Más de 4.000 casas rurales españolas sufren el problema de la estacionalidad, revela un informe del Observatorio de Turismo Rural. Aunque el sector ve cómo está mejorando su ocupación, sobre todo este año, hay grandes diferencias entre autonomías según las épocas del año.

 La Posada Lindos Sueños (Cantabria)
Las pernoctaciones en alojamientos de turismo rural han experimentado un aumento anual del 11,6% en julio. En la imagen, la Posada Lindos Sueños (Cantabria)

Según la encuesta realizada a más de 2.000 propietarios de alojamientos rurales de todo el país, esta cuestión preocupa al 52,7% de los mismos. Y  las comunidades más afectadas concentran más de 4.000 establecimientos que se enfrentan a esta problemática, según el último estudio del Observatorio del Turismo Rural, proyecto liderado por EscapadaRural.com, CETT-UB y Netquest.
El informe revela las diferencias en reservas según los meses. Así, en enero, abril, mayo, agosto, septiembre y diciembre se registran peores cifras en cuanto a solicitud de reservas, mientras que en marzo, julio y  noviembre, que coinciden con las fechas previas a Semana Santa, verano y Fin de Año, se experimenta un incremento notable.
También destaca la tendencia general ascendente que apunta a una mejora progresiva de la ocupación a nivel nacional, donde los crecimientos más significativos se han producido en 2014 y, sobre todo, en 2015.
Según los últimos datos de INE, las pernoctaciones en alojamientos de turismo rural han experimentado un aumento anual del 11,6% en julio. Las de residentes suben un 12,2% y las de no residentes un 10,3%. Por comunidades, Cataluña ha sido el destino preferido, con 153.445 pernoctaciones, un 9,6% más que en julio de 2014, mientras que Baleares alcanza el mayor grado de ocupación.
Los precios, sin embargo, no siguen esa línea ascendente: el Índice de Precios de Alojamientos de Turismo Rural (IPTR) registra un descenso del 0,1% en julio. La tarifa normal, que supone el 55,6% del peso total, baja un 0,3% en tasa anual.

Las autonomías del Norte (Asturias, Galicia, Cantabria y País Vasco) acusan una fuerte demanda en la época estival, mientras que el resto del año la tendencia es a la baja. En ello influyen el clima y la procedencia de los viajeros

Las autonomías del norte, entre las más afectadas por la estacionalidad
Las autonomías del Norte (Asturias, Galicia, Cantabria y País Vasco) acusan una fuerte demanda en la época estival, mientras que el resto del año la tendencia es a la baja. El factor climático y la procedencia de los viajeros rurales explican esta situación.
Así ocurre en Asturias, donde el principal cliente es madrileño (91,5%). La distancia entre el viajero y el destino “fuerza” estancias más prolongadas, que quedan asociadas a periodos vacacionales más largos, como son los meses de verano.
Lo mismo ocurre con Galicia, que sufre una situación complicada en los meses invernales y su época estrella se limita exclusivamente al verano, puesto que su principal clientela procede de Madrid y Cataluña.
Sorprende el caso de Cantabria, ya que siendo sus “vecinos” vascos los principales huéspedes (83,9%), tan solo consigue buenos resultados en la época estival y no mantiene la demanda el resto del año, a pesar de las enormes posibilidades de conseguir escapadas de fin de semana.
Por otro lado, La Rioja, Extremadura y Comunidad Valenciana también se encuentran entre las que más sufren el problema de la estacionalidad, logrando escasos resultados en los meses de verano, pero mostrando ciertas particularidades el resto del año.
En el caso de La Rioja existe en un crecimiento más marcado que en el resto de España en cuanto a las solicitudes de reservas a partir de septiembre, por el atractivo de la época de vendimia.
Extremadura cuenta con un pico de demanda en marzo por la floración del Valle del Jerte, y Valencia registra una concentración de sus solicitudes de reserva en el mes de noviembre, mientras que el resto del año se enfrentan a una escasa demanda. Ello se debe a su necesidad de competir dentro del propio territorio con otras alternativas turísticas asociadas al turismo de sol y playa.
Las autonomías menos afectadas 

Existen comunidades que se caracterizan por la homogeneidad de los resultados a lo largo del año, lo que no significa que el balance de su turismo rural sea positivo

En el otro lado de la balanza, existen comunidades que se caracterizan por la homogeneidad de los resultados a lo largo del año, lo que no significa que el balance de su turismo rural sea positivo.
Navarra, uno de los destinos estrella y referente histórico en turismo rural, mantiene buenos datos en cualquier época de año, y repunta en los meses de marzo y octubre. Asimismo, Andalucía, gracias a su buen clima, dimensión y variedad de atractivos es una opción que los viajeros rurales tienen en cuenta durante todo el año.
Cataluña también se posiciona entre las comunidades autónomas con menor estacionalidad y además con excelentes resultados de enero a diciembre. Aunque en este caso noviembre también aparece como temporada estrella en solicitud de reservas, se trata de una región que mantiene un interés continuado y donde el clima suave y la cercanía de la costa juegan a su favor.
Por último, Castilla y León, que tradicionalmente se impone como la autonomía líder en oferta y demanda en turismo rural, también mantiene unos resultados similares a lo largo del año. Lo mismo ocurre con su vecina Castilla-La Mancha, que siendo menos popular como destino, sí que obtiene unas cifras de solicitudes de reserva similares cada mes.