Slow Food vuelve a organizar Cheese 2019, el evento internacional dedicado al queso, que bajo el lema: «Lo natural es posible» se centrará en los quesos naturales y los lácteos artesanales. Será del 20 al 23 de septiembre en la ciudad italiana de Bra, y reivindicará la importancia de los métodos de producción naturales, poniendo el punto de atención en las materias primas, el bienestar animal, la protección ambiental y sus grandes beneficios para la salud humana.
La 12ª edición del Cheese, el evento más importante del mundo dedicado a los quesos de leche cruda y a los productos lácteos artesanales, se celebrará del 20 al 23 de septiembre en Bra (Italia), y dará la bienvenida a los queseros a pequeña escala de todo el mundo, entre muchos otros pequeños productores, pastores, productores de lácteos, queseros y afinadores
Tras las batallas para promover los quesos de leche cruda y contra el uso de la leche en polvo, este año Slow Food ha decidido subir el listón y con el lema del Cheese 2019 «Lo natural es posible», reivindica un paso más: el de la leche cruda hacia los quesos naturales.
Slow Food cree que los quesos naturales, elaborados sin los cultivos de iniciación que se producen en masa y se seleccionan en el laboratorio y que son controlados por un puñado de multinacionales, son más ricos en biodiversidad y su expresión de origen es más auténtica. «Queremos poner énfasis en que, pese a que regresar a este tipo de producción requiere tiempo, paciencia y experiencia, es posible llevar a cabo este método», señalan. «Los productores que hacen queso de este modo consiguen resultados increíbles, pues logran sabores y aromas que los quesos producidos industrialmente son incapaces de igualar».
Los cultivos iniciadores son primordiales: si un productor de queso quiere conservar la biodiversidad microbiana de su queso, puede elaborar su propio iniciador de leche o suero mediante injertos, conservando de este modo muchos tipos diferentes de bacterias. Cada granja tiene sus bacterias propias, que están ligadas profundamente al área local y contribuyen a aportar aroma al queso.
Son muchos los beneficios derivados de la promoción del queso hecho con la leche de animales alimentados con pasto. Por un lado, esta práctica supone importantes beneficios medioambientales, ya que promueve la conservación del paisaje, evita riesgos hidrogeológicos, conserva la biodiversidad de la flora y la fauna y contribuye a la absorción de CO2 de la atmósfera.
Por otro lado, también aporta beneficios para la salud humana: si se consumen quesos naturales elaborados con leche cruda de animales criados con pasturas de un modo planificado, evitando el consumo diario, no solo lograremos ayudar a nuestro metabolismo enriqueciendo la diversidad de las bacterias intestinales (el microbioma), sino que además optimizaremos el ratio entre Omega-3 y Omega-6, mejorando de este modo la habilidad de nuestro cuerpo para defenderse de la inflamación crónica y de los ataques del ambiente de nuestro alrededor.
Cheese 2019 también arrojará luz sobre la charcutería y los panes de masa fermentada libres de nitritos y nitratos.
El evento acogerá, además, un mercado italiano e internacional con más de 300 expositores. Productores y queseros de todo el mundo realizarán los talleres de degustación, entre ellos productores sardos y afinadores franceses, que dirigirán una degustación de quesos históricos de Francia. Además, destacados chefs de Italia y el Reino Unido prepararán sus platos en las Cenas con gusto, que se celebrarán en Pollenzo.
Consulta aquí el programa completo de Cheese 2019.
La edición de 2017, que fue la vigésima, registró un récord histórico de público con 300.000 visitantes que llenaron las calles del centro histórico de Bra, ciudad famosa por ser el lugar donde nació Slow Food y donde aún está ubicada su sede.