Bodegas Barbadillo presenta su nueva división de espirituosos, formada por una ginebra creada con uva Palomino fino, dos brandies, cuatros rones bajo la marca Capirote, procedente de la isla de La Palma, y el vermut Atamán, con el que el grupo recupera su tradición vermutera.
Bodegas Barbadillo lanza su nueva división de bebidas espirituosas, Barbadillo Spirits, muestra del espíritu innovador que ha caracterizado a la bodega sanluqueña desde su fundación hace casi 200 años.
La colección de productos de alta graduación. se inicia con una ginebra, Marsh, elaborada con uva Palomino fina como botánico singular; un brandy Solera Reserva procedente de las mejores botas de vinos generosos; un licor Peach Brandy con una receta «secreta»; cuatro rones bajo la marca Capirote, procedentes de la Isla de la Palma, y el vermut Atamán, con el que el grupo recupera su tradición vermutera, componen la nueva división de productos de alta graduación.
Dos brandies con con sabor del Sur
Desde su fundación, esta bodega ya contaba con brandies en sus botas, cuando a mediados del siglo XIX se empiezan a envejecer en botas las ‘holandas’ que se utilizaban para el cabeceo de sus vinos generosos, siguiendo el tradicional sistema de criaderas y soleras.
Al exclusivo Brandy de Jerez Barbadillo Solera Gran Reserva, con más de 20 años de crianza, se une el nuevo Brandy de Jerez Barbadillo Solera Reserva, fruto de una cuidadosa selección de las mejores holandas procedentes de la destilación de vinos blancos, y que posteriormente envejecen en botas de Jerez que habían sido utilizadas para la crianza de vinos olorosos. Todo ello bajo el influjo del microclima único de Sanlúcar de Barrameda.
Al Brandy de Jerez Barbadillo Solera Reserva se le une Peach Brandy, un destilado en el que se unen la imponente presencia de los brandies de Barbadillo con la suavidad del melocotón. Peach Brandy se elabora con una receta que trajo de Reino Unido, Beatriz de Sajonia, esposa del Infante Alfonso de Orleans y Borbón, uno de los primero aviadores españoles, que en colaboración con Barbadillo empezó a producir este licor y a venderlo a la Casa Real.
Cuatro rones de la Isla de La Palma
Capirote es una marca nueva que hace referencia al pájaro con el mismo nombre autóctono de la Isla de La Palma, pequeño y de canto agradable. Se trata de una gama de rones exclusivos, artesanales y de pequeña producción elaborados por la última destilería familiar que queda en esta isla, la cuarta generación de los Quevedo, que han seguido respetando la tradición y destilando ron directamente del jugo de la caña. Supervisando el proceso se encuentra Santiago Bronchales, maestro ronero que cuenta con más de 20 años de experiencia en la producción de rones en Europa y el Caribe.
La gama cuenta con cuatro productos: Ron Blanco Bisabuelo, procedente de la destilación del zumo de la caña fermentado y con reposado en la botella; Ron Capirote Especiado, con una crianza en madera de 12 a 15 meses macerados con canela, coco y vainilla; Ron Capirote Miel, con 12 meses de crianza en barrica e infusionado con un 5% de miel pura de abejas, y Ron Capirote Selección, con una crianza media de 8 años envejecido utilizando el sistema de Criaderas y Soleras propio del Marco de Jerez.
Una ginebra con la personalidad de la uva Palomino Fina
Por su parte, Marsh es un gin clásico de estilo London Dry que incorpora la uva Palomino Fina que elabora Barbadillo. Es la ginebra que se destila más al sur de Europa continental.En su elaboración se ha puesto especial mimo, seleccionando cuidadosamente sus botánicos como el enebro común, piel de naranja y de lima, semilla angélica, raíz angélica y mosto de uva palomino fina; ingredientes que,sumados a las seis destilaciones, hacen de esta una ginebra fresca y cítrica, con notas vínicas.
Atamán, un vermut histórico
Por último, a esta nueva familia de espirituosos de Barbadillo se une el vermut Atamán, elaborado fundamentalmente con manzanillas de los históricos cascos bodegueros Angioletti y El Toro, del Barrio Alto sanluqueño. Se inspira en las viejas reservas de vinos quinados y antiguos vermuts que han permanecido guardados en Bodegas Barbadillo durante años.
Con Atamán, Barbadillo ha querido recuperar la tradición vermutera trayendo desde el pasado, pero con aire de renovación, dando lugar a vermut con toques de flores manzanilleras.