La comida rápida sigue resistiendo a la crisis en nuestro país, pese al descenso del consumo en los hogares. La facturación del sector registró un aumento del 1% en 2012, superando los 2.700 millones de euros. Y ello gracias a su ventaja competitiva: el precio, frente a otras formas de restauración. Y una vez más las hamburgueserías lideran el crecimiento, con aumento del 3%, mientras que el negocio de las pizzerías cae por quinto año consecutivo, revela el último estudio de DBK.
Así, el en diciembre de 2012 se encontraban en funcionamiento un total de 4.195 establecimientos de comida rápida y a domicilio, 165 más que a finales de 2011 y 350 más que en 2009. La mayor parte de las aperturas fueron locales cedidos en franquicia: 3.030 establecimientos, el 72% del total.
El sector de comida rápida y a domicilio facturó en total 2.730 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 1,3% respecto a 2011. Aunque muestra una tendencia de desaceleración respecto a los ejercicios anteriores motivada por la debilidad de la demanda, sigue siendo el área de actividad de mayor dinamismo en el mercado de la restauración.
Las ventas en mostrador suponen el 89% del negocio, con un aumento del 2,3% en 2012 y una cifra de 2.430 millones de euros. Por su parte, el servicio delivery sigue la trayectoria de descenso iniciada en 2009, retrocediendo hasta los 300 millones de euros.
Hamburgueserías en cabeza
El segmento de hamburgueserías estaba integrado en 2012 por un total de 1.065 locales, con 65 aperturas en el año. Este segmento, que generó un negocio de 1.430 millones de euros en 2012, fue, junto al de otros establecimientos, el que mantuvo un mayor dinamismo, al aumentar su facturación un 3,1%.
La facturación del segmento de otros establecimientos también experimentó un crecimiento del 3%, hasta situarse en 270 millones de euros. Esta evolución fue posible gracias a la aparición de nuevas cadenas que han experimentado un rápido crecimiento en el número de locales, finalizando 2012 con 690 establecimientos (70 más que en el año anterior).
Las ventas de las bocadillerías se mantuvieron estancadas en 535 millones de euros, a pesar de las políticas de expansión de algunos de los principales operadores. En este sentido, el número de locales se situaba en 1.310 al cierre de 2012, tras la apertura de 65 durante el ejercicio.
Por su parte, en el segmento de pizzerías siguió apreciándose el cierre de locales y la tendencia a la baja en la facturación media por establecimiento, dando lugar a una caída del volumen de negocio del 3%, hasta los 495 millones de euros. Así, en este segmento se produjo el cierre de 35 establecimientos en 2012, descendiendo hasta los 1.130.
En general, la actividad de las empresas se vio afectada en 2012 por la debilidad de la demanda y la fuerte presión sobre los precios, lo que dio lugar a un deterioro de la rentabilidad.
El informe de DBK muestra también que el sector presenta una alta concentración, de forma que en 2012 las cinco primeras cadenas reunieron en 2012 el 70,6% de las ventas totales, mientras que las diez primeras concentraron el 81,2%.
Un futuro prometedor…
Las numerosas aperturas de establecimientos efectuadas en 2012 y las previstas para el próximo bienio, junto con las estrategias emprendidas por las principales cadenas orientadas a fomentar el consumo, permitirán que las ventas del sector registren una evolución positiva en 2013 y 2014.
Así, la facturación del sector podría alcanzar los 2.780 millones de euros en 2013, un 1,8% más que en 2012, mientras que en 2014 las previsiones apuntan a un crecimiento de los ingresos cercano al 3%, según las previsiones de DBK.
Las ventas de las hamburgueserías crecerán en torno a un 3-4% en el bienio 2013-2014 gracias a las numerosas aperturas previstas por las dos principales cadenas. También las principales enseñas de bocadillerías proyectan ambiciosos planes de expansión, lo que permitirá que las ventas de este tipo de establecimientos crezcan en torno a un 2% en 2013.
Por su parte, el negocio de las pizzerías continuará mostrando una tendencia de descenso en 2013, con una caída prevista para ese ejercicio del 3%, hasta los 480 millones de euros.
El segmento de otros establecimientos seguirá viendose beneficiado por la continua aparición de nuevos conceptos que atraen la atención del público. Se estima que las ventas crecerán a tasas situadas entre el 3% y el 4% anual durante los dos próximos ejercicios.
Respecto a las estrategias de las principales cadenas a corto y medio plazo, se centrarán principalmente en el crecimiento de la red de establecimientos, contando también con una alta importancia las políticas de promociones y ajuste de precios de cara a atraer a un mayor número de clientes. Además, algunas de las principales cadenas prevén seguir aumentando su presencia en el extranjero.