Este es el «quid» de la cuestión que plantea a los hoteleros Paco Menéndez, gerente de la firma Wifisafe, en este interesante artículo. Sólo unas cifras para abrir boca: en los próximos 3 años el mercado de móviles crecerá un 81%; el de tablets un 113%, y el “internet de las cosas”, un 89%. Si ahora hay problemas ahora con un par de dispositivos wifi en la habitación, ¿qué pasará cuando se triplique el número de dispositivos por cliente?
¿Están preparados los hoteles para las necesidades de hiperconexión de los turistas futuros?
La respuesta es muy simple: las infraestructuras actuales solo han sido consideradas en términos de viabilidad económica, y no por las necesidades futuras.
Lamento ser tan sincero, pero la realidad es que NO: no están ni preparados y lo que es peor, no están concienciados. El porqué de esta situación se debe al desconocimiento tanto de las necesidades como de las soluciones ofertadas, es decir, están fallando tanto los prescriptores (que no ven más allá que la inmediatez del proyecto) como la gerencia del hotel (que sigue considerando la wifi como amenity más, como si de un champu de baño se tratase, y solo busca la reducción de inversión equipando con redes de bajo coste). Un error garrafal que le supondrá tener que reinvertir nuevamente en unos meses.
Téngalo claro: la wifi ha dejado de ser un amenity, y ahora es un servicio más del hotel.
Una wifi bien hecha genera satisfacción del cliente, mientras que una wifi «para pasar el expediente» se convierte en un servicio de baja calidad y que encima penaliza en las opiniones en los buscadores de plazas hoteleras.
Una wifi bien hecha genera satisfacción del cliente, mientras que una wifi «para pasar el expediente» se convierte en un servicio de baja calidad y que encima penaliza en las opiniones en los buscadores de plazas hoteleras
Por lo tanto, podemos adelantar que una wifi de calidad no solo fideliza clientes, sino que además genera nuevos y potenciales clientes por sus comentarios y valoraciones positivas, mientras que la wifi “pobre” colapsa la recepción de clientes insatisfechos que lo trasladarán de inmediato a las redes, haciendo que bajen las posibilidades de nuevos clientes.
Los prescriptores son los que tienen la obligación profesional de asesorar correctamente al hotel, es más, tienen que formar al cliente en las necesidades futuras que van a ser añadidas a su red.
Hasta hace poco más de tres años, el rey indiscutible en las redes wifi de los hoteles no era otro que el portátil, y la conexión estaba prácticamente limitada al área de la habitación, pero esto ha evolucionado tan rápidamente que hoy no se concibe un cliente sin un smartpone de última generación.
En solo los próximos tres años, hasta el 2017:
- El mercado de móviles crecerá un 81%
- El de tablets un 113%
- Y el “internet de las cosas” crecerá un 89%
Y cada año se triplica el consumo de datos de móviles
Si ya tenía problemas ahora con un par de dispositivos wifi en la habitación, ¿se imagina cuando se triplique el número de dispositivos wifi por cliente?
Tecnología obsoleta
Actualmente las redes wifi de los hoteles se basan mayoritariamente en los estándares mas comunes 802.11b/g y en el mejor de los casos en el 802.11n. Estándares que hoy en día ya son obsoletos con la irrupción del nuevo 802.11ac, que prácticamente ya incorporan la totalidad de nuevos dispositivos tecnológicos que se venden hoy en día
Pensemos por un momento en la evolución de los standares y su capacidad:
· En 1999 surgió el 802.11b, que nos ofrecía una velocidad (teórica, que no real) de 11 mbps
· En el 2003 lanzaron el 802.11g, con velocidades nuevamente teóricas de 54Mbps
· En 2009, solo hace 5 años, nació el 802.11n, con también nuevo incremento de velocidad hasta 150Mbps
· Hoy, en el 2014, ya tenemos el 802.11ac con promesas de velocidad de hasta 1,3Gbps.
Es absurdo seguir adquiriendo equipos con tecnología obsoleta para nuestro hotel, cuando nosotros mismos, como consumidores de tecnología, no adquiriríamos para nuestro uso personal un equipo con una antigüedad de más de 3 años
Por lo tanto, es absurdo seguir adquiriendo equipos con tecnología obsoleta, cuando nosotros mismos, como consumidores de tecnología, no adquiriríamos para nuestro uso personal un equipo con una antigüedad de más de 3 años. ¿Quién se compra un smartphone, un televisor, un PC o una lavadora de hace más de 3 años? Prácticamente nadie, a no ser que acudamos a un outlet donde vende productos desfasados a precios de liquidación de stocks.
Así pues, permítanme otra pregunta. Si prácticamente la totalidad de sus clientes van a traer consigo equipos tecnológicos de última generación ¿por qué se empeña en adquirir equipos que por su antigüedad “tecnológica” son incompatibles con los standares de sus clientes?
Diariamente me consultan hoteles y me explican sus necesidades actuales, sin tener en cuenta que en menos de un año la necesidad de sus clientes será otra. ¿No es absurdo comprar e invertir en algo que ya saben que es obsoleto? La respuesta es obvia, pero la culpa la tiene en un 50% el prescriptor, por no hacer valer sus teóricos conocimientos de los estándares del mercado y avisar al cliente, y en otro 50% el comprador, que simplemente se está fijando en lo que puso en su día el hotel de al lado, o entra en la web de tal hotel y ve que la wifi que ofrecen sigue siendo una de 11b/g, y no se deja asesorar correctamente.
Este pasado mes de octubre, los ingresos totales generados por la banda ancha ya superaron los móviles a todos los dispositivos fijos que existen en España.
Objetivo: ofrecer nuevos y mejores servicios
Ante estos argumentos, muchos me dirán que la tecnología de última generación es más cara... y efectivamente lo es. Pero más caro es poner algo barato para salir del paso y volver a invertir dentro de un año con otro nuevo equipo para ponerse al día (o ya estará nuevamente fuera de juego).
Los que invierten el tecnología de última generación rentabilizarán la red diferenciando servicios, mientras para los que opten por la solución barata será nuevamente un coste, una actualización para no quedarse atrás.
El hotel que dispone de la última tecnología puede vender servicios hoy que los otros no pueden, ya que los clientes futuros van a demandar cada vez más caudal, más servicio, mejor cobertura, y van a traer más aplicaciones instaladas que aumentarán el consumo
Lo que si es cierto es que el que dispone de la última tecnología puede vender servicios hoy que los otros no pueden, ya que los clientes futuros van a demandar cada vez más caudal, más servicio, mejor cobertura, y van a traer más aplicaciones instaladas que aumentarán el consumo.
Recuerde cómo los primeros que ofrecían wifi en sus inicios eran capaces de amortizar las instalaciones con cada usuario que tenían. Sin embargo el resto de hoteles han actuado a modo de “mala copia”, instalando equipos económicos y poniendo el cartelito de que tienen wifi, cuando en el 60% de los casos son incapaces de gestionar la red o de controlar los equipos, y siguen sin poder cobrar por un servicio (el cual el cliente está dispuesto a pagar un precio razonable).
La importancia del soporte y la asistencia
No solo los equipos hacen una red wifi robusta y segura, sino también el soporte y la asistencia son elementales, pues estamos hablando de tecnología.
El 98% de los equipos instalados en los hoteles jamás ha sido objeto de una actualización de firmware de sus dispositivos. Siguen ahí como el primer día, y los hoteleros ni saben, ni pueden, ni quieren o les importa. El problema de base es que su socio tecnológico deja mucho que desear, pues el 88% de las instalaciones wifi en hoteles los hoteleros no reciben ni adecuada formación previa, ni apoyo o soporte después de la instalación.
Una instalación wifi en un hotel no es simplemente seleccionar una marca/producto: ha de realizarse un estudio previo de necesidades y hacer comprender hotelero que es una inversión a medio plazo, y que de su elección dependerá la satisfacción de sus clientes los próximos años
Una instalación wifi en un hotel no es simplemente seleccionar una marca/producto: ha de realizarse un estudio previo de necesidades y hacer comprender hotelero que es una inversión a medio plazo, y que de su elección dependerá la satisfacción de sus clientes los próximos años.
Por último, seamos coherentes: hemos de pensar que hablamos de redes tecnológicas de última generación, no de equipos que se adquieran en cualquier tienda on-line o en la tienda de la esquina. Son equipos de uso profesional, no de uso doméstico.
Confíe en profesionales acreditados y valore mucho la formación e información antes de tomar una decisión que en muchos casos es de miles de euros. No es un gasto más: es una inversión y una diferenciación más del establecimiento que posesionará al hotel entre los mejores si se hace bien, o en el grupo de cola.