La cerveza y el vino son dos de las bebidas alcohólicas de mayor consumo en España. ¿Cómo se están consumiendo? ¿Qué pide el consumidor? ¿Se están adaptando a las exigencias del público? Un estudio de Now/Unit, la unidad de innovación y estrategia de dommo.x, nos da las claves.
La cerveza: artesana y premium
La cerveza es la bebida más consumida fuera del hogar en España, y la bebida alcohólica más consumida del planeta. Un producto con más de 4.000 años a sus espaldas y una evolución y velocidad de desarrollo imparables. La industria cervecera está cambiando, a la vez que los hábitos de consumo. Estas son las principales tendencias, según el estudio de Now/Unit:
- Las cervezas artesanas conquistan el mercado: surgen cervezas artesanales que apuestan por la diversidad: nuevos ingredientes, recetas locales o procesos de elaboración que conquistan al consumidor. El número de microfábricas ha crecido cerca del 1.600 en los últimos siete años, y hoy un total de 361 compañías se dedicana la actividad cervecera en España. Los productos locales crecen en todas las categorías ofreciendo una gran gama y adueñándose de los beneficios naturales y más saludables frente a las bebidas más industriales.
- La cultura cervecera, motor de la categoría: España siempre ha sido un país consumidor de cerveza. Desde la popularización de los kits para elaborar cerveza en casa como regalo hasta la proliferación de ferias y eventos especializados, la cerveza está más de moda que nunca, y el movimiento cervecero cuenta con un 3% de crecimiento interanual.
- La cerveza se vuelve un producto premium: se ha pasado de la “litrona” a la cerveza de lujo. La categoría está evolucionando hacia nuevos espacios. Las cerveceras intensifican sus lazos con la restauración y utilizan las figuras de grandes chefs: las marcas de cerveza empiezan a utilizar procesos procedentes de otras categorías. Ahora, es el consumidor gourmet el que se convierte en sommelier, elevando la cerveza a un mundo más exquisito, impensable hace unos años.
Vino: historias de marca y revolución digital
España es el tercer país productor de vino a nivel mundial. Los nuevos consumidores, la digitalización e incluso el impacto del cambio climático han cambiado el panorama del mundo del vino. Nuevos lugares, historias y productores introducen nuevos aires en este sector con más de 8.000 años de historia.
- Nuevos países productores: Con cada grado centígrado que aumenta la temperatura del planeta, los lugares idóneos para cultivar vino se desplazan. Hoy sorprende que surjan nuevas zonas de producción de vino de calidad de diferentes variedades que nunca esperaríamos como China, Japón o India, pero en unos años dejará de ser una sorpresa. Países impensables podrían llegar a ser la cuna del vino: China se convertirá, en los próximos cinco años, en el país mayor productor de vino. Nueva Zelanda ya posee 20.000 hectáreas dedicadas a su producción, y sus vinos están entre los siete mejores del mundo, según la revista Wine Spectator.
- Las historias de la marca importan más que nunca: el consumidor ya no busca únicamente un vino: el storytelling, la historia que hay detrás, y la imagen, el packaging, son muy importantes, ya que las experiencias y sensaciones más emocionales cobran más importancia. Las generaciones que vienen no confiarán en un vino por ser más caro o por su procedencia de los viñedos más antiguos.
- La revolución digital también llega al vino. Hoy en día, cada vez más, las bodegas cuentan con sus propias plataformas que ponen el mundo del vino al alcance de cualquiera. El consumidor está más cerca del conocimiento que nunca, con apps como Crync, que, con solo escanear la etiqueta ofrecen toda la información y puntuación sobre un vino, o como Vinebox, con un servicio de suscripción digital que envía vino mensualmente, a través de varios tubos monodosis para que el consumidor pruebe y experimente en primera persona las diferentes variedades. El conocimiento del vino se democratiza gracias a su entrada en el mundo digital.