Ante el éxito de su primer restaurante de ramen 100% japonés, que abrió sus puertas hace casi cinco años en Madrid, Ramen Kagura da un nuevo paso y comienza su expansión. Se buscan franquiciados decididos a triunfar y llevar esta especialidad japonesa por toda la geografía nacional.
En el número 1 de la calle Las Fuentes, en Madrid, es habitual encontrar una larga fila de clientes a las puertas del restaurante Ramen Kagura, el restaurante de ramen que abrió sus puertas en julio de 2014.
Ante el éxito de su establecimiento, la compañía, que cuenta también con un local Kagura Express en el mercado de San Antón, ha decidido expandirse bajo la fórmula de franquicia y llevar su afamado ramen, 100% japonés, por toda la geografía nacional.
El ramen es una receta contundente: una sopa donde se mezclan diversos ingredientes: fideos de ramen (siempre al dente), carne, memma (bambú), alga nori, naruto (pasta de pescado con una espiral), huevo cocido, cebolleta y verduras.
En Ramen Kagura son especialistas en ramen tonkotsu, elaborado a base de caldo original de cerdo y verduras y aderezado con salsa de shouyu o miso. Si se prefiere sin caldo se puede elegir mazesoba. Se puede añadir tantos extras al ramen como se quiera: huevo, nori, o extra de carne o fideos, y hay también ramen de temporada, picante, de marisco… Para acompañarlo, hay amplia variedad de tapas japonesas, arroces o sushi, y todo bien regado con cerveza japonesa de barril, Kirin, y refrescos japoneses.
“Estamos ante un plato ajeno a los vaivenes del mercado», explica Keigo Onoda, socio fundador de Ramen Kagura, que se ha formado con reconocidos maestros de cocina en Japón. Además ha sabido sintonizar muy bien con la cultura gastronómica española, al tener ciertas reminiscencias o puntos de conexión con distintos tipos de cocido.
Un concepto probado
Previamente a salir en franquicia, los gestores de la marca han estandarizado procesos y optimizado la actividad. Así, por ejemplo, la base principal del ramen, la sopa, se prepara en las cocinas centrales de la compañía, desde donde se distribuye a los restaurantes, lo cual hace que se preserve la calidad que la enseña exige y evita que el franquiciado incurra en los gastos de personal y maquinaria necesarios para realizar esa tarea.
La carta se completa, además, con otro platos, postres y bebidas, todos ellos auténticamente japoneses y a un precio muy competitivo.
El interiorismo de los establecimientos Ramen Kagura, por su parte, responde también a un diseño propio de la marca. Se puede comer en mesa o en la barra, como en los locales tradicionales de Japón.
Una inversión medida
Los franquiciados que apuesten por la marca tienen que afrontar una inversión mucho más reducida que la media del sector de la restauración: 90.400 euros, en los que ya está incluido el canon de entrada (16.000€). El royalty es de un 5% y el canon de publicidad de un 2%.
En cuanto al perfil de franquiciado, se buscan personas que piensen en el autoempleo y con capacidad para la gestión, la atención a los clientes y su equipo. Es importante que posea capacidades para gestionar con total autonomía su negocio, y que apueste por la comida japonesa.
No se requiere formación técnica específica, ya que durante 22 días hábiles el franqiciado recibirá formación teórico-práctica por parte de la central y contará con 10 días más de apoyo en el arranque del negocio, lo que le permitirá aprender toda su operativa.
Para más información sobre la franquicia Ramen Kagura en ramenkagura[a]bya.es