La incertidumbre del Brexit, la quiebra de Thomas Cook y la crisis de alguna aerolínea han provocado la falta de portfolios vacacionales en venta en España en 2019, reduciendo a la mitad el volumen total de la inversión hotelera, destaca el último informe de Christie & Co.

profesionalhoreca, habitación de hotel
El estudio destaca el cambio en la tendencia inversora a favor de los destinos urbanos, con un 59% frente al 36% de 2018

El volumen total de la inversión hotelera en España en 2019 ascendió a un total de 2.375 millones de euros, con un descenso del 51% en comparación con el año anterior, periodo en el que se alcanzó un record con 4.860 millones de euros. Así lo revela el estudio ‘Análisis de inversión hotelera en España – 2019 realizado por Christie & Co.

Un de las principales causas de la caída de la inversión hotelera es la falta de carteras vacacionales en venta, que marcó un 2019 dominado por las transacciones individuales en el mercado urbano, liderado por la Comunidad Autónoma de Madrid. “El descenso de 3.000 millones a 500 millones de euros invertidos en la compra de portfolios hoteleros en España ha supuesto que la cifra total se haya reducido a casi la mitad. Además, la falta de transacciones similares a las dos realizadas en 2018 por parte de Blackstone, ha tenido un importante impacto en la cifra final”, señala Inmaculada Ranera, directora general de Christie & Co en España y Portugal 

Por otro lado, y al contrario de lo que sucedió en 2018, en 2019 el origen del capital fue principalmente nacional, representando el 66% del total de la inversión, seguido del procedente de Francia (que experimentó un destacado aumento hasta alcanzar un 11%), Reino Unido y Estados Unidos, ambos con un 7%.

Por Comunidades Autónomas, el mayor avance tuvo lugar en la Comunidad de Madrid, que concentró el 23% de la inversión frente al 13% registrada en 2018 (+76,9%), seguida de Comunidad Valenciana (16%), Islas Baleares (14%), Cataluña (14%), Andalucía (13%) e Islas Canarias (11%).

Más inversión en hoteles urbanos

Desde el punto de vista geográfico destaca el cambio en la tendencia inversora a favor de los destinos urbanos con un 59%, frente al 36% de 2018. El sector vacacional ha sido el más perjudicado, registrando un volumen total de inversión del 41%, lo que supuso un cambio significativo con respecto al año anterior (64%), impulsado por factores como la recuperación de los destinos competidores del Mediterráneo, la evolución de Brexit, la quiebra de Thomas Cook o la crisis de algunas aerolíneas. Todo ello hizo que se incrementara la incertidumbre hacia los destino más vacacionales, favoreciendo a ciudades como Madrid, Valencia, Barcelona o Málaga.

“Los inversores, especialmente los institucionales, no llevan bien que el mercado esté sujeto a alguna incertidumbre, lo que puede implicar reducir el precio que están dispuestos a pagar. Éste puede ser el motivo por el que no hemos visto grandes carteras de hoteles vacacionales en el mercado, puesto que los propietarios pueden querer esperar a que dichas incertidumbres desparezcan antes de vender”, señala Ranera.

En cualquier caso, “los hoteles han dejado de ser una alternativa en el sector de inversión inmobiliaria para pasar a ser activos con atractivas rentabilidades. Los actores de dicho mercado se han profesionalizado y eso ha ayudado a que una parte importante de la liquidez disponible se invierta cada vez más en el sector, tanto en hoteles urbanos como vacacionales”, afirma la directora general de Christie & Co en España y Portugal.