La regulación española actualmente en vigor permite vapear o consumir cigarrillos electrónicos en ciertos espacios públicos, como bares y restaurantes, informa la Federación Española de Hostelería (Fehr). Queda en manos del hostelero la decisión de permitir vapear en su establecimiento.
España ha sido uno de los primeros países de la UE en regular el uso de los cigarrillos electrónicos, aunque la gran mayoría de los hosteleros desconoce que la ley vigente permite el consumo de estos productos (lo que se conoce como vapear) en espacios públicos cerrados como bares y restaurantes.
Ante el interés creciente por parte de los clientes de locales hosteleros y el desconocimiento de los detalles concretos de la normativa española sobre el consumo de cigarrillos electrónicos en espacios cerrados, la Federación Española de Hostelería ha iniciado una campaña de información a sus asociados
Permitido vapear en los locales hosteleros
La regulación española actualmente en vigor permite el consumo de cigarrillos electrónicos en bares y restaurantes, informa la Fehr. Es el propio hostelero quien decide si permite capear o no en su establecimiento.
Desde abril de 2014, España es uno de los primeros países de la UE en regular el uso de estos dispositivos, priorizando la protección a los menores, para los que ya queda prohibida la publicidad y también el consumo. Además, se prohíbe el consumo en centros educativos y zonas infantiles, centros sanitarios, centros de las Administraciones Públicas, servicios de atención al ciudadano y transporte público.
La publicidad de los cigarrillos electrónicos debe incluir de un modo claramente visible que estos contienen nicotina, una sustancia altamente adictiva. Se prohíben los anuncios de los cigarrillos electrónicos o ‘e-cigs’ en los soportes o franjas horarias dirigidas a los menores.
La regulación española actualmente en vigor permite el consumo de cigarrillos electrónicos en bares y restaurantes. Es el propio hostelero quien decide si permite capear o no en su establecimiento
La legislación actual
Actualmente, España está finalizando la transposición y adaptación de la Directiva Europea de Productos del Tabaco al ordenamiento jurídico nacional.
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad publicó en julio de este año el proyecto de Real Decreto que traspone al ámbito español los nuevos requerimientos de dicha directiva. El proyecto también incluye nuevas restricciones sobre el cigarrillo electrónico, que entre otras afecta a la venta, la publicidad, la seguridad y calidad.
En cuanto a las ventas, se prohíben a y por menores de 18 años. El uso del cigarrillo electrónico en canal horeca no se ve modificado, por lo tanto el hostelero podrá permitir o no su uso.
Campaña informativa de la Fehr
La Federación Española de Hostelería (Fehr) ha iniciado una campaña informativa dirigida tanto a los hosteleros como sus clientes a fin de que todos ellos tengan clara la normativa actual en materia de consumo de cigarrillos electrónicos.
Para ello, ha creado para los establecimientos asociados unos adhesivos para ser colocados en las puertas de acceso o en lugares bien visibles del local, con la leyenda: “Aquí se puede capear”. Los locales que disponen de cartelería digital Playthe.net están emitiendo también este mensaje a través de sus pantallas.
Sobre los cigarrillos electrónicos
Los cigarrillos electrónicos son dispositivos que funcionan con una batería para transformar la nicotina líquida en vapor. Se componen de una batería, un cartucho (con un líquido que suele contener propilenglicol y/o glicerina de origen vegetal, nicotina procedente de la planta del tabaco, agua y aromatizantes) y un vaporizador o atomizador que calienta el líquido para producir el vapor que es inhalado por el consumidor adulto. Los cigarrillos electrónicos producen vapor a diferencia de los cigarrillos convencionales, que producen humo derivado de la combustión del tabaco.
Aunque se requieren más estudios científicos sobre este producto, alguno de los datos disponibles en la actualidad parecen indicar que, en comparación con los convencionales, los cigarrillos electrónicos, aunque no exentos de riesgos, podrían ser productos de riesgo reducido al no contar con los componentes tóxicos perjudiciales presentes en el humo del tabaco y originados durante la combustión. No generan ni humo ni ceniza, «y el olor es casi imperceptible», señalan desde la Fehr.
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Aquí lo que pasa es que hay mucha desinformación con este tema. En la actualidad, es cierto que por desgracia, el cigarrillo electrónico no está prohibido en la hostelería, peeeeeero hay un matiz:
Antes cuando los cigarrillos normales se veían mucho en bares y restaurantes (esto es, estaba permitido su uso) el establecimiento podía de todas formas vetar si quería o no el que se fumara dentro de sus muros y hacer de su establecimiento un sitio de «no fumadores» (pese a que la ley permitía que los fumadores fumaran en su bar, el dueño podía prohibir el tabaco).
Hoy con el cigarrillo electrónico pasa lo mismo. Se permite su uso en bares y restaurantes peeeeeeeeeero, eso no significa que los que usan el cigarrillo electrónico puedan fumar dentro del bar y decir «ey, la ley me ampara y se permite que yo fume aquí dentro». El del bar tiene la potestad para decirle «mire, prefiero que aquí dentro no se fume, ni cigarrillo normal ni electrónico».
En caso de que se vea a un fumador de cigarrillo electrónico en un bar un no fumador siempre puede preguntar al dueño qué piensa al respecto, si deja fumar o no en su negocio y sabiendo lo que opina, se puede obrar en consecuencia.
Mucha gente desconoce esto (que el bar puede ejercer el derecho de admisión de fumadores normales y «alternativos») y a veces personas que no fuman ante un fumador de cigarrillo electrónico que suelte «eh, puedo fumar, no está prohibido, lo permite la ley» se callan la boca, y dejan que el otro siga fumando y haciendo de los demás «no fumadores» fumadores pasivos (se le llama vapeo pero no es tal, no echan esos cacharros vapor de agua a secas, es más, el dibujo en el botecito de las recargas muestra una hermosa calavera (producto venenoso)).
A mi no me importa que la gente fume cigarrilos electrónicos, mientras lo hagan en su casa o en la calle, ningún problema. Seamos educados y no hagamos las cosas solo si son legales sino si lo que se hace es bueno para nuestro vecino o se perjudica a alguien. No fumemos en sitios donde haya más gente concentrada como un bar porque dentro pueden haber fumadores y no fumadores y un no fumador no tiene por qué chuparse el humo de uno que fuma.