El 64,8% del total de pernoctaciones realizadas en España del año pasado, 220,6 millones, se acumuló en los 14 principales destinos vacacionales, según el último informe de Christie & Co. Unos datos que demuestran la buena salud del «sol y playa», un sector vacacional que ha concentrando en los dos últimos años el mayor volumen de inversión hotelera en España. Sin embargo, la recuperación de otros destinos rivales del Mediterráneo les obliga a apostar por un turismo de calidad, con mayor poder adquisitivo.
Los hoteles españoles registraron en 2018 un total de 105,3 millones de llegadas, de las que un 43,4% (45,7 millones) fueron a establecimientos hoteleros situados en áreas vacacionales de la geografía española.
Un dato que demuestra la buena salud de los destinos tradicionalmente llamados de ‘sol y playa’ del país, y que una de las principales conclusiones del nuevo informe de la consultora Christie & Co, “Mercado hotelero en España: destinos vacacionales”, que estudia 14 de los destinos vacacionales españoles más relevantes a nivel turístico.
En los últimos cinco años, estos destinos se han beneficiado de la inestabilidad de sus competidores en el Mediterráneo (Turquía, Túnez y Egipto) y han logrado cifras récord de demanda, oferta y rentabilidad.
El sector vacacional se ha convertido en uno de los principales impulsores del crecimiento turístico del país, concentrando en los dos últimos años el mayor volumen de inversión hotelera en España (65% de la inversión en 2017 y 64% en 2018)
Así, el sector vacacional se ha convertido en uno de los principales impulsores del crecimiento turístico del país, concentrando en los dos últimos años el mayor volumen de inversión hotelera en España (65% de la inversión en 2017 y 64% en 2018).
Los 14 destinos analizados en el informe (Costa Brava, Costa de Barcelona, Costa Daurada, Costa de Castellón, Costa de Valencia, Costa Blanca, Costa Cálida, Costa de Almería, Costa Tropical, Costa del Sol, Costa de la Luz-Cádiz, Costa de la Luz-Huelva, Canarias y Baleares) acumularon el pasado año 220,6 millones de pernoctaciones, lo que representa un 64,8% del total de pernoctaciones en España en 2018 (340,2 millones).
El estudio destaca la especial relevancia de las islas (tanto Baleares como Canarias) y de Costa del Sol, los tres principales mercados vacacionales en España en términos de Revpar (87,73€ alcanzados en Baleares en 2018 frente a los 80,47€ de Canarias y los 72,09€ de Costa del Sol) y ocupación (83,63%, en Canarias, seguidas de Baleares con un 78,70% y Costa del Sol, 74,70%).
«El sector vacacional inicia un cambio de ciclo con la recuperación de otros destinos mediterráneos, lo que le obliga a ser muy activo en la atracción de un turismo de mayor poder adquisitivo que compense las inversiones llevadas a cabo por el sector en los últimos años para mejorar la calidad de su planta hotelera»
Sin embargo, los tres destinos que registran un precio medio (ADR) más elevado son Baleares (111,50€), Costa de la Luz-Cádiz (104,60€), y Costa del Sol (96,50€), dejando a Canarias en cuarto lugar con un precio medio de 96,23€ en 2018.
“El crecimiento de la demanda y la mejora cualitativa de la oferta han permitido que el precio medio se haya incrementado un +5,5% (CAGR 2014-2017), impulsando el aumento de la rentabilidad (+6,9%)», explica Joan Bagó, Market Analyst de Christie & Co y responsable del informe. «No obstante, en 2018 observamos por primera vez en cinco años, una estabilización en el número de pernoctaciones, lo que ha afectado a la ocupación (-2,7%/2017) y consolidado los niveles de RevPAR (+0,1%)”.
Inmaculada Ranera, directora general de la consultora en España y Portugal, destaca que “el sector vacacional inicia un cambio de ciclo con la recuperación de otros destinos mediterráneos, lo que le obliga a ser muy activo en la atracción de un turismo de mayor poder adquisitivo que compense las inversiones llevadas a cabo por el sector en los últimos años para mejorar la calidad de su planta hotelera. El sol y playa es un sector estratégico en la economía española y seguirá atrayendo el interés de inversores y operadores si la ruta hacia un turismo de calidad es homogénea y se planifica con sentido entre todos los actores involucrados”.