/p>>Así de claro, sin pelos en la lengua, lo afirmó el presidente internacional y fundador del movimiento Slow Food, Carlo Petrini, durante la entrega de los distintivos «Km 0 Slow Food» a 47 restaurantes de Cataluña, en el Palau Robert de Barcelona.

Carlo Petrini
Carlo Petrini, fundador y presidente de Slow Food, en una imagen de Wikipedia

Petrini calificó de «esquizofrenia» el estemos en un momento en el que «cuesta más adelgazar que comer» y en el que, pese a que todo el mundo hable de gastronomía, «la gente se siga muriendo de hambre en el tercer mundo».
«Nosotros somos un movimiento de base, pero tenemos contenido político en nuestra manera de defender la gastronomía local y los productos de proximidad, no la cocina espectacular, afirmó el fundador de Slow Food, que nació diciembre de 1989 en París.
En su intervención en Barcelona, Petrini abogó por dar valor a la comida y a la economía local, sin considerar a los alimentos como «simple mercancía», al mismo tiempo que alertaba sobre la situación actual de la agricultura, que calificó de «desastrosa, intensiva y con muchos productos transgénicos», informa Efe. Preocupado por la situación del campo, del que aseguró que el 50% de los productos se desperdician, el dirigente de Slow Food hizo un claro llamamiento a los orígenes: «si no retornamos a la tierra, perderemos la cabeza», advirtió.
«El paradigma de los alimentos Km 0 que nosotros propugnamos es significativo de una nueva visión del mundo, consistente en que cada país defienda su propia biodiversidad, para que la economía local salve al mundo y se realice así una democracia participativa, no la que hay hoy», reclamó Petrini.
Además, el fundador de Slow Food recomendó a los responsables de los 47 restaurantes de Cataluña que han recibido el distintivo «Km 0 Slow Food» que no solo ejerzan de cocineros, sino de «educadores», sin dejar de hablar de las bondades de los productos de su tierra.
En total 47 establecimientos de diferentes zonas de Cataluña han recibido el distintivo «Slow Food Km 0» por cocinar platos con productos de proximidad, que preserven su gusto tradicional y con criterios de cultivo ecológicos y sostenibles, recoge Efe.