
Monument Hotel ocupa la Casa Enric Batlló, un palacete de inspiración neogótica construido entre 1895 y 1896 por encargo del industrial que le da nombre, y que es obra del arquitecto premodernista Josep Vilaseca i Casanovas. Hasta alojaba a uno de los dos edificios del Hotel Condes de Barcelona.
El palacete ha sido cuidadosamente rehabilitado por los arquitectos Carles Bassó y Tote Moreno, con Oscar Tusquets en el anteproyecto, junto con la interiorista Mercè Borrell, que han recuperado los elementos originales, intentando adaptarlos a las características y necesidades del nuevo edificio. De la casa original se conservan la fachada, con su brillante policromía; la escalinata principal con arcos ojivales esculpidos en mármol, y el espléndido patio interior.
Para estos profesionales, el mayor reto ha sido sin duda crear un espacio diáfano sin barreras arquitectónicas en la zona del lounge, que ocupan un gran lobby y restaurante a pie de calle. Para ello se ha realizado o una reforma estructural de gran envergadura, transformando las antiguas paredes de carga en una gran viga en forma de árbol invertido con un lucernario que permite la entrada de luz natural desde el techo.

El empleo de elementos vanguardistas y modernistas, el énfasis en la luz y la combinación de materiales nobles y texturas son los elementos clave de esta reforma, que hacen del nuevo espacio un hotel de estilo atemporal, pero con una marcada personalidad propia, urbana y sofisticada.
Habitaciones ultraconfortables
Monument Hotel alberga 84 habitaciones y suites, elegantes y sumamente confortables, que oscilan entre los 24 m2 y los 85 m2. Están decoradas en tonos tostados y ofrecen una estética moderna y hecha para perdurar. El ladrillo visto, combinado con el roble natural del suelo, le aportan una gran calidez, confort y armonía visual. La gran altura de los techos, así como los grandes ventanales, dan sensación de amplitud y luminosidad.

El lujo lo ponen, además, detalles como el servicio de camarera dos veces al día; la ropa de cama de algodón egipcio de 300 hilos; el edredón de plumas de oca o la carta de almohadas Coco-Mat, además de los televisores Loewe o los teléfonos Jacob Jensen.
Los elegantes baños, en blanco y negro, no se quedan atrás, con amenities de Jo Malone, bañera exenta de Victoria & Albert o la Ccalefacción por suelo radiante. Además, MyM es un exclusivo servicio «Guest Experience» para crear experiencias personalizadas y a medida de las necesidades de cada huésped.

La joya del hotel es la Suite Enric Batlló, en homenaje al propietario original del edificio. De 85 m2 y ubicada en la última planta del hotel, acoge un espacioso dormitorio con vestidor independiente conectado con el cuarto de baño con jacuzzi, zona de estar con cocina incorporada y comedor, además de tres balcones al Paseo de Gracia.

Una cuidada oferta gastronómica
Monument Hotel ofrece una cuidada oferta gastronómica. El exclusivo restaurante Lasarte, con dos estrellas Michelin y que ofrece cocina creativa de autor, ha visto reintentado su espacio y ahora luce un look y vanguardista, con espacios más amplios y luminosos. Las texturas, con predominio de la madera de roble, y un cuidado mobiliario le dotan de una personalidad única.

La carta combina platos estrella de Martín Berasategui con propuestas novedosas del chef Paolo Casagrande, al frente del equipo de cocina. Joan Carles Ibáñez lleva con maestría la batuta de la sala.
El restaurante dispone de una sala semiprivada en el comedor principal y de un segundo comedor privado, denominado «La Mesa del Chef», con capacidad para 8 privilegiados comensales y ubicado en un altillo sobre la cocina con pared acristalada:

El hotel cuenta también con un segundo restaurante, Oria, con cocina de inspiración mediterránea, Se trata de un espacio moderno y más informal, integrado en el lobby del hotel mediante una espectacular escultural estructura en forma de pirámide invertida. Destaca su gran dimensión en altura, un lucernario que inunda de luz natural el espacio y una espectacular piscina-lámpara de aguas quietas que ordena el entorno.

Finalmente, el cocktail bar Hallo, cosmopolita y contemporáneo, se ha concebido como un espacio abierto a la ciudad. Lleva la firma de todo un experto, Javier de las Muelas, y es el lugar ideal para disfrutar de un aperitivo, una copa o un tentempié a cualquier hora del día, además de la excusa perfecta para visitar uno de los grandes hoteles de lujo de Barcelona.
