En el último ejercicio, se comercializaron en nuestro país un total de 214 millones de litros de bebidas espirituosas, un 4% más que el año anterior, según revela el informe socioeconómico del sector relativo a 2016 elaborado por la Federación Española de Bebidas Espirituosas (Febe). Casi el 60% del consumo nacional se realiza en la hostelería, una cifra que va en aumento impulsada por el turismo y la buena marcha de la economía.
Las industrias dedicadas a la elaboración de bebidas espirituosas (3.800 empresas repartidas por todo el territorio nacional) registraron en 2016 una facturación conjunta de 7.585 millones de euros, lo que representa un 0,12% del PIB.
En cuanto al consumo nacional, el 59% se realizó en el canal horeca y el 41% en el canal alimentación, con un incremento interanual del 4,9% y el 2,6%, respectivamente. Dentro del canal de hostelería, son los hoteles y restaurantes, y los bares y cafeterías los que han experimentado un mayor crecimiento del consumo en el último año, un 8,3% y 5,5% respectivamente, concentrando entre ambos segmentos el 85% del consumo total de destilados en hostelería.
Este impulso que han recibido las bebidas espirituosas en el canal horeca procede, por un lado, de los más de 75 millones de turistas extranjeros que visitaron España en 2016, y por otro, de la sensación de mejora de la economía que tienen los españoles y que ha hecho que recuperen costumbres como la copa de licor o el combinado en el aperitivo y la sobremesa.
Asimismo, impulsados por las marcas del sector y los profesionales de la hostelería, han surgido nuevos momentos de consumo como el «tarde o» y el afterwork, que poco a poco van ganando adeptos. No obstante, el consumo per cápita de bebidas espirituosas de los españoles es de solo 6,2 litros por persona y año, una cantidad muy inferior a la media europea.
Los destilados, los más rentables para el sector hostelero
Paralelamente al informe económico Febe ha realizado, en colaboración con la Federación Española de Hostelería (Fehr), a través de Fehractiva, un análisis sobre el impacto económico de los espirituosos en la hostelería en España. La conclusión es clara: las bebidas con alcohol suponen el 27,8% de los ingresos de los establecimientos hosteleros, con un valor de venta entre los 25.000 y los 30.000 millones de euros.
Las bebidas alcohólicas suponen el 27,8% de los ingresos de los establecimientos hosteleros, con un valor de venta entre los 25.000 y los 30.000 millones de euros. Los destilados son el segmento que aporta mayor rentabilidad
La principal conclusión del análisis establece que los destilados son las bebidas con alcohol que aportan mayor rentabilidad a la hostelería.
“Las bebidas espirituosas son uno de los principales pilares de crecimiento de la hostelería en nuestro país y, por lo tanto, del sector turístico», explica Emilio Gallego, sectario general de la Fehr. «Dan un valor diferencial a nuestra oferta, que nos hace únicos frente a países competidores. Estamos ofreciendo a los consumidores una experiencia de mayor calidad, donde el ritual, el servicio, la variedad y calidad de la oferta juegan un papel fundamental”.
El estudio también advierte del negativo impacto que tendría una subida del IVA o del Impuesto Especial que grava el consumo de bebidas espirituosas. Una subida impositiva «podría suponer una importante pérdida de empleos en el sector hostelero, ya que los márgenes en miles de establecimientos están ya muy ajustados y tendrían que recortar su personal».
Exportaciones al alza
De los 214 millones de litros de bebidas espirituosas comercializados en el último año, el 60% se ha destinado al consumo nacional y el 40% se ha dedicado a las exportaciones. De hecho, según los datos de Febe, las exportaciones de destilados se incrementaron en un 6% con respecto a 2015, alcanzando los 589 millones de euros. El brandy sigue siendo la categoría más vendida en el exterior y los principales mercados de destino de nuestros licores el año pasado fueron Filipinas, México y Estados Unidos.
Del informe de Febe también se desprende que, tan solo en imposición indirecta (IVA e IIEE), los espirituosos contribuyeron al erario público con 1.300 millones de euros en 2016. Y es que, pese a representar únicamente el 4% del consumo total de bebidas con contenido alcohólico, los destilados contribuyen con el 72% de la recaudación por impuestos especiales.
El sector de bebidas espirituosas se compone en su mayor parte (el 80%) de pymes, micropymes y empresas familiares, y que da trabajo a 330.000 personas entre empleos directos e indirectos.