¿Qué demanda actualmente el cliente de restaurante? No sólo calidad y precio, sino el ser sorprendido, vivir toda una experiencia. Y eso es precisamente lo que ofrecen estos tres nuevos conceptos hosteleros, dos madrileños, el tercero de León: experiencias distintas como combinar cena, copas y discoteca en el mismo lugar; vivir una comida o cena «de película», o quedarse boquiabierto con platos que no son lo que parecen en un original juego gastronómico.
1. Retobar, restaurante y disco
He aquí la apuesta más novedosa y arriesgada del Grupo Oter. Un concepto rompedor y moderno que fusiona cocina, decoración y música en el centro financiero de la capital.
Con una filosofía “non stop”, abierto todos los días de 12 del mediodía a 6 de la mañana, Reto Bar (Orense, 68) permite al cliente prolongar su comida, iniciar un temprano afterwork o terminar su cena tomando una copa en la discoteca.
Decorado por el prestigioso estudio Cousi, en Reto («Oter» al revés) Bar se percibe el gusto por el detalle y ofrece al cliente experiencias a medida que elegirá al realizar su reserva.
En su planta baja está el restaurante, un confortable espacio con plantas naturales, una acogedora chimenea, sillones vintage y originales lámparas de pie, que hacen sentir al comensal como si estuviera en el salón su casa.
En la planta principal está la discoteca, donde destacan las dos espectaculares barras repletas de los mejores destilados. Las paredes de alabastro retroiluminadas crean un ambiente cálido por el día y colorido y animado por la noche. La madera de nogal en techo y de roble en el suelo diferencia el área de restaurante dentro de esta zona, un pequeño oasis dentro la discoteca. Un lugar ideal para continuar o empezar la noche bailando, y muy adecuado para grandes eventos de hasta 300 personas.
Por su ubicación, dimensiones, instalaciones y sus vanguardistas equipos audiovisuales, Reto Bar es un espacio idóneo para realizar todo tipo de eventos.
Su corta pero completa carta está marcada por la calidad y el cuidado del producto. Al frente de los fogones está el italiano Stefano Franzi, que se basa en productos de temporada, donde la cocina italiana convive a la perfección con la mediterránea. Hay platos a compartir, ensaladas y verduras a la parrilla, además de pastas, carnes y pescados. Una amplia carta de vinos, postres caseros y una gran carta de destilados y cócteles completan el panorama gastronómico en Reto. El precio medio del menú ronda los 30€ (sin vino).
2. ComerDcine, una experiencia de película
Con todo el encanto del séptimo arte capturado en sus paredes, ComerDcine se ha concebido como un restaurante para sorprender a alguien especial y alargar la cena en alguno de los cómodos sofás blancos que rodean el restaurante con un buen combinado.
Detrás están los hermanos Sergio y Javier Freile, amantes del cine y de la gastronomía, que han logrado mezclaréxito sus dos pasiones. Sergio, Brand Ambassador de grandes marcas, prepara copas únicas e imparte talleres sobre coctelería y hostelería con su hermano.
El elegante comedor, en blanco y negro, incluye un pequeño rincón chill out con proyector, y en la planta baja, una zona diáfana custodiada por estatuillas de los Oscar, que se puede adaptar para acoger cualquier charla, evento o fiesta privada. Todo el recorrido está acompañado por personajes emblemáticos del celuloide como Frankenstein, la Pantera Rosa, King Kong o los pájaros de Hitchcock.
En el backstage está el chef Sergio Oré, con experiencia en restaurantes como El Olivo, y con un amplio conocimiento de las cocinas japonesa, china, tailandesa y peruana. En ComerDcine ofrece propuestas más nacionales pero con sorpresas que pueden llegar de cualquier rincón del mundo; una oferta original con buena relación calidad-precio: el precio medio del restaurante es de 37 €, y durante la semana ofrece menú del día por 12,95 €.
Para el aperitivo, el afterwork y las sobremesas los hermanos Freile ofrecen un amplio abanico de tragos clásicos y modernos, con gin-tonics a 8 € e invenciones propias como el Blue Demon o el Amarena Fashioned, entre 6 y 7 €. Hay más de 60 destilados premium y 100 referencias de vino, algunas por copas.
Para redondear la velada, hay que saber que ComerDcine está integrado dentro del hotel DormirDcine, con 85 habitaciones espectaculares, ambientadas cada una en un film diferente.
3. Delirios: pensado para sorprender
Nos trasladamos hasta León para conocer la «locura»del chef Javier Rodríguez en su restaurante Delirios. Tras haber pasado por los fogones de Coque o La Terraza del Casino, este chef decidió plantar cara a la crisis y hacer realidad su sueño: un restaurante en continua transformación, que en sí mismo es una sorpresa.
Su joven y experimentado equipo tiene una filosofía muy clara: crear recetas que atrapen al comensal y le hagan vivir una experiencia original, una especie de juego gastronómico. Por eso su carta cambia cada dos meses, basándose siempre en la temporalidad. Aunque la cocina es innovadora, su base es una cocina tradicional en la que el producto es el auténtico protagonista.
En Delirios los platos son muy atractivos e impactantes visualmente, y cada detalle se cuida al máximo para que la visita se disfrute con los cinco sentidos. Un ejemplo: la Croqueta de huevo cocido, una especie de trampantojo de huevo frito que contiene en su interior una yema líquida que estalla en la boca, o los Guisantes con jamón, pequeñas esferificaciones de guisante y crujiente de jamón ibérico que se acompañan con un caldo del mismo.
Más sorpresas: las Brochetas de rape a la plancha con papada de cerdo blanco y tortilla de patata líquida, o el Cochinillo segoviano a baja temperatura, deshuesado y tostado con naranja en texturas y helado de “ace”.
Hay dos menús para saborear esta “locura”: Delirios (tres tapas, un primero, dos segundos y un postre, por 18€) y el Menú Gastronómico (tres tapas, dos entrantes, dos segundos y dos postres por 37€), IVA incluido. Pueden acompañarse con elecciones de su bodega por 9€ y 11,80€ más, respectivamente.
La carta de vinos cambia dos veces al año y por supuesto se aleja del clasicismo, apostando por bodegas jóvenes, D.O. emergentes y vinos de autor por copas, medias botellas, etc.
La ambientación del local también potencia la frescura del restaurante, y hasta el montaje de las mesas cambia puntualmente, de manera que cada visita promete ser toda una experiencia.
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