Los hoteleros alertan de la falta de objetividad de los comparadores de Internet. Consideran que están aumentando los malos usos, lo que unido a la falta de criterios objetivos que provocan confusión en el consumidor. Por ello reclaman que estas plataformas on-line  suscriban un código de buenas prácticas.


Persona con un ordenador portátil
Cada vez más viajeros buscan alojamientos y viajes en webs que comparan servicios y establecimientos

Es un fenómeno imparable: cada vez más viajeros buscan sus alojamientos y viajes en webs especializadas que comparan entre los diversos servicios y alojamientos, con opiniones de usuarios anteriores y diferentes criterios de clasificación.
Los hoteleros están preocupados por la creciente influencia de estos comparadores en las decisiones finales de los viajeros. «Es frecuente que aparezcan páginas y comparadores que tienen intereses comerciales detrás  y no son neutrales respecto a los servicios comparados, ocultándose las reales motivaciones a los consumidores», señalan desde la patronal hotelera Cehat.
«Asimismo, es cada vez más frecuente observar que se comparan servicios demasiado heterogéneos, incluso con buena fe, provocando confusión y resultados no objetivos», añaden.
Por ello, la Cehar, junto a un buen número de asociaciones europeas de hostelería, ha venido trabajando en los últimos meses sobre los principios fundamentales y buenas prácticas que deben cumplir las herramientas de comparación en Internet y los meta buscadores.
Su objetivo es que en una próxima actualización de la Directiva sobre prácticas comerciales desleales, se incluyan unas  normas fundamentales de actuación, y que las herramientas de Internet y sus operadores suscriban un compromiso a un Código Ético para aumentar su reputación.
«Es necesario que se construya una confianza del consumidor en las herramientas de comparación», señalan desde Cehat.  Para ello, los hoteleros opinan que  deben respetarse una serie de criterios, que son los siguientes:

«Es frecuente que aparezcan páginas y comparadores que tienen intereses comerciales detrás y no son neutrales respecto a los servicios comparados, ocultándose las reales motivaciones a los consumidores», señalan desde la Cehat

1)  Transparencia sobre el modelo de negocio, que debe incluir cómo se financian estos compradores y sus conexiones con proveedores o elementos comparados.
2) Identificación de la publicidad: los elementos comparados no pueden verse afectados por ninguna relación contractual con los fabricantes, vendedores o proveedores. Por tanto, se debe distinguir lo que es publicidad con la comparación orgánica.
3) Información precisa sobre precios y disponibilidad: se debe facilitar el precio final incluyendo todos los cargos, así como la disponibilidad del producto/servicio con la información del coste de acceso.
4)  Explicación de la fórmula de recopilación de datos y criterios para la descripción de la metodología empleada y cobertura geográfica utilizada.
5)  Autenticidad, opiniones y valoraciones: las herramientas de comparación deben tomar medidas para garantizar la autenticidad de opiniones y valoraciones, así como divulgar la metodología utilizada.
6)  Políticas de gestión de denuncia y facilitar a los consumidores la información sobre mecanismos de reparación y eliminación de falsedad.
7)  La información debe ser relevante para la evaluación y comparación de ofertas
8)  Aumento de la accesibilidad y facilidad de uso.