Una persona de entre 46 y 55 años con estudios superiores y laboralmente en activo, y que prefiere como destinos el País Vasco, Galicia y La Rioja: este es el perfil del turista gastronómico en España, según un estudio de la consultora Dimaniza.
El turismo gastronómico sigue ganando adeptos cada año. Actualmente, un 82% de los españoles realiza viajes o excursiones con la intención de disfrutar de la gastronomía, según el nuevo estudio de la demanda de turismo gastronómico que elabora la consultora Dinamiza.
«Más allá de su importancia como elemento tractor de turistas, hoy en día la gastronomía juega un papel fundamental en la imagen y el posicionamiento de los destinos turísticos, y es un elemento indispensable en la mejora de la competitividad turística«, explica Manuel Romero, socio-director de la firma.
La investigación, basada en cerca de 1.000 encuestas realizadas durante los meses de mayo y junio de 2019, desmiente el hecho de que el turismo gastronómico sea practicado únicamente por un perfil de viajero con un alto poder adquisitivo y estilo de vida exclusivo, y abre el alcance de la demanda a un abanico más amplio de perfiles con poder adquisitivo medio y medio-alto.
Según el estudio, el perfil del turista gastronómico en España corresponde mayoritariamente con una persona de entre 46 y 55 años con estudios superiores y laboralmente en activo (en su mayoría empleados por cuenta ajena u operarios, mandos intermedios y funcionarios).
El perfil del turista gastronómico en España corresponde mayoritariamente con una persona de entre 46 y 55 años con estudios superiores y laboralmente en activo.
Suele viajar en pareja o en familia realizando escapadas de fin de semana y puentes a destinos cercanos o de media distancia, aunque también es importante el porcentaje de personas que realizan excursiones en el día (19%) para comer en un restaurante concreto, comprar vino y otros productos locales, ir de tapas, visitar bodegas…
¿Cuáles son los destinos gastronómicos favoritos?
El estudio también presenta el ranking de los destinos gastronómicos favoritos de los españoles a nivel autonómico y provincial, situando a País Vasco como el destino gastronómico favorito de los españoles, seguido por Galicia y La Rioja. En términos provinciales, han destacado, por este orden, Guipúzcoa, La Rioja y Asturias.
Además, se presentan los destinos preferidos por la demanda nacional a la hora de realizar diferentes actividades gastronómicas como ir de tapas, visitar bodegas o comprar productos locales, destacando las siguientes regiones:
- Para ir de tapas o pinchos: País Vasco, Andalucía y La Rioja.
- Para comer en buenos restaurantes: País Vasco, Madrid y Cataluña.
- Para visitar bodegas (enoturismo): La Rioja, Castilla y León y Andalucía.
- Para comprar productos locales: Asturias, La Rioja y Cantabria.
- Para visitar mercados gastronómicos: Madrid, Cataluña y Galicia.
- Para participar en fiestas y eventos gastronómicos: Galicia, La Rioja y Andalucía.
Aliado del turismo rural
En sus conclusiones el informe de Dinamiza destaca cómo el turismo gastronómico fomenta el equilibrio territorial gracias a su capacidad de atraer turistas a las zonas productoras, configurándose como un aliado perfecto del turismo rural (este tipo de establecimientos son los elegidos por el 24,4% de los viajeros gastronómicos).
«Esto se convierte en una gran oportunidad para las zonas productoras y los alojamientos rurales que decidan especializarse en este ámbito, mejorando su oferta gastronómica (incluyendo los productos locales en su oferta gastronómica, e información específica, por ejemplo) y especializándose en mayor medida en este segmento», señala Manuel Romero.
Además, el turismo gastronómico diversifica el modelo turístico de destinos consolidados en los que predominan otras tipologías de turismo, como por ejemplo los destinos de sol y playa, ofreciendo una oportunidad para la desestacionalización (la mayoría de los turistas gastronómicos realizan al menos un viaje por temporada) y la distribución de los flujos, evitando la masificación en zonas saturadas y la excesiva concentración de visitantes en determinadas épocas del año.
Cabe destacar que los destinos consolidados con una determinada riqueza gastronómica, situados en entornos próximos a los grandes mercados emisores (Comunidad de Madrid, Cataluña, País Vasco, Valencia, Sevilla, …) tienen la oportunidad de desarrollar propuestas gastronómicas que constituyan la escapada perfecta de sus públicos objetivo, dando valor sus productos, su cultura gastronómica, su cocina y sus paisajes para crear una verdadera oferta de turismo gastronómico.