He aquí la segunda parte esta selección de cervezas especiales y con personalidad; en este caso, todas ellas artesanales. Dos de ellas sólo se pueden disfrutar en sus respectivos establecimientos. ¿Se lanzarán más restaurantes a producir sus propias cervezas?

5. Cerveza artesana con sabor a fresa de Huelva

El pasado verano nacía Tartessos fresa, la primera cerveza artesana con fresa de Huelva, de color rosado y sabor característico que no dejará indiferente a nadie. Detrás están dos jóvenes emprendedores onubenses, Alejandro Calero y Carlos Vázquez, que tras más de un año de pruebas lograban producir la primera cerveza artesana con sabor a fresa de Andalucía.
Con un peculiar sabor a medio camino entre el dulce y el amargo, esta cerveza destaca por su textura y su intenso sabor a fresa de Huelva, fruto que le da su especial tono rojizo.
Su producción es completamente artesanal y fruto de un largo proceso de experimentación a partir de equipos de fabricación diseñados íntegramente por los dos socios impulsores del proyecto.
A Tartessos fresa se suman otras dos variedades: Rubia (liviana y poco amarga, pero de sabor intenso) y Oro (de cuerpo medio y amargor medio/alto). En los tres casos se trata de una cerveza 100% artesanal y elaborada con ingredientes naturales: cebada y trigo malteados, lúpulos, levadura y agua, sin filtrar ni pasteurizar. La carbonatación se produce en botella, de manera natural, sin aditivos ni conservantes. Se presentan en botellas de 330 ml.
Pide más info sobre estas cervezas aquí.
 

6. La primera cerveza artesana de Guadalajara

También en verano se empezaba a comercializar Arriaca, la primera cerveza artesana que se elabora en la provincia de Guadalajara, en una microcervecería situada en Yunquera de Henares (Guadalajara). El nombre hace referencia a un asentamiento celtíbero que precedió a la ciudad de Guadalajara.
Su objetivo es convertirse en la cerveza de referencia de Guadalajara y llegar a una producción de 200.000 litros anuales. Para ello cuentan con el agua de alta calidad del río Sorbe; lúpulos muy aromáticos y maltas de importación de alta calidad, mezclados con grano propio de la comarca de La Campiña, en Guadalajara, y el máximo respeto al proceso original cervecero, sin filtrar ni pasteurizar, ni añadir aditivos. La carbonización es la  generada durante la fermentación natural del mosto.
La gama varietal de cervezas artesanas se compone de una rubia tipo Ale ligera, ideal como aperitivo; una cerveza de trigo de cuerpo medio y delicado que va bien con mariscos y quesos semicurados; la Doble Ipa, con marcado carácter a lúpulo, cremosa, compleja  y excelente para maridar con carnes rojas, asados, caza, guisos, quesos fuertes o patés, y la Imperial Porter, negra con matices torrefactos de café y chocolate, perfecta para degustarla sola o acompañando postres.
¿Interesado en Arricaca? Pide más info aquí.
 

7. Madrileña y lupulada

Conocida como la cerveza artesanal de Madrid, La Virgen es, además de auténtica cerveza madrileña de cebada y lúpulo, elaborada con recursos sostenibles, un interesante proyecto gastronómico.
Entre sus variedades, Madrid 360 es una cerveza artesana elaborada «sin trucos y sin prisas», de tono rubio pálido, que se presenta en un formato pequeño de 25 cl, asegurando una explosión lupulada en la boca.
Una cerveza perfecta para todos los días, ligera y refrescante, con una chispa de sabor que abarca los diferentes tipos de malta de Madrid. Incorpora un toque genial de agua de la Sierra de Madrid para hacerla aún más memorable.
Como en el resto de cervezas de la gama, en Madrid 360 no se encontrará arroz, maíz ni otros aditivos. Además, esta lager con extra de lúpulo no se pasteuriza y se deja fermentar más tiempo para conseguir su sabor fresco e intenso
Puede encontrarse en la fábrica de Cervezas La Virgen, abierta al público, y una selección de bares y restaurantes de todo Madrid. Pide más info aquí.
 

8. Para tomar con comida ecuatoriana

Los maestros cerveceros de Cerveza Sagra y el chef Miguel Xavier Monar se han unido para elaborar Kichwa, una cerveza exclusiva que únicamente se puede tomar en el restaurante Paralelo Cero, como complemento perfecto a la cocina ecuatoriana.
Según cuenta el chef Monar, «la cultura gastronómica del Ecuador está ligada a la cerveza, la bebida perfecta para armonizar con nuestra cocina». De este modo, tras un período de pruebas buscando el sabor más idóneo nacía esta cerveza que debe su nombre al idioma ancestral de los indígenas de Ecuador.
Kichwa es una cerveza artesanal 100% cebada, sin otros granos adicionales. Es una cerveza rubia de tipo Ale, con gusto y aromas frutales debido a una combinación de las mejores variedades de malta y lúpulo. Sólo se añaden otros dos ingredientes: agua y levadura, para obtener una cerveza de 5,4% de volumen alcohólico.
Se presenta en grifo, en formato de 33cl y también en botellas de 75cl para compartir en mesa.
Paralelo Cero (Villanueva 21, Madrid) es el único restaurante que ofrece alta cocina ecuatoriana en España, con una oferta gastronómica de calidad. Al mando se halla el chef ecuatoriano Miguel Xavier Monar, responsable de una carta que es todo un homenaje a la cocina ecuatoriana, con presentaciones modernas y sabores puestos al día.
 

9. Cerveza artesana alemana en Madrid

El madrileño Naturbier (Plaza de Santa Ana, 9) es un restaurante  que alberga en sus entrañas su propia fábrica de cerveza artesanal de la que prácticamente se bebe según se fermenta.
En 2o14 se han cumplido 25 años desde el nacimiento de esta popular cerveza que surgió entre las paredes del mismo local y de la que se fabrican al año 120.000 litros, cantidad nada desdeñable teniendo en cuenta que sólo se vende en en el propio local.
La cerveza, como el restaurante, es una mezcla de ingredientes principalmente hispano – alemanes de gran calidad: agua madrileña; maltas de de Madrid y de Alemania, y lúpulo procedente, además de Alemania, de Estados Unidos y Tasmania. En su producción se siguen los estrictos métodos y niveles de calidad de los maestros cerveceros alemanes.
En Naturbier se elaboran tres variedades: una rubia y adictiva Lager de Baviera (Helle), con cuerpo pero poco amarga; una tostada Lager tipo Bock (Dunkel), acaramelada, más fuerte y con un sabor más intenso, y la última en llegar, la Dry Hopped Lager, de intenso aroma  y alto contenido alcohólico (6.5%) debido a que el lúpulo se añade al finalizar la fase de fermentación.
Lo mejor, que no se acaban: la producción es constante en este típico local de aire bávaro desde 1.990, gracias a que el maestro cervecero Alex Schmid elabora remesas periódicamente.  Y para acompañarlas, nada como la fusión de platos hispano-alemanes de la carta.
 

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