«No» rotundo a la llamada «economía colaborativa» o alquiler turístico ilegal. Los hoteleros, junto a asociaciones de alojamientos de toda España, han presentado un manifiesto en el que muestran su preocupación por el incremento de la economía sumergida en esta actividad turística, advirtiendo que afecta no solo a la seguridad del turismo y a su calidad, sino también al empleo y a la imagen turística del país. La Comunidad de Madrid, por su parte, acaba de regular las viviendas turísticas.

Cama de una habitación de hotel
En España hay un total de 1,4 millones de plazas de alojamiento regladas frente a las más de 2 millones anunciadas en los portales de Internet

«El alquiler de vivienda privada siempre ha existido, pero el desarrollo de Internet está permitiendo que miles de propiedades se ofrezcan a los consumidores sin los controles pertinentes», explicaba el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Juan Molas, durante la presentación del ‘Manifiesto de la hotelería y el sector de alojamiento reglado, contra la economía sumergida y la actividad turística ilegal’.
Así, el sector del alojamiento turístico reglado español (hoteles, campings, pensiones, casas rurales, apartamentos, hostales, fondas y asimilados) quiere mostrar su «profunda preocupación» por el incremento de la economía sumergida y la actividad económica ilegal en el sector del turismo en España. Unas plataformas on-line que están adquiriendo un protagonismo indudable en la contratación de vacaciones.
Los hoteleros afirman que no pretenden impedir el alquiler de viviendas, sino que éstas compitan en un mercado turístico con las mismas reglas de juego que el resto de actores del sector.

Los hoteleros afirman que no pretenden impedir el alquiler de viviendas, sino que éstas compitan en un mercado turístico con las mismas reglas de juego que el resto de actores del sector

En la actualidad en España hay un total de 1,4 millones de plazas de alojamiento regladas frente a las más de 2 millones anunciadas en los portales de Internet. Ante esta situación, los empresarios turísticos se ven obligados a mantener el nivel de ocupación reduciendo precios, a costa de la rentabilidad.
La falta de regulación respecto al alquiler de vivienda privada está generando graves problemas de seguridad, aumento de economía sumergida, incremento e trabajo ilegal, violación de derechos de consumidores en materia de seguridad y calidad y degradación de imagen y el futuro de los destinos turísticos, advierten desde Cehat.
Los hoteleros advierten que el denominado concepto de ‘economía colaborativa‘ oculta una actividad económica no reglada que genera importantes beneficios y bajo la cual se encuentran inversores empresariales que generan grandes transacciones turísticas.
Según datos de Live in Spain recabadospor la patronal hotelera, la compra de viviendas en alquiler por personas jurídicas se ha incrementado un 429% en los últimos cinco años, lo que supone que el 22% del total de las compras de viviendas están explotadas por empresas.

Los hoteleros advierte que las » viviendas turísticas» carecen de los controles necesarios en el ámbito de la seguridad, higiene, accesibilidad, ruidos, incendios, piscinas, aguas y calidad

Los hoteleros advierte que las » viviendas turísticas» carecen de los controles necesarios en el ámbito de la seguridad, higiene, accesibilidad, ruidos, incendios, piscinas, aguas y calidad, y denuncian «la permisividad y connivencia de algunas administraciones con la economía sumergida, que provoca defectos graves en aquellos que cumplimos la normas y las leyes».
Por ello el sector del alojamiento exige a las Administraciones Públicas «una reflexión profunda» sobre la dimensión de este problema ya que, cualquier legislación permisiva afectará de forma directa al modelo establecido y al sostenimiento de la seguridad social, el empleo, los ingresos de proveedores, la inversión y la calidad de la oferta hotelera.
La Comunidad de Madrid legaliza las viviendas turísticas
Por su parte, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado el Decreto de Regulación de Apartamentos Turísticos y de las Viviendas de Uso Turístico. La principal novedad es que el Gobierno regional ha fijado una estancia mínima de cinco noches en estas viviendas turísticas, teniendo en cuenta que la estancia media de turistas en hoteles es de dos noches.
Se actualiza así la normativa sobre los apartamentos turísticos, que ya estaban regulados, y se legaliza el funcionamiento de las viviendas de uso turístico en la región, una modalidad de alojamiento que no estaba amparada por ninguna normativa, informa Europa Press.
La Comunidad de Madrid estima que en la región hay entre 6.000 y 8.000 viviendas de uso turístico, cuya comercialización se realiza mayoritariamente a través de Internet. Con la nueva regulación se establecen unos mínimos requisitos para proteger los derechos de los usuarios de estos alojamientos.

Con el nuevo decreto, en la Comunidad de Madrid, las viviendas de uso turístico serán de una sola categoría y la estancia mínima será de cinco noches

Además, el decreto pretende acabar con situaciones de intrusismo y competencia desleal denunciadas por las asociaciones del alojamiento madrileño, ya que habrá unos requisitos mínimos exigibles como al resto de alojamientos.
El decreto define las viviendas de uso turístico como alojamientos que se ofrecen al público de forma integral (no por habitaciones), englobados en una sola categoría. Deberán estar inscritas en el Registro de Empresas Turísticas, mostrar una placa distintiva y sus precios tendrán que estar expuestos.
El inicio de la actividad estará sujeto a la presentación de declaración responsable. Las viviendas de uso turístico no podrán utilizarse como residencia permanente y pueden estar en un bloque de pisos con otras viviendas que sí son residenciales.
La vivienda de uso turístico es un piso de un particular que se encuentra en un vecindario, mientras que los apartamentos turísticos ocupan todo un edificio destinado a este fin. Éstos, además, deben poseer una recepción y zonas comunes, se clasifican por categorías (llaves) y no tienen estancia mínima. Por el contrario, las viviendas turísticas son de una sola categoría y la estancia mínima será de cinco noches.