Las perspectivas del sector hotelero español se sitúan en niveles de estabilidad para la temporada de invierno 2016-2017, revela el último Observatorio de la Industria Hotelera, elaborado por Cehat y PwC.  

Tablas de snowboard en la nieve
Los hoteleros prevén una buena temporada en las estaciones de esquí

El índice general del estudio (índice OHE), que recoge las perspectivas de los hoteleros (OHE Hotelero) junto con las previsiones macroeconómicas (OHE Macroeconómico), registra unas expectativas de mantenimiento con respecto al año anterior, que registraba niveles muy optimistas, pasando de los 69,83 puntos a  los 56,51 puntos para esta temporada.
El índice OHE Macroeconómico, que mide variables como el PIB de varios países, el tipo de cambio, el precio de los combustibles o los niveles de paro e inflación, cae un 13% hasta alcanzar los 57,47 puntos, anticipando un entorno macroeconómico menos optimista que el registrado en la temporada de invierno 2015-2016, pero que se sitúa en niveles de estabilidad.    
El índice OHE Hotelero, que se basa en una encuesta realizada a las 54 asociaciones pertenecientes a Cehat, se sitúa también en valores de estabilidad, alcanzando los 56,18 puntos frente a los 71,10 puntos registrados en la misma temporada del año anterior. Destaca el optimismo de los hoteleros con respecto al precio medio, que se sitúa en los 64,03 puntos, y el mantenimiento de las expectativas con respecto a la rentabilidad, cuyos valores se sitúan muy cercanos a los 60 puntos.

De cara a la temporada de invierno, destaca el optimismo de los hoteleros con respecto al precio medio, que se sitúa en los 64,03 puntos, y el mantenimiento de las expectativas con respecto a la rentabilidad

El índice de pernoctaciones se sitúa en los 53,13 puntos, lo que indica igualmente valores de estabilidad con respecto a la temporada anterior, que reflejó los valores más optimistas de los últimos cuatro años. Las predicciones apuntan a que tanto el número de viajeros extranjeros como nacionales se mantengan.
A pesar de las expectativas negativas sobre el comportamiento de los costes, el mayor incremento en la mejora de los ingresos estimados favorece el optimismo sobre la rentabilidad para el invierno de 2016-2017. Las expectativas de los hoteleros para el índice de rentabilidad alcanzan los 59,67 puntos, muy cercano a niveles optimistas.
Buenas perspectivas turísticas
“Estimamos una temporada de invierno similar al año anterior, con unas buenas previsiones para Canarias principalmente, así como unas más que aceptables previsiones de reservas para la Costa del Sol», explica Juan Molas, presidente de Cehat. «Si las previsiones climatológicas nos acompañan, estimamos comenzar una buena temporada en las estaciones de esquí”.
“El PIB turístico seguirá siendo uno de los principales motores de crecimiento del PIB español, según todas las estimaciones, y continuará siendo una palanca de crecimiento de la economía española», señala por su parte Cayetano Soler, socio responsable de Turismo, Transporte y Servicios de PwC. «Lo importante es que el sector se supera año a año y que nos acercamos de nuevo a los crecimientos máximos logrados en la pasada década. Esta continuidad en la mejora se debe a un conjunto de factores externos de carácter macroeconómico y del contexto geopolítico competitivo, así como a factores internos, por abordar procesos de mejora de la eficiencia, calidad y competitividad por parte de los todos los agentes principales de la industria, empresarios, trabajadores, administración e inversores».

Cayetano Soler, PwC: «Lo importante es que el sector se supera año a año y que nos acercamos de nuevo a los crecimientos máximos logrados en la pasada década»

Según todas las previsiones, los resultados en estos próximos meses van a seguir siendo muy positivos en todas las variables y factores macro y microeconómicos, así como en los indicadores clave de la industria.
«No obstante, se está produciendo cierta ralentización sobre las tasas de crecimiento como consecuencia de algunas incertidumbres externas (impacto del Brexit, evolución de paridades de las monedas principales y potenciales tensiones comerciales entre los diferentes países demandantes de nuestros servicios), caída de la demanda interna ( incremento de precios de los servicios, necesidad de estabilidad del gobierno y de los presupuestos y crecimiento en el uso irregular de las viviendas) y por la incertidumbre y volátil situación financiera a nivel global», señala Soler.