Continúa la ralentización del crecimiento de la rentabilidad turística, revela el último Barómetro de Rentabilidad y Empleo presentado por Exceltur. De nuevo vuelve a percibirse diferencia entre los destinos urbanos y vacaciones; estos últimos sufren la recuperación de los destinos del Mediterráneo Oriental.
El informe de Exceltur indica que los ingresos por habitación en España crecen un +1,9% en el periodo enero-abril de 2019 hasta alcanzar los 49,5€ y el empleo aumenta un +2,5%. Así, 66 de los 100 principales destinos españoles experimentaron incrementos en sus ingresos y 65 en el empleo inducido por el turismo.
Se consolida una notable disparidad entre el buen comportamiento de los destinos urbanos y la caída que se empieza a apreciar en los vacacionales, y muy especialmente en los más dependientes de la demanda extranjera touroperizada, que en estos los meses del año se concentra mucho en Canarias.
Buen comportamiento destinos urbanos
Los destinos urbanos experimentaron, de enero a abril de este año, un notable aumento de la rentabilidad socioeconómica inducida por el turismo, extrapolada a partir de la evolución de los ingresos hoteleros (RevPAR: +4,2%, precios: +1,7%, ocupación: +2,5%, y del empleo +4,9%), en un contexto de aumento de plazas de alojamiento y la creciente competencia de las viviendas de uso turístico.
Como resultado de ello, 34 de las 52 ciudades españolas incluidas en el Barómetro de Exceltur registraron crecimientos en términos de ingresos y empleo durante el inicio de 2019, por encima de los niveles con los que crecieron en 2018.
Las grandes ciudades se han visto favorecidas por el notable aumento de la demanda extranjera, en gran parte debido al aumento de la conectividad aérea y el dinamismo de los viajes de negocios. Este es el caso de Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga y Bilbao.
Las grandes ciudades se han visto favorecidas por el notable aumento de la demanda extranjera, en gran parte debido al aumento de la conectividad aérea y el dinamismo de los viajes de negocios. Este es el caso de Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga y Bilbao
En el caso de Madrid se ve impulsada además del aumento de la conectividad aérea (+6,1% pasajeros) con un impacto positivo en la afluencia y estancia (+4,5% las pernoctaciones), que, sin embargo, se ha dejado notar en menor medida en los ingresos (+0,6%), debido al notable crecimiento de las plazas (+4,7%) ante la apertura de nuevos establecimientos hoteleros en la ciudad y la continuada eclosión de viviendas turísticas.
En esta senda positiva se han situado igualmente ciudades de menor tamaño con un alto patrimonio cultural, que han disfrutado del aumento de la demanda extranjera y el efecto de la celebración de la Semana Santa en el mes de abril. En este grupo destacan Granada, Córdoba, Santiago de Compostela, Pontevedra, Salamanca, Burgos, León, Avila y Segovia.
El aumento de viajes internos de negocios ha favorecido a un conjunto de ciudades de elevada base empresarial, como Tarragona (+33,1% RevPAR, +19,9% empleo), Lérida, Ciudad Real, Valladolid, Vitoria, Pamplona o Albacete.
Y finalmente, las ciudades de mayor relevancia vacacional de la España Verde han comenzado el año con aumentos en la demanda, que no han sido capaces de compensar el fuerte aumento de las plazas, lo que ha provocado descensos en los ingresos. Este es el caso de San Sebastián, Santander o Gijón
Descenso en ingresos y empleo en los grandes destinos de sol y playa
Los destinos vacacionales de la costa, mucho más en temporada baja, sufren un descenso en todos los indicadores de rentabilidad socioeconómica del turismo durante el inicio de 2019 (RevPAR: -2,7%, ADR: -1,2%, Ocupación: -1,5%, y empleo: -0,7%), reflejando el cambio de escenario que viene marcado por la recuperación de los destinos del Mediterráneo Oriental (sólo Turquía gana, entre los meses de enero y abril, 950.000 turistas).
De los 47 destinos turísticos vacacionales españoles analizados, un total de 19 (que suponen el 50,7% de las plazas) han registrado un descenso de la rentabilidad turística en los primeros meses del año.
Los destinos vacacionales de la costa sufren un descenso en todos los indicadores de rentabilidad socioeconómica del turismo durante el inicio de 2019, reflejando el cambio de escenario que viene marcado por la recuperación de los destinos del Mediterráneo Oriental
Los grandes destinos españoles del sol y playa han comenzado 2019 con descensos en sus ingresos y, en muchos de ellos, también en el empleo, con especial incidencia en Canarias, en plena temporada, y en los destinos de mayor presencia de demanda extranjera touroperizada. Este es el caso de Pájara (-22,2% RevPAR, -3,4% empleo) y La Oliva (-12,2% RevPAR, -8,5% empleo) en Fuerteventura, San Bartolomé de Tirajana y Mogán en Gran Canaria, Tías y Yaiza en Lanzarote y Arona y Adeje, en menor medida, en Tenerife.
A la realidad canaria se ha sumado igualmente otros grandes destinos del litoral como Marbella y Estepona, Calella en la Costa de Barcelona, Ibiza, Alcudia, Capdepera y Calviá en Baleares y Benidorm en la Costa Blanca.
Dentro de los destinos peninsulares, la costa andaluza inicia el año en positivo, gracias a los buenos registros del mes de abril impulsados por la demanda española. Este es el caso de la Costa de Almería (+5,3% RevPAR) con Roquetas a la cabeza, la Costa Tropical, la Costa de la Luz de Cádiz donde destaca Chiclana (RevPAR +7,6%), aunque desciende el empleo, y la Costa del Sol, centrado en los municipios de Torremolinos; Fuengirola y Benalmádena, mientras descienden los más occidentales: Marbella y Estepona.
Los grandes destinos españoles del sol y playa han comenzado 2019 con descensos en sus ingresos y, en muchos de ellos, también en el empleo, con especial incidencia en Canarias, en plena temporada, y en los destinos de mayor presencia de demanda extranjera touroperizada
En la misma línea se sitúan en la Comunidad Valenciana los destinos de la costa del Azahar y de Valencia, que experimentan una notable mejoría impulsados por la mayor afluencia de la demanda española, en el caso de la primera, y por el tirón de la demanda extranjera en torno a Valencia, en el de la segunda.
Los destinos catalanes de la costa también comienzan el año en positivo gracias al tirón en abril, si bien se compara con un inicio de 2018 afectado por la inestabilidad política. Así, las principales zonas vacacionales catalanas vieron crecer sus ingresos, lo que no se tradujo en términos generales en una mejora del empleo por la falta de visibilidad frente a los meses centrales del verano.
Esta ha sido la realidad del inicio del año en Salou (+30,9% RevPAR, -6,6% empleo), Cambrils (+10,8% RevPAR, – 10,4% empleo) y Vila Seca (+13,9% RevPAR, -19,4% empleo) en la Costa Dorada; y situación similar se vivió en Lloret, Roses y Playa de Haro en la Costa Brava y Santa Susana y Calella en la Costa Barcelona. Tan sólo en Sitges la mejora en los ingresos (+16,8%), se ve acompaña por un aumento del empleo turístico (+13,4%).