Camas mullidas, de un blanco inmaculado, que invitan al relax… El huésped de un hotel pasa la mayor parte de su estancia en la cama, por lo que la inversión en lencería de calidad es clave, ya que hace que la experiencia del huésped se convierta en única e irrepetible. Y no sólo eso: puede convertirse en un importante ahorro de costes para el establecimiento, nos explican desde la firma Vayoil Textil.

El desembarco de las cadenas internacionales en nuestro país, junto con la llegada de cada vez más turistas del norte de Europa, ha hecho que la forma de vestir la cama del hotel cambie en los últimos años. Aunque este cambio ha influido en menor medida en los establecimientos vacacionales, más estacionales, en general se ha pasado de la cama tradicional española (con sus sábanas, mantas y colchas de noche) a la cama con edredones nórdicos y sus fundas nórdicas.
«Cuando en Vayoil Textil identificamos esta tendencia, realizamos un estudio exhaustivo que dio como resultado el informe “La arquitectura de la cama”, un concepto que en su día ayudó mucho, y sigue haciéndolo, a los hosteleros para ponerse al día en esta tendencia que entró para quedarse, ya que  es un buen resumen de lo que es más valorado por los huéspedes», explica Luis Esteve, director general de Vayoil. «Hoy es casi un manual para muchos establecimientos, a los que ayuda a dotar a la cama de una mayor sensación de relax y bienestar, que entra por los ojos del huésped».
La importancia de la sábana
Hoy en día las camas de hotel son fundamentalmente blancas. Las fundas de edredón se fabrican en su mayoría en color blanco, «por su sensación de limpieza, por su mejor tratamiento en las lavanderías y ahora, en los últimos años, porque el blanco es tendencia», afirma el director general de Vayoil. «El toque de color o más decorativo lo ponen los acabados de estas prendas: bordados, festones, aplicaciones….y por supuesto, los plaids y los cuadrantes a conjunto. Con estos elementos conseguimos integrar aún más la decoración de la cama con el conjunto de la habitación».
Pese a modas y tendencias, desde esta firma valenciana opinan que la gran protagonista de la lencería de habitación «es y será la sábana, junto con la funda de almohada. Son prendas que están en contacto directo con la piel del huésped y ofrecen gran versatilidad, ya que, además del gran catálogo de calidades, tejidos y diseños, también se pueden personalizar con todo tipo de bordados, con festones, vainicas, aplicaciones….».

“Una buena sábana, con composición de algodón 100%, fabricada con materia prima de primera calidad y fibras largas peinadas que aportan suavidad, transpirabilidad y frescura, hacen que la experiencia del huésped se convierta en única”

«Además, no podemos olvidar que el huésped para la mayor parte de su estancia en el hotel precisamente en la cama. Invertir en calidad en las sábanas es una inversión segura», afirma Luis Esteve. «Una buena sábana, con composición de algodón 100%, fabricada con materia prima de primera calidad y fibras largas peinadas que aportan suavidad, transpirabilidad y frescura, hacen que la experiencia del huésped se convierta en única e irrepetible».
Asesoramiento y calidad comprobable
Pero ¿se dejan aconsejar los establecimientos hoteleros a la hora de elegir lencería para la habitación? Aunque en general en los hoteles las características de los productos que utilizan viene marcados por el departamento de calidad o por sus propios informes de los históricos de compras, también es cierto que el jefe de compras es el responsable de todas las compras que se realizan en un hotel (desde productos de alimentación hasta la lencería, los artículos de decoración, mobiliario…) «y, por tanto, no puede saber de todo», explica el directivo de Vayoil. «Por esta razón, a muchos de ellos les gusta escuchar cuál es la opinión del experto en cada uno de los productos que compra».

En el caso de Vayoil Textil, «queremos transmitir el conocimiento exhaustivo de los productos que fabricamos a los responsables de la compra, para acompañarle en el proceso. Somos especialistas en unos artículos tan técnicos como son los textiles para el hotel, donde prendas aparentemente iguales pueden dar resultados muy diferentes cuando se las estudia y realizan análisis comparativos».
Algo cada vez más fácil de realizar, ya que hoy en día muchas lavanderías han instalado sistemas RFID que permiten saber exactamente la duración en lavados de cada prenda. Este sistema está basado en unos dispositivos electrónicos (tags) que van cosidos a las prendas en su proceso de confección. «Como somos nosotros, los fabricantes de lencería, los que instalamos estos dispositivos en las prendas, los responsables de compra pueden comprobar la duración real de cada prenda, ahora que  el sistema RFID ha saltado de las lavanderías a los hoteles. «Este dato de la duración nos reconoce de forma expresa, a los fabricantes de lencería de calidad,  la labor que existe detrás de la fabricación de una prenda», afirma Luis Esteve.
Al final de la vida de un artículo, el hotelero podrá saber su verdadero costo, que es lo que le ha resultado de la relación entre el número de utilizaciones (duración) y lo que pagó por él. Tras unos años en que la motivación de compra ha sido el precio más bajo, hoy parece, por fin, que se ha entendido este concepto. En el caso de Vayoil Textil ya han notado no sólo un incremento en los programas de compra, sino una vuelta a pagar un poco más, «pero eso sí, con mayor calidad, que es equivalente a mayor duración. Esta es la tendencia actual que caracterizará la nueva temporada».
Contacte aquí con Vayoil Textil.