Sin cumplir sus primeros seis meses de vida Can Bordoy Grand House & Garden, el 5 estrellas Gran Lujo situado en el casco histórico de Palma de Mallorca, ha sido el hotel más premiado en la 15ª edición de los prestigiosos Hospitality Design Awards, que cada año se otorgan a los mejores proyectos internacionales de diseño de la industria hotelera.
El exclusivo alojamiento mallorquín ha sido el más galardonado (y el único español) en la gala de los Hospitality Design Awards, con un total de tres premios en las categorías Luxury Public Space, Luxury Guestroom y Restoration and transformation. Además, ha sido finalista en la de Luxury Hotel.
Esta joya mallorquina construida sobre una vivienda del siglo XVI, cuya renovación es obra del laureado estudio internacional de arquitectura e interiorismo Ohlab dirigido por Paloma Hernaiz y Jaime Oliver, sigue recibiendo reconocimientos: recientemente ha sido incluido en la Hot List de la revista Condé Nast Traveller como uno de los de los “Mejores nuevos hoteles del mundo 2019” .
Abierto el pasado mes de diciembre, Can Bordoy Grand House & Garden es un 5 estrellas Gran Lujo y 24 suites de entre 30 y 80 metros cuadrados situado en el corazón del casco histórico de Palma de Mallorca.
Ocupa una antigua casa del siglo XVI, que en el pasado fue vivienda de la familia Bordoy Blanes y colegio de la orden religiosa del Sagrado Corazón de Jesús. Su actual propietario, el sueco Mikael Hall, ha cumplido su sueño de convertirlo en un exquisito hotel encargando su rehabilitación al estudio de arquitectura Ohlab, que ha recuperado su antiguo esplendor.
Un laborioso proyecto que se prolongó durante más de 18 meses y que ha dado como resultado un precioso alojamiento de 24 suites de entre 30 y 80 metros cuadrados.
Diseño elegante, respetuoso y de fusión
La voluntad del propietario de mantener la esencia del edificio y proteger así el patrimonio histórico y cultural de la capital balear, ha llevado al estudio Ohlab a realizar una restauración conservadora y de fusión, en la línea de las nuevas tendencias internacionales de recuperación de edificios. Esta corriente, explica su director, Jaime Oliver, aboga por la contraposición de estilos «a través de la superposición de elementos modernos con otros antiguos; y por la rehabilitación respetuosa, preservando las imperfecciones y del estilo decadente a través del embellecimiento del paso del tiempo”.
Gracias a ello Can Bordoy Grand House & Garden es hoy una lujosa casa repleta de escenarios casi cinematográficos, en los que se alternan texturas de terciopelo y colores ultramar con suaves telas mallorquinas; y mobiliarios vanguardistas con obras de arte provenientes de anticuarios de todo el mundo.
Las paredes, techos y suelos han sido recuperadas manteniendo su aspecto original, mediante la utilización de sofisticadas técnicas que recrean las imperfecciones e incluso las grietas y le aportan un aire romántico.
Un destino en sí mismo
Pese a su privilegiada situación, Can Bordoy ha nacido con la vocación de convertirse en un destino en sí mismo del que sus huéspedes no querrán salir. Ofrece hasta cinco categorías de amplias suites, diseñadas para ofrecer el máximo confort y un servicio hecho a medida inspirado en las antiguas casas señoriales, asistidos por una “lady of the house” formada en las mejores instituciones de mayordomía.
Un servicio que se completa con rincones y estancias para una experiencia inolvidable: una piscina exterior atemperada que permite bañarse durante todo el año; pasadizos semi-secretos que unen algunas de las zonas privadas del hotel; una coqueta biblioteca que invita a leer un libro en uno de sus salones y zonas comunes; un bar de diseño donde disfrutar de cócteles de autor, una pérgola al aire libre bajo la cual se aplican masajes de ensueño y se celebran cenas privadas, un acogedor spa y una azotea con vistas a los principales monumentos de la ciudad, entre otros.
Pero uno de los grandes elementos diferenciales del hotel mallorquín es, sin duda alguna, su jardín privado de más de 750 metros cuadrados, el más extenso de la ciudad. En él se encuentran la piscina, la pérgola de masajes, el solárium y una terraza en la que conviven los huéspedes del hotel con los visitantes externos que acuden al restaurante Botànic. Es un elemento tan distintivo de la casa que los diseñadores han querido prolongarlo en su interior, creando espacios en los que la naturaleza trepa por techos y paredes
Restaurante Botànic, cocina saludable
El chef Andrés Benítez está al frente de Botànic, el restaurante del hotel, en el que apuesta por la utilización de productos orgánicos, especialmente verduras locales, a los que trata con procesos de cocción respetuosos; y por reconciliar la alimentación saludable con la gastronomía gourmet.
El resultado es una selección de platos muy sabrosos y creativos, pero que al mismo tiempo mantienen una apariencia sencilla y un contenido muy equilibrado. Botànic es además un lugar perfecto para desayunar, degustar un brunch o disfrutar de otros momentos del día como el tradicional té.
Una casa de ensueño, en definitiva, en la que director general, Giovanni Merello, y todo su equipo asumen el reto de poner en práctica el lema de los propietarios: «El lujo es bienestar«.