Con la llegada del buen tiempo, las nuevas terrazas se convierten en una prolongación del restaurante o el bar y responde a las demandas de un cliente cada vez más exigente y que desea el máximo confort. ¿Las claves? Cuidada decoración, capaz de recrear una atmósfera muy especial; horarios de cocina prolongados; amplia oferta de vinos y cócteles; cocina refrescante pensada para compartir (o no), y flexibilidad suficiente para adaptarse a los diferentes momentos del día y la noche. He aquí seis propuestas, muy diferentes, de terrazas en Madrid y Barcelona.
Salt: todo para el afterwork playero
El restaurante y beach club Salt del hotel W Barcelona, situado en pleno paseo marítimo de la Barceloneta, logra una combinación única de música, gastronomía y cócteles junto a la playa com todo el estilo «W».
El club de playa, de acceso libre, ofrece una atmósfera divertida y agradable con sus tumbonas sobre la arena y la música del DJ. Dispone de su propia carta con una variedad de snacks ideales para disfrutar en una jornada playera: flautas, smoothies, nachos, salmorejo, hamburguesas, ensaladas…
El restaurante-lounge, dirigido por el chef Sergio Domínguez, incorpora este año nuevas tapas de inspiración marinera y platillos para compartir; no faltan ceviches, ensaladas y hamburguesas gourmet. Este restaurante-lounge permanece abierto todo el día, con horario de cocina continuado desde las 13:00h hasta medianoche. y es una privilegiada terraza de más de 150 m2 perfecta para degustar un comida con vistas a la playa o una cena a la luz de las velas. O probar un mojito al ritmo la música o simplemente algo y pasar el rato junto al mar…
Salt está íntimamente unido la cultura del cóctel y presenta cuatro nuevas mezclas con sello W: Salt Martini, Green Lady, Modern Mojito y Sao Paolo Sip, y otros tantos nuevos combinados con Spritz, el aperitivo de moda en Italia.
En definitiva, un club de playa a pie del Mediterráneo con distintos espacios abiertos al público y una zona reservada para la organización de todo tipo de eventos. Todo con un diseño vanguardista, obra de la interiorista Isabel López Vilalta inspirado en el fondo marino, y un toque chic, fresco e innovador para poder disfrutarlo durante todo el día.
Terraza Le Cabrera: cócteles y más
La Terraza Le Cabrera, ubicada en en los jardines del madrileño Palacio de Linares, a escasos metros de la Plaza de Cibeles, ha vuelto más animada que nunca, con nueva oferta de copas, cócteles y comida, además de actividades diferentes todos los días durante los cinco meses que permanecerá abierta. Todo ello con una atmósfera muy especial bajo una cuidada iluminación, con el emblemático palacio como telón de fondo y con 250 m2 de superficie repletos de vegetación.
Para acompañar sus cócteles y combinados a cualquier hora (seña de identidad de la casa, cuyo precio medio es de 12 euros) Le Cabrera del Palacio de Linares cuenta con una carta gastronómica divertida y actual para su público cosmopolita, donde no falta el jamón ibérico de bellota Carrasco cortado a cuchillo, tapas variadas, ensaladas, sopas frías y postres caseros.
Además este año la Terraza Le Cabrera estrena nueva estética en total sintonía con el jardín del Palacio de Linares. Se divide en tres zonas: la barra, centro neurálgico del local; el espacio chill-out, con cómodos sillones, y la zona de mesas. Todo decorado con un cálido mobiliario de madera, cojines realizados en textiles, plantas naturales y una escogida ambientación musical. Además, para hacer frente a las altas temperaturas cuenta con ventiladores de agua micronizada que logran bajar la sensación térmica hasta 10ºC.
Cien Llaves: la cocina de Benjamin Nensoussan
También en el madrileño Palacio de Linares, el chef Benjamín Bensoussan ha puesto al día la carta del restaurante Cien Llaves (Paseo Recoletos, 2), con una propuesta culinaria que incluye desde carnes y pescados de temporada hasta sopas frías, arroces, pastas frescas y caviar Beluga. Se servirá durante el verano en la terraza del restaurante, ubicada en el jardín privado del histórico edificio, entre palmeras, arbustos y macizos de hiedra.
Un espacio único en pleno centro de Madrid, en el que las mesas vestidas con mantel largo e iluminadas por cientos de velas recrean una atmósfera mágica.
Benjamín Bensoussan, formado junto a Michel Lerouet en Londres y después junto a grandes chefs españoles, realiza en Cien Llaves una cocina inspirada en los sabores de su infancia y sus viajes por el mundo y ha diseñado para la terraza una carta bien estructurada, especialmente pensada para el verano. Atención a la carta de vinos, con más de 100 referencias que cambian cada temporada y opciones para todos los gustos, momentos y bolsillos.
Precisamente, ante la demanda de los clientes, este verano la terraza Cien Llaves realiza además una fuerte apuesta por la copas y cócteles de calidad que se pueden degustar en la terraza del restaurante y también en la terraza «hermana» Le Cabrera, ubicada a 15 metros. Una propuesta idónea para disfrutar del afterwork en un ambiente relajado y muy sofisticado o para alargar una entretenida sobremesa.
Las terrazas del Villa Magna
El emblemático hotel madrileño ofrece tanto sus huéspedes como al público en general sus exclusivos espacios al aire libre en plena Milla de Oro de la capital. Villa Magna dispone de tres terrazas, cada una perfectamente pensada para disfrutar de cada momento concreto del día: el Patio Magnum, a terraza del Lounge, y la terraza del restaurante Villa Magna.
El Patio Magnum es el espacio más versátil del hotel para disfrutar de las noches de verano. Allí se pueden degustar delicias niponas (uromakis, futomakis…) maridadas con champagnes Laurent Perrier. Este espacio está abierto al público todos los días desde las 12:00 horas hasta la 01:00 horas.
La terraza del Lounge, abierta al público durante todo el día y con vistas al Paseo de la Castellana, acaba de estrenar nueva carta de Rodrigo de la Calle, y cuenta con una amplísima oferta para comer o picar. También es un espacio perfecto para la merienda, con cafés y una amplia variedad de tés y de dulces elaborados diariamente por el maestro repostero del hotel; sin olvidar su carta de gin-tonics y otros cócteles.
Finalmente, el restaurante Villa Magna Rodrigo de la Calle se abre también al exterior y toma la forma de pequeño jardín privado para almorzar o cenar de la mano del maestro de la gastrobotánica. Ahora hay, además, otra excusa para visitarlo: del 26 de mayo al 7 de junio el restaurante acoge, además, el Festival Gastronómico Mexicano, con el chef Daniel Ovadía.
Loria: dos terrazas todo el año
Este restaurante barcelonés perteneciente al Grupo Galera puede presumir de ofrecer terrazas todo el año. Si la climatología lo permite vale la pena disfrutar de la terraza exterior, con un encanto especial por su decoración, con el interior de las sombrillas rayado como la portada de su carta, lámparas que en realidad son cubos de madera agujereados y la frescura que le dan las plantas que la separan de la calzada de la céntrica calle Roger de Llúria.
Si el tiempo no acompaña, en Loria también se puede estar al aire libre en la terraza semicubierta que hace de soportal del local y está llena de ambiente a cualquier hora del día, desde el desayuno hasta las 3 de la madrugada los fines de semana.
En cualquiera de dos las terrazas o en el interior del local se puede degustar cocina mediterránea con productos de calidad asesorada por Iker Erauzquin. Platos para compartir (o no) como la fondue de camembert al horno; tosta crujiente de anchoa del cantábrico, tomate y mató; pulpo a la brasa con patata y canónigos… la carta continúa con tres versiones de los huevos estrellados, risotto, carnes y pescados de la lonja. Para endulzar el final, coulant para untar o ensalada de frutas Loria.
La Terraza del Granados, a cualquier hora
La terraza de otro restaurante de Grupo Galera, el barcelonés Granados (Enric Granados, 6), está preparada para funcional de día y de noche. Durante el día, ofrece sol y su renovada carta de tapas. Por la noche, al ser una zona de ocio, la terraza se convierte en un espacio ideal para cenar o continuar con una copa.
La decoración de la terraza es actual y muy cuidada, como el resto del restaurante: mesas de madera y hierro con sillas en gris, y pequeñas lámparas con autonomía propia, para evitar los molestos cables, dan calidez a las veladas nocturnas junto a los originales porta velas de mimbre.
Esta renovación, también encabezada por el chef asesor Iker Erauzkin, se ha llevado a cabo para poder ofrecer a sus clientes una carta con productos de temporada. La nueva versión del pulpo a feira, xips con aroma de trufa o la burrata con tomate de temporada y orégano fresco son algunas de las tapas que se pueden encontrar junto con las sugerencias del día.
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