/p>>En la pasada edición de la feria Gourmets se presentaron muchas novedades interesantes para los profesionales hosteleros; muchos de ellos ingredientes avanzados, precocinados y platos preparados que ahorran tiempo y facilitan el trabajo al cocinero, y con un denominador común: la calidad, para obtener un resultado óptimo. He aquí una pequeña selección de estos productos realizada por Profesionalhoreca.com.

Las bases concentradas Gold Label de la firma Custom Culinary, desarrolladas específicamente para cocineros profesionales, proporcionan un sabor consistente que agrega instantáneamente una profunda sensación de cocción lenta, calidez y balance en todas las creaciones culinarias. Una de las últimas incorporaciones a esta gama  es la Base de champiñón.
Se trata de una preparación en pasta, de color pardo, con inconfundible aroma y sabor a hongos. Toda una inyección de sabor, es una base ideal para la elaboración de caldos, bases de cocción, fondos para salsas y guisos, salteados y sofritos, marinadas y aderezos. No incorpora ingredientes transgénicos ni  glutamato monosódico añadido.
 
Por su parte, Eurocebollas ha lanzado la muy práctica Cebolla caramelizada natural, envasada en una bolsa plástica de larga duración, 100% aprovechable y lista para usar. Otra novedad es un producto especialmente demandado en hostelería y catering: la cebolla cortada en tiras o juliana, envasada también en bolsa de larga duración. Estas bolsas plásticas de alta barrera, en formatos de 3 y 5 kilos, suponen todo un avance al prolongar considerablemente la vida del producto. Y atención también a otro producto tan interesante para el cocinero como el puré de de cebolla, que soluciona de una vez por todas el problema de tamizado en las salsas.
 
Codillo alemán en mitades es una de las últimas propuestas de la empresa cárnica barcelonesa Embotits Cunill bajo la marca Gran Cheff. Se trata de un jarrete de jamón de cerdo cocido (el popular codillo, al estilo alemán) partido por la mitad, dorado al horno y listo para comer. Se presenta en dos medias piezas envasadas al vacío, con una caducidad de 120 días. Un consistente segundo plato ideal para el restaurante, al que sólo hay que darle el toque final. se conserva refrigerado durante 120 días.
 
Finalmente, de la firma Cascajares, famosa por sus capones listos para asar, es este tentador Mini canelón de meloso de buey, manos de cerdo y foie. Con un peso de unos 42 gramos, se presenta congelado y es ideal para ofrecerlo en un aperitivo, o como entrante o segundo plato.
Para su servicio solo hay que hornear unos minutos cubierto con la salsa que prefiera el cocinero (en la imagen, bechamel con un poco de queso) y acompañar de guarnición. Se recomienda cocinarlo en el horno a 180ºC durante 7 minutos y terminar gratinando ligeramente. Un bocado exquisito de presentación impecable, y sin trabajo para el chef.