Pese a recibir casi 15 millones más de turistas y batir récords en los últimos 13 años, el sector turístico español ha visto disminuir sus ingresos extranjeros entre 8.000 y 10.000 millones, perdiendo competitividad frente a otros destinos emergentes. Por ello la Federación Empresarial de Hoteleros de Mallorca (FEHM) considera necesaria la implantación de un régimen especial para la actividad de alojamiento turístico (REAT) que ayude a revitalizar el sector.
Los datos son claros: la facturación procedente de los turistas extranjeros se ha visto reducida a un ritmo del 2,8% anual desde principios de siglo, aún cuando la cifra de viajeros registrada ha aumentado en un 30% hasta 2013, al pasar de 46 millones registrados en 2000 a 60,6 millones de turistas el año pasado.
Por ello Aurelio Vázquez, presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), la mayor patronal hotelera en España, ha presentado en rueda de prensa el REAT, una propuesta dinamizadora para los alojamientos turísticos, cuyo objetivo es la futura aprobación de una ley estatal que aborde los problemas estructurales del sector y conseguir «una mejora y mayor rentabilidad en el ámbito turístico».
Para el presidente de la FEHM es necesario el impulso de esta nueva regulación (como ya la tienen el sector cinematográfico o del automóvil) por una serie de causas: la competencia creciente, en el Mediterráneo, de destinos como Grecia, Turquía y Túnez, que suman una oferta cercana a los 3 millones de camas turísticas; la reducción de la estancia media; el incremento de la presión fiscal sobre el sector; la falta de inversiones, tanto públicas como privadas; la disminución de los ingresos del sector, y un crecimiento estancado del PIB turístico y del empleo.
En concreto, la patronal mallorquina lamenta la caída del 5% en la ocupación hotelera en España entre 2000 y 2013, a pesar de haber aumentado la capacidad un 15%, lo que demuestra cierto trasvase de los turistas hacia otro tipo de alojamientos «que no están ayudando a maximizar la generación de riqueza del sector».
Además, Aurelio Vázquez recordó que el PIB turístico logró superar únicamente en 2,9 puntos el nivel registrado en 2000, permaneciendo lejos de los 19 puntos que creció la economía española en los últimos 13 años. Y más aún: el crecimiento de la oferta española es muy superior a la capacidad de los mercados emisores, incluidos los más fuertes como Reino Unido o Alemania.
50 medidas para relanzar el sector
El nuevo reglamento es voluntario, afecta a empresas de alojamiento en el ámbito nacional y requiere de un registro público de las compañías que se acojan a él.
Viene acompañado de 50 medidas, fiscales, administrativas, laborales y financieras que tienen como objetivos la sostenibilidad económica (estimular la inversión), la sostenibilidad social (la creación de puestos de trabajo), la mejora de la oferta, la mejora de la financiación, el alargamiento de la temporada y el incremento de la rentabilidad de las empresas.
Entre las principales medidas fiscales, el nuevo reglamento incluye el establecimiento de deducciones en el Impuesto de Sociedades; la eliminación de las limitaciones aplicables a la deducibilidad de los gastos financieros; la no sujeción al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados o el establecimiento de deducciones en el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles).
Todo ello con el fin último de obtener beneficios fiscales directos, disminuir la presión fiscal y promocionar los servicios complementarios a la actividad turística. De hecho, Vázquez vinculó parte de la pérdida de competitividad del sector turístico al incremento de la presión fiscal en el sector hotelero durante los últimos años, y sobre todo al aumento del 42% del IVA durante los últimos tres años. De hecho, cerca del 22% de los ingresos hoteleros se destinan al pago de impuestos.
Iva super-reducido
Entre las 50 medidas recogidas en la propuesta destaca la instauración de un IVA superreducido para los hoteles y la restauración, al considerar que este impuesto «ha drenado millones de euros de las cuentas de resultados de las empresas». «Las administraciones están legislando exclusivamente para recaudar, por lo que pedimos que esto cambie sustancialmente», insistióVázquez.
En el terreno financiero, el proyecto pretende lograr un estímulo de la inversión tanto pública como privada, que se ha visto drásticamente reducida en los últimos años. En concreto, la inversión privada en el segmento hotelero decreció un 50% entre 2008 y 2010.
«Si queremos cambiar la demanda tenemos que cambiar la oferta y para ellos es fundamental la inversión», explicó Vázquez, que aboga por el establecimiento de deducciones en el Impuesto sobre Sociedades por la mejora, ampliación o rehabilitación de inmuebles y la creación de una línea ICO para las empresas acogidas a este régimen.
Regular las épocas con menos ocupación
La creación de puestos de trabajo en el sector, con unos dos millones de empleos turísticos, y la estacionalidad también se incluyen en el REAT, que aboga por el establecimiento de un marco regulatorio que favorezca la actividad en las épocas con menor ocupación, como la temporada de invierno, donde en torno al 60% de las plazas hoteleras se encuentran vacías; y la modernización de los convenios colectivos.
El REAT aboga por el establecimiento de un marco regulatorio que favorezca la actividad en las épocas con menor ocupación, como la temporada de invierno, donde en torno al 60% de las plazas hoteleras se encuentran vacías
Por ello Vázquez denunció el alto coste de la infrautilización de infraestructuras turísticas en el territorio.
A su vez, el REAT pretende favorecer que, para el supuesto de que los empresarios se vean obligados a extinciones de contratos de trabajo por el esfuerzo de contratación que realizan durante la temporada baja, éstas no computen de igual manera que las realizadas durante la época de mayor actividad.
Por su parte, las medidas laborales están orientadas a flexibilizar las condiciones laborales y económicas de los trabajadores así como de la empresa, de cara a toma de decisiones respecto al colectivo.
También propone la creación de una Agencia Española de Turismo que reúna a los representantes de las entidades de este régimen, con competencias de coordinación, mediación en iniciativas, de acercamiento del sector público y privado.
Más medidas
En el ámbito administrativo, la nueva legislación integra una regulación marco para aportar seguridad jurídica en el sector; el establecimiento de una actividad más coordinada y sólida en las diferentes competencias turísticas; el mantenimiento de las infraestructuras y la posibilidad de ceder para actividades de turismo otras en desuso, así como espacios naturales y culturales, respetando siempre la protección de dichos ámbitos.
El informe ha sido creado conjuntamente por agentes del sector y entidades como Deloitte y el gabinete de abogados Cremades & Calvo Sotelo.