El edificio que ocupa el parador, un antiguo monasterio de más de 22.600 metros cuadrados construidos, es uno de los más grandes de toda la red de Paradores y contribuirá a la recuperación global de Cangas del Nancea, una de las zonas más castigadas de Asturias. Fue inaugurado hace unos días por la reina Doña Sofía junto al ministro de Industria, Energía y Turismo, y el presidente del Principado de Asturias.
El flamante Parador Monasterio de Corias es ahora un establecimiento hotelero de cuatro estrellas, con lo último en equipamiento. Ocupa un emplazamiento privilegiado en el término municipal de Cangas del Narcea, en la pequeña parroquia de Corias (Courias), al suroeste del Principado, en lo que se denomina la Puerta de Asturias.
El antiguo monasterio de San Juan Bautista, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1982 y conocido como «el Escorial asturiano«, es un enorme edificio neoclásico con robustos muros de piedra de más de un metro y medio de espesor.
Sus dependencias se reparten en torno a dos patios que ocupan en planta una superficie similar a un campo de fútbol de reglamento, y como dato curioso, cuenta con tantas ventanas como días del año.
El parador dispone de 86 habitaciones repartidas en tres plantas y distribuidas alrededor de los claustros. Inicialmente se han abierto al público 43 habitaciones.
En la planta baja están las zonas comunes: recepción, salón de eventos, cafetería, salones de estancia, comedores y la cocina. En el sótano se encuentran el aparcamiento, la piscina cubierta recreativa y un completo spa.
También se ubica en esta zona un pequeño museo sobre la arqueología y la historia del edificio, que alberga los restos de la iglesia fundacional del siglo XI, descubiertos durante las obras de adaptación del monasterio a su actual función y las maquetas. Precisamente las obras se alargaron tras el descubrimiento de los restos del templo mientras se hacía el aparcamiento subterráneo.
José Mª Pérez «Peridis», restaurador y arquitecto
La restauración del Monasterio de San Juan de Corias para convertirlo en parador comenzaron en 2006 y ha sido dirigida por el arquitecto José María Pérez “Peridis”. La obra ha sido llevada a cabo por Turespaña y ha supuesto una inversión total de 29 millones de euros. Por su parte, Paradores de Turismo se ha hecho cargo del equipamiento de cocina, las obras complementarias, la decoración y las dotaciones.
El arquitecto Peridis explica que la parte más complicada de restaurar han sido los restos de la iglesia fundacional: “estaba destrozada porque había servido de cantera para las obras de la gran ampliación posteriores al incendio. Tras una minuciosa excavación arqueológica ha quedado libre la planta a nivel de cimientos y los restos que se conservan se pueden recorrer desde el interior; quedan expuestos en el recinto de acceso desde el aparcamiento. Se completa la explicación con maquetas de los distintos monasterios que ha habido en Corias a lo largo de la historia, con buena parte de los materiales hallados durante la excavación. También los hemos dejado reflejados en el pavimento de la plaza y sepueden contemplar perfectamente desde las ventanas de las habitaciones».
Otra de las complicaciones, explica, ha sido la conservación de las carpinterías y herrajes originales, «sobre todo las puertas, a causa de la normativa anti-incendios. Pero se han podido salvar la mayor parte de las puertas y contraventanas originales, que son en su mayoría de madera de castaño. Lo mismo ocurrió con los suelos, realizados con las maderas originales que han sido adaptadas y restauradas”.
Pero para Peridis uno de los espacios más sugestivos del nuevo parador es la iglesia monástica, un ejemplo de arquitectura renacentista y que actualmente está regida por los padres dominicos que habitan el recinto contiguo. También destaca las perfectas proporciones de los dos patios y el claustro procesional, donde resalta una gigantesca Araucaria traída de las Américas por los dominicos.
“El refectorio y la biblioteca serán una verdadera sorpresa para los clientes, así como los espacios de doble altura del apa y la piscina, que parecen unas termas romanas. También prestarán un gran servicio dos nuevos espacios: el gran salón comedor, situado entre el refectorio y la sacristía, y la terraza solarium que lo protege” , explica.
El arquitecto destaca también la amplitud de pasillos y claustros, con más de cuatro metros de anchura y que para él representan “la expresión más acabada de la grandiosa sobriedad del monasterio”.
Peridis se siente orgulloso del Parador Monasterio de Corias y ha contado con la colaboración del arquitecto Fernando Gaforio y el aparejador Amable Velasco. “Ha sido una gozada trabajar en este proyecto y un privilegio poder rehabilitar una obra tan significativa, y lo que es más importante, hemos logrado que, a pesar de la magnitud, complejidad y singularidad de la restauración, de la calidad de los acabados y las visicitudes del proceso de obra, el coste de los trabajos sea muy razonable”, concluye.
Una decoración cuidada y muy asturiana
La decoración del nuevo parador está inspirada las experiencias descritas por cinco periodistas internacionales que viajaron hasta Asturias y descubrieron diferentes rutas de la Comunidad, que describieron en varios reportajes. Estas narraciones han sido utilizadas por los decoradores como documentación y apuntes en sus trabajos de decoración.
Los prestigiosos interioristas Luis Galliussi, Erico Navazo y Pepe Leal han sido los encargados de “vestir” las zonas comunes y las tres suites, una cada uno. Se han incorporado numerosas piezas que han servido para plasmar el ambiente asturiano de la zona. También en las terrazas se puede apreciar este guiño hacia la cultura asturiana. Allí se han plantado poumaradas y carbayadas en vagonetas de las antiguas minas y en barriles de sidra, respectivamente.
Doce habitaciones han sido decoradas por las hermanas asturianas Covadonga y María Teresa Clavería, del estudio “El 30 de Campoamor” de Oviedo. Éstas viajaron a Corias en el mes de abril junto con otros colegas de la provincia para ver in situ el parador y presentar su propuesta de decoración a concurso público.
Todos las estancias del parador reflejan distintos lugares y ambientes de la cultura asturiana, y así las habitaciones y zonas comunes se denominan con nombre de reyes, iglesias de ciudades importantes, personajes ilustres, arquitectura típica, cuevas y villas marineras.
Hay que destacar la antigua biblioteca del monasterio, una de las estancias más singulares de todo el parador. Las grandes editoriales españolas han donado cientos de ejemplares para llenar sus estanterías.
El parador se ha inaugurado con éxito: está completo hasta el 30 de agosto y permanecerá abierto hasta el mes de noviembre, cuando cerrará sus puestas por tres o cuatro meses.
Una gran obra y recuperación del patrimonio nacional, algo que probablemente no se prodigará en el futuro. El Gobierno central apuesta por la red de Paradores como un instrumento clave en la política turística de España, pero ante la necesidad de garantizar la viabilidad de la red hoy en día es inviable construir nuevos establecimientos, salvo los que ya están en construcción.
/p>>Con la inauguración del nuevo Monasterio de Corias el Principado de Asturias cuenta con un parador más (en total son tres, con Gijón y Cangas de Onís). Ocupa un imponente monasterio benedictino del siglo XI cuya exhaustiva rehabilitación ha costado 29 millones de euros, y que sin duda contribuirá a relanzar la economía de la zona.
