Muchos nuevos restaurantes optan por la especialización como seña de identidad, bien en un concepto concreto (sushi, queso) o en una mezcla de varios (fusión de distintas cocinas, como la asiática e italiana o la asiática y la mexicana): no hay reglas a la hora de sorprender al comensal. Este es el caso de Sushi des Artistas, Poncelet Cheese Bar, Oh Bla Bla o Mexsia.
1. Sushi des Artistas, o el sushi-fusión de lujo
Atención a la rompedora propuesta de Sushi des Artistes, que tras nacer en Marbella está arrasando en Londres. Sus artífices son dos japoneses; Jay Joden, empresario y diseñador, y el chef Taka Saito, que han logrado adaptar el concepto de sushi a la estética y los gustos del público europeo más vanguardista y exigente.
La idea nació en plena Milla de Oro de Marbella, frente al mítico hotel Marbella Club. El chef Saito llegó a Europa hace más de diez años, tras consolidar su carrera en Japón, y ha logrado combinar su enorme conocimiento de la cocina japonesa con la creatividad de la gastronomía europea. El resultado es una perfecta fusión entre Japón y Europa, con un guiño especial a la cocina francesa.
La personal e impactante estética de Sushi des Artistes,, obra de Jay Joden, es toda una sorpresa y una de las atracciones de este restaurante. Se inspira en el bistró francés más exquisito, con los colores rojo, azul y blanco. La música ocupa un lugar fundamental, con la emisión de conciertos, tanto de música clásica como contemporánea, en grandes pantallas de plasma. No en vano «sorprender, divertir y emocionar» es la filosofía básica de este concepto explican sus creadores.
Un espacio pensado para clientes gourmet cosmopolitas, sibaritas y amantes de la moda. Así lo resume Jay Joden: “Sushi des Artistes es un concepto global de ambiente, gastronomía y música destinado a emocionar. A llegar al corazón. Beautiful people love beautiful things”.
El menú, idéntico para Marbella y Londres, es largo y original, con divertidos nombres. Hay entradas como La Vie en Rose, perfectas para compartir. También se ofrece una amplia variedad de sashimi y sushi (con algunos tan tan sorprendentes como pato asado con trufa negra o foie gras cocido a fuego lento con salsa de trufa y soja), además de tempuras y otros platos. Atención a los postres, que también prometen dejar «boquiabierto» al comensal.
2. Nuevo Cheese Bar de Poncelet en Barcelona
Poncelet, la tienda especializada en quesos de Jesús Pombo en Madrid, ha abierto en Barcelona un nuevo Poncelet Cheese Bar donde se pueden degustar cerca de 150 variedades de quesos artesanos nacionales e internacionales. Situado en la Avenida de Sarrià, en los bajos del hotel Meliá Barcelona Sarrià, dispone de una sala con capacidad para 85 personas y una barra de corte y degustación de quesos, además de una gran cava para albergarlos.
En este nuevo Cheese Bar barcelonés hay quesos de cabra, oveja, vaca y búfala, así como diferentes mezcla elaboradas a partir de estos tipos de leche. De todos se ofrece amplia información, y según el tipo de queso escogido, el servicio se acompaña de las confituras, salsas, membrillos, verduras y mermeladas que mejor le acompañan, además de pan. La novedad gastronómica es una carta de quesos artesanos procedentes de los Estados Unidos, una propuesta prácticamente inédita en España.
Además de los quesos, la carta incorpora platos elaborados como como los Bombones de queso manchego y velo de Pedro Ximénez; los Tomates en almíbar oriental, obleas de queso del Pas y emulsión de romesco; las Setas salteadas con virutas de queso Comtê y zumo de sobrasada mallorquina; los falsos gnocchis de queso de Zamora asados, o el bacalao confitado con crema fina de porrusalda al queso Idiazábal de Pastor ahumado.
Además de la tienda en la calle Argensola de Madrid, Poncelet abrió en 2011 su primer Cheese Bar y el pasado junio inauguró la Cheese Tavern, un puesto en el Mercado de San Ildefonso, todos en la capital española. A estos se suma el Cheese Bar de Barcelona, y en breve, otro restaurante en Sevilla.
3. Trattoria + sushi bar = Oh Bla Bla
Nacho Charrabe, creador de Bistro Bla (Prim, 13) sorprende ahora con Oh Bla Bla!, en la madrilea calle Genova 28, junto al mítico restarante Riofrío. Un revelador viaje a la India le ha llevado a apostar por lo sano y lo natural y demostrar al público que “cuidarse no es incompatible con comer fuera de casa y pasárselo bien”. Una tendencia en pleno auge ahora mismo en EE UU, sobre todo en California.
El nuevo Oh Bla Bla! fusiona la tradicional trattoria italiana con un sushi bar inspirado en el afamado Tora Sushi de Osaka. Los ingredientes son todos naturales y ecológicos: masa de pizza 100% orgánica elaborada con trigo y levaduras de cultivo biodinámico, huevos de gallinas criadas en libertad, miel y mermeladas artesanales, pollos ecológicos de un pequeño productor francés, frutas de kilómetro 0 de la Frutería Aragón y pescados del día comprados en el mercado…
A ellos se suma el pan de masa madre de Madre Hizo Pan, tés de Sri Lanka, café 100% orgánico arábico y los vinos naturales de Tom Rimbau, bodega catalana que embotella el vino en botellas de barro y las conserva en agua.
En la carta conviven en armonía pizzas, pastas y platos “japo”, con algunos platos procedentes de las cocina inca, francesa y española. En los postres, las tartas de Celicioso, sin gluten y sin lactosa.
La puesta en escena de Oh Bla Bla!, traslada a los años 50 con bancadas de sillones en verde botella, paneles de madera en las paredes, una cafetera réplica de la italiana Electra y una gran barra de cobre realizada por el estudio Lucas & Hernandez Gil que incorpora peldaños en su lateral; sobre ella, una excepcional obra de la pintora Cristina Ybarra. Todo ello compone un escenario agradable funcional en el que se puede desde desayunar hasta tomarse las últimas copas de la noche. Cuenta también con terraza, bien pertrechada para el invierno.
4. Mexsia: fusión de asiática y mexicana
Y entre estas nuevas aperturas no hay que olvidar lo último del inquieto chef Óscar Calleja (con una estrella Michelin en su Annua de San vicente de la Barquera, en Cantabria) es Mexsia, situado en pleno centro de Santander (Gándara, 3) y que aúna las fórmulas e ingredientes de dos cocinas en auge: la asiática y la mexicana.
El nuevo local luce una carta amplia, variada y enfocada a compartir, en la que el chef ha querido plasmar sus conocimientos y su pasión por la cocina de México, donde pasó nueve años de su infancia y recientemente ha asesorado un restaurante, así como sus viajes y vivencias por el continente asiático donde ha participado en talleres gastronómicos en diversos países. Al frente de los fogones de Mexsia se encuentran el argentino Lutaro Bravo, con una dilatada experiencia en Annua como jefe de cocina, y el mexicano Jaime Rojas.
Aunque hay platos más clásicos, atención a sus propuestas 100% fusión como el ceviche acapulqueño de mariscos del Cantábrico, el tiradito de bonito (del Norte) con mandarina y chalota, el niguiri de gambón, las gorditas norteñas de vieira y carabinero, la gyosa de centollo con champiñones y sake o los tacos al pastor, elaborados con presa ibérica.
El local cuenta con dos espacios diferenciados: una zona más informal a la entrada, con mesas altas, y una más relajada, con bancadas corridas de inspiración bistró, en el interior. Y para prolongar la velada, además de una amplia carta de cervezas, Mexsia ofrece gran variedad de tequilas y mezcales, cócteles de inspiración caribeña y gin tonics. Todo ello amenizado por la música en vivo del DJ residente y otros invitados, las noches de jueves a domingo.
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