Con sus enormes cristaleras a la plaza que le da nombre, Ana la Santa es el primer restaurante que En Compañía de Lobos abre en Madrid. Sus claves responden a los cánones de la restauración que triunfa actualmente: productos cuidados sin excesiva complejidad, y recetas familiares puestas al día. Una cocina sencilla y reconocible para adaptarse a todos los paladares y no sobrepasar el ticket medio de los treinta euros.
El concepto del local, ideado por Tomás Tarruella y Perico Cortés, gira en torno a la recreación de espacios conocidos: el salón de casa, el bar de la esquina, el restaurante preferido y el jardín refrescante. Los espacios se relacionan entre sí creando una atmósfera acogedora y agradable que gusta a todos y se adapta a los diferentes momentos del día.
«Puede verse como un lobby de hotel con restaurante o un restaurante con lobby. Un local donde se puede tomar una tapa en el bar o un arroz en el comedor», explican los creadores.
El centro del local es la barra, que recibe al visitante desde la calle. La gran entrada, con puertas de cristal abiertas al exterior, invita a acceder al local y tomar una caña y una tapa. La carta se compone de tapas tradicionales y elaboradas al momento, como la tortilla de patata fresca, la ensaladilla rusa ligera o las pochas con almejas, y también tapas diferentes con toques del mundo, como judías tiernas con chili, tosta de aguacate con chipotle y sashimi de atún, almejas con sake al vapor o un bocadillo de espárragos, brie y jamón serrano. Además, Ana la Santa ofrece un menú ejecutivo de lunes a viernes, a 14 euros.
La zona del salón es el lugar ideal para la lectura, disfrutar de una copa o navegar por Internet. Los clientes pueden leer la prensa diaria, entretenerse con un libro o simplemente relajarse observando la vida de la plaza.
En el comedor principal, ubicado en la parte alta del local, se puede admirar la obra del fotógrafo madrileño Luis Baylón sobre la vida de Madrid, personajes del barrio, bares de toda la vida y actividades que han marcado la historia de la ciudad, disfrutando de una gran variedad de arroces.
Por último, el jardín interior es un espacio donde refugiarse del ruido de la ciudad, sentarse a comer y sentir el frescor de árboles y plantas.
En Compañía de Lobos: locales diferentes
En Compañía de Lobos es un concepto de restauración ideado por Tomás Tarruella, socio co‐fundador de Grupo Tragaluz; Perico Cortés que cuenta con más de 15 años de experiencia con el Grupo, y Rafael Londoño, empresario con gran trayectoria en compañías internacionales.
La firma se define como «una aventura internacional en restauración», presente en dos continentes, y en cinco ciudades: Barcelona, Madrid, México, Bogotá y San José de los Cabos. Sus locales están firmados por diseñadores de renombre internacional, como Sandra Tarruella, Isay Weinfeld y Arthur Casas.
Conciben cada restaurante es una experiencia única, producto de la interpretación individual de platos y atmósferas. Ahora han desembarcado en Madrid de la mano del restaurante Ana la Santa en un enclave privilegiado, los bajos del hotel Me Madrid Reina Victoria.
/p>>El céntrico hotel de la capital, Me Madrid Reina Victoria, cuenta con un nuevo bar-restaurante: Ana la Santa, una iniciativa de En Compañía de Lobos, firma creada por Tomás Tarruella, co-fundador del grupo Tragaluz. Un establecimiento que pretende dotar a la concurrida plaza Santa Ana de un concepto de cocina muy de moda, basada en productos de calidad y recetas familiares «preparados con cariño y con un toque distintivo de innovación», explican sus responsables.
