Julián Duque lo tenía claro: había que dar un nuevo aire a la cocina castellana tradicional y adaptarla a los nuevos tiempos. Y así lo ha hecho en el nuevo local en plena Plaza Mayor de Segovia, que lleva su propio nombre. ¿Las claves? Tapas y raciones junto a platos y asados de siempre; productos locales y un cuidado interiorismo, además de la privilegiada terraza.
El hostelero segoviano no dudó en coger la taberna La Taurina, situada en pela Plaza Mayor segoviana, en cuanto tuvo oportunidad, y reformarla rápidamente para convertirla en el restaurante Julián Duque, que abría sus puertas en mayo.
El local luce ahora un acogedor interiorismo de aires castellanos pero al mismo tiempo muy actual, modernizando el ambiente de la clásica taberna, pero sin romper con las raíces. Las viejas maderas se han limpiado con chorro de arena, y se han mantenido los muros de piedra originales.
Priman los colores claros, cálidos, acogedores, y los interioristas han puesto especial interés en la búsqueda de la luminosidad. El mobiliario es rústico y sencillo, recuperando algunas piezas antiguas. Y en los suelos llaman la atención los motivos de las baldosas catalanas de estilo hidráulico.
Parte del local se separa por un muro de platos procedentes una antigua fábrica de loza que había en la ciudad, perteneciente a la familia Vargas. Según Julián Duque, es un homenaje al plato y un guiño a la tradición de cortar el cochinillo con este utensilio.
El establecimiento, con capacidad para 89 comensales, tiene tres espacios diferenciados (barra, zona de tapeo y restaurante), a los que se añade la terraza en la Plaza Mayor. Allí trabaja un equipo de 15 profesionales, capitaneado por José María Martín (jefe de cocina), Gabriel Hernando (maître) y Juan Ignacio López (sumiller).
Una oferta gastronómica muy versátil
Al tratarse de la cuarta generación de maestros asadores, en el nuevo restaurante Julián Duque no se podía dejar de lado la tradición de la cocina castellana y los asados y platos de corte tradicional. Sin embargo, como adaptación a los tiempos y a la zona donde se ubica, en pleno centro de tapeo en la ciudad, el nuevo restaurante Julián Duque presenta diferentes ambientes y una oferta muy versátil.
El local cuenta con una zona de barra y mesas altas donde se ofrece una carta de tapas y raciones pensadas para compartir, y donde no faltan quesos, ibéricos, cinco variedades de croquetas (como las de de cordero confitado), ensaladas o tostas.
Para una comida más pausada, en el comedor interior se puede degustar la carta, basada en productos de la tierra. No faltan los platos típicos de la cocina tradicional segoviana y los asados, destacando entre todos el cochinillo, producto de referencia y protegido por su propia marca de calidad.
Algunos de los platos que propone son, por ejemplo, el Salteado de boletus edulis y trigueros; los Judiones de la granja con chorizo, morcilla y oreja, o el Rape a la plancha con salteado de boletus y langostinos. El precio medio se sitúa entre 30 – 40 euros.
Atención, además, al vino de la casa, que es Dominio Basconcillos, seleccionado y preparado a medida por el enólogo segoviano Tomás Pascual.
El nuevo Grupo Julián Duque
“Con este restaurante cierro el círculo que estaba abierto con el Palacio de La Floresta y La Finca de Duque, y culmino el desarrollo de mis ideas», declaraba satisfacho a la prensa Julián Duque en la inauguración del nuevo establecimiento.
Miembro del Comité ejecutivo de FEHR y presidente de la Asociación de Empresarios Hosteleros de Segovia, el año pasado reordenó su estructura empresarial, dando por terminada la anterior etapa familiar al dividirse los negocios de la sociedad que mantenía con su hermana. «Pensamos de forma diferente y clarificar los negocios facilita la toma de decisiones», declaró entonces.
De esta manera, el restaurador segoviano queda al frente de una nueva empresa formada por dos grandes bloques: Segovia capital y Sotosalbos.
En Segovia capital, el Grupo -además de contar con el nuevo restaurante Julián Duque– está presente con El Palacio de la Floresta, que se compone de un restaurante con varios comedores y de una taberna de raciones y tapas. Cuenta con un espectacular patio porticado y es un espacio pensado tanto para comidas de diario como para grandes celebraciones.
En Sotosalbos, a 19 kilómetros del centro de Segovia, el grupo posee La Finca de Duque, un gran complejo compuesto por el salón de banquetes La Finca, para grandes celebraciones; el hotel rural La Casona de Duque, con 15 habitaciones, y el restaurante-horno de asar castellano El Horno de Duque.
Ahora, el nuevo restaurante Julián Duque compone la tercera pata del negocio hostelero.