/p>>No hay grandes secretos para triunfar en estos momentos en la hostelería: la gente quiere comer bien y a buen precio. Alejandro Peñas y Jesús Lastra lo saben, y han abierto en Madrid su primer restaurante con una idea clara: ofrecer cocina de producto bien elaborada. Y respondiendo además a las demandas del público con tapas, medias raciones, un horario amplio, take away, cocina por encargo, un moderno interiorismo y precios asequibles.

La sala de Tengo,
La sala de Tengo, un bistró de decoración cálida y sencilla. La ilustración es de Fernando Caballero

El restaurante Tengo (Juan Bravo, 41) es el proyecto personal de los chefs Alejandro Peñas y Jesús Lastra, que tras muchos años trabajando en reputadas cocinas del mundo han decidido instalarse en Madrid.
Su concepto de restauración es sencillo: buena materia prima, bien elaborada y ofrecida todos los días a precios «más que asequibles», aseguran. «Y con el mejor pan que se puede conseguir en Madrid».
La mayoría de platos está disponible en medias raciones. Unos son fijos,  aunque cada día se lanzan nuevos “tengos”: elaboraciones efímeras disponibles hasta fin de existencias.
En la carta, una selección de recetas simples pero muy bien elaboradas: ensaladilla, guacamole, steak tartare… y atención a las patatas bravas. La salsa, preparada por Alejandro Peñas, está basada en la receta tradicional y las patatas se fríen con una limpieza absoluta. También presumen de tener «unos de los mejores callos de Madrid».
El steak tartare de la casa
El steak tartare de la casa

Además, Tengo cuenta con un chef pastelero (David González) que recupera la idea ya casi perdida en España de “dejar un huequito para el postre”.
El restaurante abre todos los días del año desde las 8.00, para dar servicio a quienes buscan desayunar (con croissants recién horneados y café de primer nivel), comer, merendar o cenar con calidad sin  pagar una fortuna.
Un ejemplo: comer un plato de pisto con huevo por 8 € o disfrutar de una botella de champagne Mumm por 29 € es posible en una mesa, en la amplia barra o en “La Mesa de la Floristería”: una mesa para 14 personas rodeada de flores naturales.
La mesa de la floristería, para grupos
«La mesa de la floristería», para grupos de 14 personas

Tengo ofrece, además, servicio take away. Y una idea muy original: “¿Qué quieres comer?”: el cliente cuenta al chef lo que le apetece, y si avisa con tiempo, se lo elabora especialmente.
Un cuidado interiorismo
El restaurante ocupa espacio elegante, casual y sobre todo polivalente, pensado para funcionar desde el desayuno hasta la primera copa tras la cena. Tiene tres zonas definidas:
La Floristería: puesto que el antiguo local se dividía en una cafetería y una floristería, se mantenido el espíritu original de la floristería ambientando el espacio que ésta  ocupaba con una gran mesa corrida para grupos de más de diez comensales, un interiorismo floral e ilustraciones florales en la pared realizadas por Fernando Caballero.
La amplia barra de mármol
La amplia barra de mármol

La barra: elegante y de mármol, ocupa más de diez metros con una exposición de bollería, tapas y pintxos. Está pensada para el aperitivo, la copa después de cenar y desayunos. La pizarra de la pared muestra toda la amplia oferta de productos.
La sala: es un bistró muy luminoso gracias a los enormes ventanales, con una decoración sencilla y cálida que se potencia con una gran ilustración de Fernando Caballero.