La calidad y la seguridad son objetivos prioritarios para Erlenbacher. Ante la crisis del Covid-19, la firma alemana de pastelería ha cerrado temporalmente líneas del producción, pero garantiza el suministro «a todos los sectores, donde sea necesario» y explica que los productos de pastelería congelada en ningún caso son portadores del coronavirus.
Como empresa proveedora de hostelería en todo el mundo, Erlenbacher Backwaren es muy consciente de su responsabilidad social hacia los consumidores, sus empleados y sus clientes. La firma apuesta por la transparencia de la cadena de suministro, con un control exhaustivo de la misma, y desde hace años colabora con proveedores seleccionados que cuentan con certificaciones de organismos como el British Retail Consortium (BRC) o International Featured Standards (IFS).
Los productos congelados, 100% seguros
El mensaje que la firma de pastelería quiere transmitir a sus clientes del canal horeca es que los productos congelados son totalmente seguros. El Instituto Federal de Evaluación de Riesgos (BfR) de Alemania señala que en la actualidad «no existen casos en los que se haya demostrado que las personas se hayan infectado con el coronavirus SARS-CoV-2 por el consumo de alimentos contaminados». El Covid-19 no se transmite a través de los alimentos, sino sólo a través de las vías respiratorias (aerosoles). Lo mismo se puede decir del contacto con objetos contaminados, como pueden ser los envases de alimentos. Según el BfR, no se conocen informes sobre infecciones por contacto con superficies secas. Además, no hay pruebas de cadenas de infección de Covid-19 a través del consumo de alimentos, incluidos los congelados. En la misma dirección apuntan las declaraciones de la Organización Mundial de la Salud (WHO) o de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
«Ademas, hay que destacar que la pandemia de Covid-19 no es una crisis de seguridad alimentaria, sino un problema de salud pública», explican los responsables de la empresa. Cualquier hipotético contagio por personas portadoras del virus al manipular los alimentos resultaría muy improbable si las personas manipuladoras aplicasen las buenas prácticas de higiene.
Máxima seguridad en Erlenbacher
Algo que se cuida muy especialmente en la firma alemana, que forma parte del Grupo Froneri. Las ya exhaustivas normas de seguridad alimentaria y calidad de los productos que aplica normalmente se han ampliado aún más siguiendo las rigurosas normas de Froneri, reconocidas internacionalmente. Así, en la sede de la Erlenbacher en Gross-Gerau (Alemania) se han reforzado aún más los estrictos protocolos de higiene y desinfección, con mantenimiento de distancia seguras en todas las áreas, la suspensión de viajes, y la implantación del teletrabajo siempre que sea posible. Medidas que se suman al amplio sistema de garantía de calidad implantado en la empresa y todas las certificaciones habituales en el sector, que garantizan no sólo el cumplimiento de los requisitos de la legislación alimentaria, sino también el uso seguro de los productos de Erlenbacher por parte del sector de la restauración. Aunque se han cerrado líneas de producción temporalmente, la empresa garantiza el suministro a todos los sectores donde sea necesario durante la alarma sanitaria.
También es época de ser solidarios: Erlenbacher donaba recientemente 8.000 mascarillas al personal sanitario de la región de Gross-Gerau (cerca de Frankfurt).
Ante la situación actual de cierre total del sector hostelero en grandes partes del mundo, Erlenbacher quiere enviar un mensaje de apoyo y compromiso a sus clientes profesionales, y espera que pronto se pueda volver a la normalidad «con más fuerza y ganas de superación».