Se llama Unite y es uno de los últimos hostels inaugurados en Barcelona. Pensado para un público curioso, aventurero y abierto, y promotor de un turismo responsable, luce un interiorismo joven y rompedor obra de Blanca Beltz.
Este estudio liderado por Henry Suarez ha realizado un proyecto con chispa, fresco, luminoso y con acento mediterráneo, muy alineado con los valores del hostel y el ADN de la ciudad de Barcelona y de la zona donde se ubica, en pleno centro de Poblenou.
El espacio de 2.300 m2 del hostel Unite, pensado para el joven viajero de hoy, aventurero y respetuoso con la ciudad y el medio ambiente, tiene 64 habitaciones y ofrece hasta 400 m2 de zona común. No falta una una terraza acogedora en la azotea, un vibrante lobby a pie de calle, junto al restaurante Chicha Limoná (que ya posee otro local en el Passeig de Sant Joan de Barcelona) y la segunda planta, destinada exclusivamente a lugar de encuentros y reuniones: un espacio en el que compartir, descansar, escuchar sesiones de DJ, leer, trabajar, realizar yoga y relacionarse.
Para adaptar el edificio de 25 años a los nuevos usos de albergue, los arquitectos-interioristas han optado por dejar desnuda la estructura de cemento del edificio y contrarrestarla con unos forros livianos de estructuras de madera, gráficas coloristas y las instalaciones de luz y aire vistas, consiguiendo diferentes texturas en paredes y techos.
El contraste es una máxima en todo el proyecto: el uso de colores neutros en todas las zonas se equilibra con el colorido de los muebles, las potentes gráficas y las propias plantas, que le dan un aspecto juvenil, fresco y moderno.
De las 64 habitaciones del hostel 18 son familiares, con dos camas individuales y una litera, y 46 estándar, con 4 literas (8 camas, todas con sus puertos USB). Las hay mixtas y también exclusivas para mujeres. En los dormitorios predominan los colores sobrios, indicando que son zonas de descanso. Sólo varía el color del vestíbulo de la habitación según si es estándar (color teja), premium o amiliar (negro) o habitaciones exclusivamente para ladies (blanco). Amplias y con mucha luz natural, todas disponen de baño propio y conexión wifi gratuita.
El compromiso del hostel con el cuidado del medio ambiente se percibe en detalles como el sistema de climatización y renovación de aire ‘free cooling’ o los hidrokits que convierten la energía del clima en agua caliente, situados en la cubierta, o las plazas para bicis y motos (además de coches) del parking. Todo el edificio se ha remodelado estrictamente para que sea eco-eficiente.
El nombre, una declaración de intenciones
La labor del equipo de Blanca Beltz ha supuesto también la creación del nombre del hostel; en este caso se inspiraron en la canción “Eez-eh” (por easy) del grupo británico Kasabian, con su estribillo: “i’m gonna keep you up all night”. Estas dos palabras en su versión más informal (you=U + night=Nite) se fundieron creando «Unite«. No en vano fusionar, unir o mezclar es la filosofía de todo el albergue: unión de personas y de culturas.
Tampoco hay que olvidar las divertidas frases, con guiños musicales, cinematográficos e incluso filosóficos, que decoran las paredes de los pasillos: ‘Shut the funk up’; ‘Tourists go home, travelers welcome’; ‘And they traveled happily everafter’, ‘I travel therefore I am’. Toda una declaración de intenciones para una nueva generación de viajeros millennials con inquietudes culturales, artísticas y musicales.