El primer bombón español, el Cortado de Trapa, celebra su 50 aniversario: renueva su receta, en la que se ha eliminado el aceite de palma, y luce nueva imagen. Además, Trapa amplía su moderna línea de turrones y apuesta por el canal horeca.
En diciembre de 1891 un grupo de monjes cistercienses de la orden de la Trapa se instaló en el monasterio de San Isidro de Dueñas, en Palencia, donde comenzaron a elaborar unos dulces tradicionales que pronto alcanzaron gran fama. Considerada una de las primeras fábricas de chocolate de España, la empresa Trapa como tal fue constituida en 1964 en la misma localidad, una vez que la comunidad monástica decidiera vender la fábrica y sus antiguas recetas.
En 1969 nacieron los Cortados, los primeros bombones que se elaboraron en España. De forma cuadrada y elaborados con dos finas capas de praliné y chocolate acompañados, son los emblemas de Trapa, junto a los también míticos Bombonísimos, que forman parte de la memoria colectiva de los españoles. Con la nueva etapa que emprendió hace seis años la compañía, se ha modificado la fórmula de sus productos para adaptarla a los nuevos tiempos: ahora no contienen gluten, grasas hidrogenadas, ácidos grasos trans ni aceite de palma, y en su lugar se emplean otros aceites vegetales (manteca de cacao, oliva y girasol).
Ahora, coincidiendo con su 50 aniversario, Trapa presenta sus Cortados en cuatro estuches de diseño con una moderna imagen Cortados Clásicos, Creación (con nuevos saboresI, Noir 70% y Stevia, además de los Cortados Crujientes a granel, muy demandados en la hostelería.
Turrones
Además, Trapa presenta para esta Navidad una colección de turrones que incluye dos nuevas referencias respecto al año anterior: los crujientes de chocolate negro y de chocolate blanco, y que se presentan con un nuevo packaging, elegante, moderno y muy navideño, y una renovada formulación. Esta está inspirada en la receta secreta y centenaria de los primeros monjes fundadores, pero actualizada a través de nuevas técnicas que intensifican el sabor del chocolate y del empleo de ingredientes de alta calidad.
En total, la gama de turrones Trapa comprende cinco referencias: los turrones crujientes de chocolate con leche, chocolate negro y chocolate blanco, con gramaje de 150 g el primero y 140 g los segundos, y los tres con arroz extrusionado que les aporta una textura crujiente, y los turrones de chocolate con leche con almendras y de chocolate con leche con avellanas, que se comercializan con un gramaje de 200 g y contienen fruto seco entero.
Productos para el canal horeca
Uno de los objetivos de Trapa es crecer en el canal horeca, que actualmente supone en torno al 1% de facturación y que a finales de año se convertirá en un 5%. «Queremos ser una marca 360º que cubra todas las necesidades del consumidor, desde su propio hogar hasta fuera de él», explica el director de Marketing y Comunicación de la firma, Ángel Amador.
Los productos Trapa especialmente pensado para el canal horeca son los bombones de cortesía como los Creminos, los Cortados a granel, la línea de solubles (Trapacao y Trapa a la taza, también en monodosis) y toda la línea de coberturas. Todos ellos se dirigen a restaurantes y hoteles, un sector que, siguiendo nuevas las tendencias de consumo, también demanda productos sin aceite de palma y sin azúcares añadidos.
Una compañía en expansión
Trapa es hoy en día una de las grandes chocolateras españolas y una de las marcas más reconocidas de nuestro país. Fundada en 1891, cuenta desde 2013 con una nueva propiedad de capital 100% español, que ha renovado e impulsado la empresa a través de una inversión de más de 30 millones de euros en maquinaria, I+D+i y recursos humanos. El nuevo rumbo está marcado por la innovación, estilo y conciencia social y medioambiental. Fruto de esta nueva etapa, la firma está presente en 50 países y apuesta por el lanzamiento nuevos productos y reformulaciones de los ya existentes, acordes con las tendencias de consumo y los parámetros de calidad actuales.
