El mundo de la restauración está conmocionado por el inesperado fallecimiento del cocinero Darío Barrio mientras practicaba salto base, su gran afición, en Segura de la Siera (Jaén). El tuit de uno de sus compañeros y también chef televisivo, Alberto Chicote, resume el sentir general de toda la gran familia de la gastronomía: «Se nos ha ido volando un amigo, un compañero y un gran entusiasta. Intensidad hasta el fin. Vuela muy alto, amigo».
La noticia caía como un jarro de agua fría: Darío Barrio fallecía en la tarde noche del pasado viernes, a los 42 años, cuando participaba en un espectáculo de salto base en el Festival Internacional del Aire El Yelmo en Segura de la Sierra (Jaén). El salto base es una modalidad del paracaidismo que consiste en saltar desde un objeto fijo y no desde una aeronave en vuelo. El cocinero era un amante confeso del deporte extremo.
Todavía no se conocen las causas del accidente del popular cocinero y la investigación está abierta. Las primeras hipótesis barajan que Barrio cayó al vacío sin que el paracaídas se abriera. Precisamente en el acto se rendía homenaje a uno de sus grandes amigos, el deportista Álvaro Bultó, fallecido en agosto de 2013 cuando practicaba salto base en los Alpes suizos.
La familia, junto a los trabajadores y amigos más cercano del chef, han agradecido en un comunicado a los medios las innumerables muestras de cariño recibidas.
Cocinero, deportista y solidario
Darío Barrio, cocinero y deportista (o deportista y cocinero) era además, además de un gran aficionado al salto base, impulsor de diferentes causas solidarias como Escuelas con Fundamento para Bomberos Unidos sin Fronteras, o Soul Food Nights para Acción contra el Hambre.
A pesar de haber perdido, en los últimos años, amigos muy cercanos como Miguel Chana o Álvaro Bultó, Darío amaba este deporte y siempre consideró que existía el riesgo como algo intrínseco a su práctica.
De hecho, su vida se centraba en la cocina y en el deporte. También practicaba ciclismo y running, y participó en el Maratón de Nueva York en el año 2011 quedando entre los primeros 5.000 corredores (entre más de 47.000).
Dassa Bassa, su proyecto personal
Darío Barrio decidió dedicarse a la cocina a los 14 años, aunque no existía ninguna tradición de cocineros en su familia. Se formó como cocinero en la Escuela de Hostelería, y completó su formación con prácticas y estancias en numerosos restaurantes dentro y fuera de nuestras fronteras.
En 2004 abría en el barrio de Salamanca de Madrid, en una antigua carbonera del siglo XIX, Dassa Bassa, su exitoso restaurante junto a quien fuera su mujer, Itziar Ortega, de quien se divorció hace dos años y con quien tenía dos hijos de 7 y 5 años.
Defensor a ultranza de la cocina madrileña, en la entrada del restaurante hay un mural con las caricaturas de los chefs madrileños más conocidos y en el que él mismo aparece.
Hace apenas dos semanas Darío Barrio celebraba el décimo aniversario del restaurante rodeado de sus íntimos amigos y compañeros de profesión. No faltaron cocineros como Sergi Arola, Diego Guerrero, Ricardo Sanz o Sacha, entre muchos otros, ni amigos como los cocineros José Luis Estevan y Armando del Rey (también saltador base y copropietario de El Corral de la Morería).
En la actualidad participaba en Casa Decor, con una versión más pequeña de su restaurante.
Además de numerosos galardones por su carrera gastronómica Darío Barrio era un chef televisivo. Fue la imagen culinaria de Cuatro desde 2005, cuando protagonizó el programa Todos contra el chef. Desde entonces ha participado en diferentes programas de la cadena y también participó en el programa de saltos de trampolín de Antena 3, así como en el documental de Discovery MAX ‘Aventura Límite: After Earth Experience’, donde se relata precisamente su afición a los deportes extremos.
Los cocineros, consternados
Desde que se ha conocido la noticia, cocineros de toda España están mostrando a través de las redes sociales su consternación por la muerte de su colega de Darío Barrio. El deseo es unánime: que vuele alto, como decía el televisivo Alberto Chicote decía en un tuit»: «Se nos ha ido volando un amigo, un compañero y un gran entusiasta. Intensidad hasta el fin. Vuela muy alto, amigo».
«Aún sin asimilar la pérdida de un gran amigo. Recordando tantos momentos. Nunca te olvidaremos», tuiteaba Paco Roncero, que compartía con Darío la doble afición por la cocina y el deporte. «Se ha ido un amigo de los de verdad. Darío siempre en el recuerdo, quedan nuestras risas cómplices», escribía Ramón Freixa. Y Sergi Arola mostraba su estado de shock: «No tengo palabras, no doy crédito, no puedo dar crédito. Es demasiado duro esto Darío, por qué???».
Los hermanos Sandoval, Mario y Rafael, cocinero y sumiller de Coque, escribían en Twitter «desde Madrid toda la gastronomía llora tu pérdida» y «Qué pena amigo del alma, nunca olvidaré tu sonrisa». Las muestras de dolor se suceden: «No reacciono a la muerte de Darío, no puedo dejar de pensarlo» (Pepe Solla); «Frío y sin palabras con la muerte de Darío Barrio» (Dani García); » Una trastada de las grandes… Nos deja Darío… un grande» (Jordi Cruz); «Roto por lo de Darío» (Ángel León).
«Darío vivió siempre al límite y disfrutó de su vida a tope», tuiteaba Marcos Morán, mientras que José Andrés, el popular chef español afincado en Estados Unidos, afirma que «el cielo comerá mucho mejor».