/p>>El emblemático hotel donostiarra ofrece a sus huéspedes extranjeros una iniciativa muy original: un pasaporte de pintxos. Una idea que les permite salvar las barreras del idioma y acceder a un recorrido gourmet por algunos de los mejores establecimientos de San Sebastián.

Terraza del María Cristina
El María Cristina ha recuperado este verano sus maravillosas terrazas

La gastronomía es sin duda uno de los puntos fuertes de San Sebastián: la gran mayoría de los turistas llega atraído por la excepcional oferta de sus variados restaurantes y establecimientos hosteleros, y un recorrido por sus bares de pintxos, con sus espectaculares barras bien surtidas, es más que obligatorio. Sin embargo, a muchos turistas extranjeros la barrera idiomática y el desconocimiento de la propia «cultura del pintxo» les impide disfrutar de esta increíble experiencia gastronómica.
Conscientes de ello, el hotel María Cristina y la firma especializada en gastronomía San Sebastian Food han lanzado el «Pintxo Passport«, con el que el turista puede acceder a una selección de exquisitos pintxos y vinos que maridan perfectamente con ellos, sin necesidad de saber o decir una sola palabra en español.
El Pintxo Passport y sus fichas
Un pasaporte gastronómico en toda regla

El «Pintxo Passport» es en realidad es un tour de degustación de pintxos «autoguiado». El huésped recibe el pasaporte junto a 7 fichas canjeables en los bares de pintxos asociados a la iniciativa, todos ellos prestigiosos establecimientos.
El titular del pasaporte sólo ha de elegir qué seis bares de los diez de la lista le gustaría visitar. Al entrar en el establecimiento, solamente ha de mostrar el «Pinxto Passport«, entregar una ficha, y automáticamente el camarero les servirá el pintxo y el vino o bebida (siempre de alta calidad) concertados. Al terminar, el camarero sellará el pasaporte, y el visitante ya estará listo para degustar la propuesta el siguiente bar. Eso sí,  podrá utilizar las fichas a su antojo: gastar varias fichas en el mismo bar, en diferentes días, etc… a su propio ritmo.
El «Pintxo Passport» se entrega con seis fichas por persona (un pintxo y bebida por cada ficha), más una ficha especial para ser canjeada el Dry Bar del hotel María Cristina, dirigido por Javier de las Muelas. Además, incluye una lista de los mejores bares de pintxos de la ciudad; frases útiles en español, inglés y euskara para hablar como un local; un glosario de términos e información histórica sobre la cocina vasca, e información sobre los vinos españoles.
Su precio varía según el número de personas, entre los 61 y los 100 euros según el grupo sea más o menos numeroso.
Una tienda gastronómica
La completa tienda gourmet del María Cristina
La completa tienda gourmet del María Cristina, abierta al público

Además, el pasado mes de enero San Sebastián Food abría en los bajos del María Cristina una tienda gourmet con una amplia selección de productos artesanales tanto del País Vasco como del resto de España y una cuidada selección de vinos.
De este modo, la empresa fundada por Jon Warren se «mudaba» al María Cristina, ofreciendo a los huéspedes de servicio premium muy valorado y utilizado por los turistas extranjeros alojados, pero que en realidad está abierto a todo el mundo y que quiere abrirse y darse a conocer a la ciudad. Un servicio que hace la experiencia gastronómica del cliente -alojado o externo-, aún más completa, si cabe.
San Sebastián Food ofrece asimismo de manera on-line gran parte de los productos expuestos en esta tienda, a través de su  página web.
Y en breve, un centro culinario…
Pero la cosa no acaba aquí. El año que viene  la firma gastronómica ofrecerá en el María Cristina, tanto a clientes alojados como externos, un nuevo centro culinario de 500 m2 que contará con una bien surtida bodega privada, y ofrecerá la posibilidad de formar parte de un club de degustación y de apuntarse a cursos de cocina, además de organizar tours gastronómicos.
Dirigido a todo tipo de «foodies» y amantes de la gastronomía, desde los más amateurs a los más expertos, este centro culinario contará con una amplia cocina en la que se celebrarán sesiones de show cooking, degustaciones y clases de cocina: vasca y de autor, cócteles, gastronomía molecular, pintxos, corte de jamón ibérico etc.
La bodega privada ofrecerá a su vez degustaciones, seminarios y cursos de cata de la mano del experto Andrew Halliwell.