/p>>El chef Pablo González, que oficia en el restaurante La Cabaña, en Murcia, donde tiene una estrella Micheln, tenía una idea en la cabeza. Quería «platos que no fueran platos»: otra forma de presentación para algunas de sus exquisitas creaciones. Tras hablarlo con los creativos de la firma Zigurat, el resultado son estas espectaculares esferas iluminadas que el camarero deposita en la mesa, dejando boquiabierto al comensal.

El chef Pablo González, de La Cabaña, posa entre el "plato bola" y el azucarero-terrón diseñados por Zigurat
El chef Pablo González, de La Cabaña, posa entre el «plato bola» y el azucarero-terrón diseñados por Zigurat

La idea del «plato bola» surgió hace unos tres meses, en un intenso «brainstorming» entre el cocinero y José Luis Gómez, responsable y creativo de Zigurat Decoración. «Pablo quería sorprender e innovar, y finalmente surgió esta idea, que consiste en sustituir el concepto “plato” por el concepto “esfera”«, explica José Luis Gómez.
Así, el camarero aparece en la sala con una gran esfera iluminada en sus manos, la deposita sobre la mesa ante el comensal y se marcha. A partir de ahí, el juego está servido.
Esquema del "plato bola" diseñado por Zigurat
Esquema del «plato bola» diseñado por Zigurat

La esfera consta de dos partes, lo que permite que al retirar el comensal la parte superior, aparezca la creación del chef «suspendida» en un plato de cristal transparente. Y bajo éste se deja ver el segundo factor sorpresa: un lecho de elementos inusuales, como pueden ser cantos rodados, tornillos, algas, arena… que el cocinero elige para enmarcar su plato. «El objetivo es crear un diálogo, una fantasía entre el alimento y el recipiente que lo contiene», afirma el creativo de Zigurat.
La esfera no es una pieza efímera: está realizada en resina reforzada con fibra de vidrio, por lo que es altamente resistente a lavados, golpes… con una durabilidad de decenas de años.
Uno «plus» de este espectacular soporte es su iluminación interior gracias a una linterna Led plana, a baterías, pegada al techo de la esfera. «Se enciende con una pulsación, y pasa inadvertida mientras no se usa, quedando oculta y perfectamente integrada», explica José Luis Gómez. El precio de cada esfera ronda los 70 euros.
Pablo González explica que al ver la esfera luminosa, los clientes quedan «absolutamente impactados», y no sólo el comensal que lo recibe, sino también los de mesas contiguas. «La esfera capta de inmediato la atención, y el el efecto resulta especialmente espectacular por la noche. Al final es una pequeña gran obra de arte«, afirma el chef.
El plato-bola se compone de dos piezas que forman una esfera perfecta
El plato-bola se compone de dos piezas que forman una esfera perfecta

«Los comensales nunca han visto un camarero que lleve una esfera iluminada en sus manos», comenta por su parte el responsable de Zigurat. «El elemento es interactivo: el cliente recibe la esfera, el camarero se retira. Y a partir de ahí entra la percepción del comensal, que deduce que tiene que abrir la esfera para encontrar el alimento en su interior». Un juego de sorpresa que enriquece la experiencia gastronómica.
El chef Pablo González encargó un conjunto de ocho esferas en las que ha servido primeramente un plato de cordero. Ahora está ofreciendo unos delicados espárragos blancos al natural con crema de trigueros y tocino ibérico elaborado a baja temperatura.
 Y además, un azucarero
Zigurat ha diseñado también para La Cabaña un original azucarero inspirado en  el tradicional terrón de azúcar.»El azucarero surgió como una idea paralela en base al clásico terrón. Está realizado en poliestireno expandido, recubierto de escarcha blanca que imita la textura real del azúcar. Es como si fuera un azucarero hecho de azúcar”, explica José Luis Gómez. Un cuenco cerámico incrustado en cada «terrón» es el que es que realmente contiene el azúcar.
El azucarero formado por "terrones" con textura de azúcar, al fondo a la izquierda, y el espectacular "plato bola"
El azucarero formado por «terrones» con textura de azúcar, al fondo a la izquierda, y el espectacular «plato bola»

¿Y si otro restaurante quiere adquirir los platos-bola o el azucarero? «Respetamos la idea del plato bola para su creador y para su restaurante, explica el responsable de Zigurat, «lo cual no descarta que en un futuro la idea pueda ser nuevamente solicitada por otros chefs. Estamos dispuestos a desarrollar nuevas ideas para sorprender al comensal; siempre estamos abiertos a recibir y ofrecer ideas y soluciones creativas a la hostelería, un sector con el que tenemos una sensibilidad especial».
Situado a las afueras de Murcia, La Cabaña debe su nombre a que ocupa una cabaña de gran tamaño con las cubiertas de brezo. Pablo González realiza allí una cocina creativa que mima las presentaciones hasta el último detalle, dando también especial protagonismo a los aperitivos y a los «petit four». El chef compagina con soltura la carta de un salón de banquetes y la de un restaurante de vanguardia basado en la cocina de mercado, sin olvidar los productos de la tierra.