que se puedan hacer cosas mejores ahora y no pensar en grandes ideas difícilmente implementables, por maduración tecnológica o por el impacto en la gestión del cambio que pueda significar para las empresas.

Ser disruptivo significa que se puedan hacer cosas mejores ahora y no pensar en grandes ideas difícilmente implementables

2. Reinventarse constantemente para anticiparse de los cambios del mercado y de las necesidades de los clientes.
3. Propuesta de valor “best in class”: contando con un equipo de élite (talento en sus áreas de especialización),  una solución probada y efectiva, contar con apoyos de partners y crear confianza en los  clientes al aportarles una solución cierta que impacta de manera efectiva en su negocio.
El capital
Según los encuestados, la temática en la que se decide emprender es de todos los subsectores, y se inspiran en la experiencia personal/ profesional para satisfacer necesidades no cubiertas de cliente.
En cuanto al capital inicial necesario para constituir las empresas, para tres cuartas partes de los emprendedores se sitúa entre 3.000 y 20.000 euros y sólo el 5% necesitó cantidades superiores a los 100.000 euros. El capital total previsto para el desarrollo del proyecto se sitúa entre 20.000 y 50.000 euros en el 43% de los casos.
En la mayoría de los casos la procedencia de este capital inicial procede de fondos propios. Íñigo Valenzuela, CEO de Smartvel, explica que “a partir de una determinada edad en la que se tienen responsabilidades familiares, para emprender hay que poder permitírselo, es decir tener ahorros para el funding inicial y poder asumir una situación de no-ingresos temporal. Sin eso, simplemente es extremadamente difícil montar tu empresa».
Las primeras etapas «seed» y «early» se cubren en menos de un año, pero el informe refleja que se estancan en fases posteriores. En cuanto a la cantidad de integrantes por startup, la mayoría están formadas por dos personas (43,6%) y un 24,8% corresponde a proyectos de un solo emprendedor.

Dentro del turismo, los subsectores donde se están desarrollando nuevos proyectos se dividen entre el tecnológico (27,3%), la restauración (26,3%) y las actividades complementarias. El alojamiento y la intermediación quedan en un segundo plano

Perfil del emprendedor
De acuerdo con el informe los emprendedores no son tan jóvenes (casi el 40% de los encuestados tenían entre 36 y 45 años). Además cuentan con experiencia que en casi la mitad de los casos es superior a quince años. Solo un 6,6% no tiene experiencia o la tiene de menos de un año.
La mayor parte tiene así mismo formación universitaria, además de trabajar por cuenta ajena, en toda España. Es destacable que uno de cada dos de estos emprendedores procedía ya del sector turístico, y dentro de los subsectores del turismo y ocio en los que están desarrollando sus nuevos proyectos se dividen entre el tecnológico (27,3%), la restauración (26,3%) y actividades complementarias (24,3%). Quedan en un segundo plano el emprendimiento en alojamiento (13,1%) o la intermediación (8,1%).