Muchas cervezas pueden acompañar perfectamente una comida, pero ¿es una práctica que va en aumento? ¿Desde los restaurantes se sugiere el comer con cerveza? Preguntamos sobre cerveza y maridaje al experto beer sommelier Julio Cerezo durante la última “Noche Cervezas Alhambra” celebrada en Bilbao.
Hasta ahora lo más habitual en nuestro ámbito geográfico era disfrutar del clásico «tapeo» con cerveza y reservar el espacio del maridaje gastronómico al vino, entendiendo éste como una bebida de rango superior. «Esto no es así en otros países dónde la cerveza ha tenido desde siempre un gran protagonismo en la buena mesa -Alemania o Bélgica, por ejemplo- y afortunadamente es cada vez más habitual que ocurra dentro de nuestras fronteras, pues tanto entre los profesionales (de cocina y sala) como entre los consumidores, el interés hacia la cerveza es creciente», explica el beer sommelier Julio Cerezo. «Ello nos está llevando a conocer diferentes estilos de cerveza que se adecuan perfectamente con platos de toda índole, y no solo los entrantes y aperitivos dónde siempre ha reinado».
No sólo se adecúa bien con muchos platos, sino que hay maridajes en los que la cerveza «gana» al vino. «Yo destacaría la cerveza precisamente en los maridajes más complicados, como pueden ser los escabeches, los picantes, los platos muy especiados y algunas hortalizas «difíciles» como los espárragos y las alcachofas. Con todos ellos la cerveza hace una pareja perfecta».
Por sus especiales características, las cervezas Alhambra son perfectas para el maridaje gastronómico. «Todas ellas presentan una estructura bien equilibrada, sin aristas, que facilita su armonía con la buena cocina. Además, el abanico de opciones nos permite elegir de menor a mayor cuerpo e intensidad y perfiles adecuados para cada plato. Por ejemplo, Alhambra Especial para ensaladas y escabeches; Alhambra Reserva 1925 para pescados a la plancha o en salsa, ceviches y arroces, y Alhambra Reserva Roja para guisos de carne y asados. Además deel equilibrio sensorial necesario para alcanzar la armonía a cada nivel, todas ellas restauran el paladar a cada sorbo gracias al frescor de sus lúpulos nobles y su carbonización natural», señala Julio Cerezo.
Julio Cerezo: «En los maridajes más complicados, como los escabeches, los picantes, los platos muy especiados y algunas hortalizas como los espárragos y las alcachofas, la cerveza hace una pareja perfecta con todos ellos»
Por ello, unas cervezas especiales como las de Alhambra tienen un gran potencial de desarrollo en la restauración. «Vivimos un momento extraordinario para la cerveza como producto gastronómico. En el caso de Alhambra la calidad y variedad de sus cervezas facilitan a los hosteleros ofrecer el maridaje con cerveza durante todo el menú, e incluso emplearla como ingrediente gastronómico».
“Noches Cervezas Alhambra” en el nuevo restaurante de Eneko Atxa
Algo que quedó patente en la iniciativa “Noches Cervezas Alhambra” celebrada recientemente Bilbao, y que profundizó en el universo de la cerveza a través de los sentidos y la degustación de un menú maridaje orquestado por el chef Eneko Atxa en su nuevo restaurante Eneko, próximo a su triestrellado Azurmendi, ambos en la localidad vizcaína de Larrabetzu.
En el menú diseñado especialmente para esta “Noche Cervezas Alhambra”, el chef vizcaíno quiso rendir un homenaje a los sabores y matices de la gastronomía vasca, elaborando un exclusivo menú de alta cocina maridado con diferentes cervezas de la firma granadina. Un momento único para descubrir el potencial gastronómico y el espíritu artesanal de las cervezas de Alhambra.