Por fin ha abierto DSTAgE, el esperado restaurante de Diego Guerrero; Juan Andrés Morilla impulsa un nuevo proyecto gastronómico en Granada, La Marquesa; el chef Javier del Blanco, procedente del Nerua bilbaíno, desembarca en Ribadesella, y Ataclub es otro nuevo y elegante restaurante en la capital.
1. DStage, el personal proyecto de Diego Guerrero en Madrid
El 1 de julio se hacía realidad el esperado restaurante de Diego Guerrero en Madrid, DSTAgE, del que es único socio. Está situado en el barrio de Las Salesas (Regueros, 8) y aquí el cocinero alavés pretende seguir con la línea desarrollada con su cocina en los últimos años, optando por la alta gastronomía «sin corsés”, con los cocineros en contacto directo con el cliente.
De este modo, DSTAgE promete toda la creatividad y técnicas de vanguardia de Diego Guerrero, pero con flexibilidad, con el objetivo de que el comensal viva una experiencia única. En definitiva: hacer posible una alta cocina rentable.
El nuevo DSTAgE ocupa un espacio de «look» industrial de cerca de 300 m2, dividido en dos pisos. En el de arriba el cliente inicia su experiencia gastronómica disfrutando de algunos snacks en la barra de la entrada. Después pasa a la sala, distribuida en torno a un patio. Al fondo, y abierta a la sala, está la cocina, donde el comensal puede ver al equipo trabajando. Además, los cocineros salen al comedor y se mezclan con el equipo de sala.
En la planta de abajo, el restaurante alberga un espacio con cocina y una gran mesa, que puede funcionar como comedor privado, show cooking, zona de eventos y aula para clases de cocina, además de como estudio de trabajo de Diego Guerrero. En este «BackDSTAgE» también se encuentran la amplia bodega y la entrada a un patio con plantas y hierbas aromáticas.
Una nueva etapa para el chef vitoriano, que dejó en lo más alto el Club Allard, donde logró dos estrellas, para innovar en el panorama gastronómico de la capital con el nuevo DSTAgE, donde ofrece dos menús degustación: Dtaste, de diez platos (88 euros) y Dstage, con 13 (118 euros). No hay carta.
¿Y el nombre de DSTAgE? Es un doble juego de palabras: por un lado, “Days to Smell Taste Amaze Grow & Enjoy” (Días para Oler, Saborear, Sorprender, Crecer y Disfrutar, en inglés.). Y, por otro, las iniciales del propio cocinero (DG).
2. El proyecto gastronómico de Juan Andrés Morilla
Juan Andrés Morilla, chef del exclusivo y galardonado restaurante El Claustro del AC Marriott Palacio Santa Paula, en Granada, se ha asociado con José Sánchez-Montes, uno de los directores y productores andaluces más importantes, director del Festival de Cine de Granada y propietario del hotel Darabenaz, para crear su nuevo proyecto gastronómico: el singular restaurante La Marquesa.
Un proyecto que nace com un doble objetivo: revalorizar la Vega de Granada a través de la alta gastronomía e impulsar la cultura.
Se trata de un nuevo y singular establecimiento situado en la Vega Sur de Granada, en las instalaciones del hotel boutique Darabenaz. La Marquesa es un restaurante gastronómico con el sello del talento creativo y la técnica de Juan Andrés Morilla, que se refleja en una carta con un toque informal.
El nuevo proyecto del chef granadino es especial y exclusivo, como todos los negocios que ha desarrollado en su intensa carrera. Se trata de un establecimiento perfecto para momentos muy relajados, para familias o para disfrutar en un entorno único de Granada. Cuenta con un comedor interior y una agradable terraza exterior, y abre tanto para almuerzos como cenas, durante los siete días de la semana.
Juan Andrés Morilla y su equipo también gestionarán toda el área gastronómica del complejo turístico, que incluye los eventos que se realizan en este espacio único, con una historia de ocho siglos y vistas hacia la Alhambra y Sierra Nevada.
Darabenaz es un hotel boutique de sólo once habitaciones, con vestigios de su larga historia, capilla propia, jardines y piscina.
3. Un nuevo bistrot en Ribadesella
Atención a la localidad asturiana de Ribadesella; tras la sorpresa del prometedor Arbidel de Jaime Uz que se hacía con una estrella Michelin, llegaba hace varios meses otro local sugerente: María Manuela Bistró (Manuel Caso de la Villa, 20, tel. 985 860 814).
Aquí el joven chef Javier del Blanco, antes jefe de cocina del Nerua bilbaíno, apuesta por dar un nuevo aire a la cocina tradicional asturiana. La suya es una cocina con mucho sabor, con producto bien seleccionado, pero con un importante componente estético que da lugar a unos platos bellos y delicados que atraen visualmente.
Y todo ello con un toque de inspiración oriental en muchas de sus pescados El resultado: recetas originales y con personalidad propia que no olvidan sus raíces. La selección de vinos merece una mención especial.
La casa ofrece dos menús diarios a un precio atractivo: el Asturiano, inspirado en la cocina autóctona, por 23€, bodega aparte, y el María Manuela, una selección de platos de la carta del bistró formada por un entrante, un primero, dos segundos y dos postres (33€ bodega aparte). El precio medio a la carta es de 40€.
La decoración de María Manuela Bistró resulta rústica y cálida, ideal para disfrutar de su cocina, relajarse en buena compañía y disfrutar con los cinco sentidos. El local tiene capacidad para 30 comensales.
4. Ataclub, cocina mediterránea
Ataclub, el nuevo proyecto madrileño de Ana Magdalena y Tristán Figueroa (C/ Velázquez, 150, tel. 91 086 47 92), ocupa el local donde antiguamente se encontraba La Nicolasa. Allí ejercen, ella al mando de la sala y él como sumiller, estos dos profesionales bien curtidos en restaurantes como Babel, Tristana, Guisando y Martín Pescador.
En Ataclub apuestan por la buena cocina mediterránea de temporada, con platos de corte clásico y toques vanguardistas, creando así una mezcla perfecta entre tradición y modernidad.
Dividido por dos olivos liofilizados, el espacio está compuesto por una zona con mesas altas y bajas, una pequeña barra ideal para el afterwork y dos exclusivos reservados. Se trata de un elegante multiespacio, de estética minimalista y cuidado al detalle, diseñado por Alicia Navarrete y Carola Jáuregui, que han conseguido un ambiente acogedor y cosmopolita perfecto para veladas en familia, pareja o con amigos.
Al frente de los fogones de Ataclub se encuentra César Rodríguez, que ha creado una carta que aúna la cocina mediterránea con coloridos toques de cocina asiática y peruana.
Pero este local va más allá que un restaurante, ya que también se ha concebido para ir a merendar, tapear o tomar una copa después del trabajo o de cenar.
Para estas horas, entre el almuerzo y la cena, el restaurante ha creado una carta especial de pinchos y tapas: las “Tapas de la tarde”, una serie de bocados ligeros como sándwiches, pulgas, tostas y algunas raciones en miniatura de su carta.
Además, Ataclub dispone de una larga carta de cócteles y combinados premium. Atención al menú del día por 20 euros. Comer a la carta tiene un precio medio de 30-40 euros/persona.
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