Aunque hace sólo un par de años las autoridades europeas apenas prestaban atención al fenómeno de los alojamientos turísticos de la «economía colaborativa«, ahora el Parlamento Europeo pide su regulación, en línea con los objetivos propuestos por las patronales europeas. 

Cama en una habitación
Según el Parlamento Europeo, se debe distinguir entre “personas” (ciudadanos individuales que ofrecen servicios de alojamiento de forma ocasional) y “profesionales”, que lo realizan como negocio

El Comité Interno del Mercado Interior del Parlamento Europeo pide que la UE fije una estrategia sobre la economía colaborativa. A su juicio, la UE debería recoger los beneficios de la economía “colaborativa” a la vez que asegura competencia leal, derechos de los trabajadores y cumplimiento de impuestos.
En una resolución no vinculante votada recientemente, el Parlamento Europeo señala la necesidad de centrarse en áreas «grises» de legislación que causan diferencias importantes entre los estados miembros debido a regulaciones nacionales y locales y a casos de ley, en referencia a los nuevos modelos de negocio «colaborativos» que van desde las plataformas de alojamiento (por ejemplo Airbnb) y transportes (por ejemplo Uber) hasta los servicios domésticos.
Las recomendaciones incluyen, entre otros:

  • Oferta individual vs profesional: se necesitan criterios efectivos para distinguir entre “personas” (por ejemplo, ciudadanos individuales que ofrecen servicios de forma ocasional) y “profesionales”, con principios generales a nivel de la UE y umbrales a nivel nacional (por ejemplo, basados en ingresos).
  • Derechos de los consumidores: información a los consumidores sobre las reglas aplicables a cada transacción y sus derechos; las plataformas colaborativas deberían poner en marcha sistemas efectivos para quejas y para la solución de problemas.
  • Responsabilidad: la Comisión Europea debería además clarificar la responsabilidad de las plataformas colaborativas tan rápido como sea posible.
  • Derechos de los trabajadores: se deberían garantizar condiciones mínimas de trabajo y de protección adecuadas para todos los trabajadores de la economía colaborativa; los trabajadores también deberían poder acumular opiniones electrónicas que les dieran un ranking, y que eso constituyera su “valor digital de mercado”.
  • Fiscalidad: se deberían aplicar obligaciones tributarias similares a actividades que ofrezcan servicios comparables, ya sea en la economía tradicional o en la colaborativa; el Parlamento Europeo recomienda soluciones innovadoras para mejorar el cumplimiento fiscal y pide a las plataformas que colaboren con este fin.

La regulación no debería, en cualquier caso, restringir la economía colaborativa, señala la resolución, condenando particularmente las regulaciones que algunas autoridades nacionales han impuesto “buscando restringir la oferta de alojamiento turístico”.
Ahora este informe, aprobado en el Comité por 31 votos contra 1, con 3 abstenciones, debe votarse en el Pleno del Parlamento en la sesión plenaria del 12 al 15 de junio.