Los fabricantes de bebidas espirituosa rechazan de plano la subida de un 5% de los impuestos especiales a las bebidas espirituosas que ha anunciado el Gobierno. Además de considerarla «estéril e injustificada», advierten que afectará a la hostelería y al turismo.
La Federación Española de Bebidas Espirituosas (Febe) cree que la subida de impuestos es una medida desacertada: no conseguirá el objetivo buscado de aumentar la recaudación y castigará de forma exclusiva a una industria compuesta en su gran mayoría por pequeñas y medianas empresas familiares y que ya acumula una caída de ventas del 40% en los últimos años.
Para la patronal de los espirituosos, la subida impactará en muchos negocios tradicionales y en sectores claves de la economía como la agricultura, la hostelería y el turismo.
«El impacto de la subida no es neutro para el sector de bebidas alcohólicas, ni lo es para la hostelería, ni para la recaudación, que de hecho bajará como ocurrió en 2013, cuando se subieron los impuestos especiales a las bebidas espirituosas», señala explica Bosco Torremocha, director ejecutivo de Febe. «Además, será muy negativo para la hostelería y acabará fomentando el fraude y el contrabando».
Como principal canal de distribución, con un 70% del consumo de espirituosos, la medida va a impactar directamente en el sector hostelero, cuya facturación depende de las ventas de bebidas alcohólicas en más de un 30%.
La del alcohol no va a ser sólo la única subida de impuestos que va a afectar a la hostelería: también se van a gravar más los refrescos azucarados, el tabaco y el petróleo
Reivindicaciones históricas
El sector de los espirituosos viene reclamando históricamente su discriminación impositiva frente a bebidas también alcohólicas como el vino o la cerveza, con una carga menor, y a los que parecer ser que no afectarán las nuevas subidas.
Las bebidas espirituosas representan sólo el 6% de los litros de bebidas alcohólicas consumidos en España y sin embargo aportan más del 75% del total de lo recaudado por el impuesto. “Aumentando los impuestos al 6% del total es imposible impactar a la recaudación», señala el director de Febe. «Nuestras empresas están ya sometidas a una elevada carga fiscal, por lo que esta medida sólo ahonda en un modelo que se ha demostrado ineficaz para recaudar. Si lo que se perseguía era recaudar más, habría que haber pensado en reformar la estructura del impuesto especial».
Por todo ello, Febe considera que la subida de impuestos especiales ha de abordarse de manera transitoria, «y debería de estar condicionada a que desde su fecha de entrada en vigor hasta la fecha de elaboración de los próximos Presupuestos Generales del Estado, se realice un estudio de impacto de este incremento impositivo sobre la recaudación sobre impuestos especiales aplicables a las bebidas con contenido alcohólico y su repercusión en el consumo, garantizando la equidad fiscal».
El sector de bebidas espirituosas en España da trabajo a 300.000 personas directa o indirectamente, y cuenta con 3.800 centros, cuya producción se destina en un 40% a la exportación. Actualmente contribuye con más de 1.300 millones de euros a la Hacienda pública en concepto de impuestos indirectos.
Más subidas
La del alcohol no va a ser sólo la única subida de impuestos que va a afectar a la hostelería: también se van a gravar más los refrescos azucarados, el tabaco y el petróleo, lo que obligará a los hosteleros a controlar al máximo los costes, los precios y la gestión de compras.