Las empresas están obligadas a empezar a incorporar a sus empleados en situación de Erte cuando se reanude la actividad. «Si pudiendo abrir un establecimiento, se decide no abrir, aunque sea a tiempo parcial, esta decisión puede ser revisada por la administración laboral«, advierte Joaquín Vañó, director del departamento laboral de PwC Levante. Además, el nuevo Real Decreto para prorrogar los Ertes hasta el 30 de junio no ha sido bien recibido por la hostelería…
Al establecimiento que pudiendo decide no abrir, aunque sea a tiempo parcial, la administración laboral le puede exigir «tener causas suficientes para no retomar la actividad e, incluso, puede solicitar la devolución de las cotizaciones de las que la empresa ha sido exonerada”. Así lo advirtió Joaquín Vañó, director del departamento laboral de PwC Levante, en la ponencia-webinar «Decisiones laborales en torno a los Ertes» organizada por la Escuela de Negocios Turísticos Forst.
Según Vañó, “el principal conflicto va a ser quién determina cuál es el personal necesario según el nivel de actividad de la empresa”, pero sin duda, advierte, “la administración investigará los casos de abuso, por lo que es imprescindible acreditar la imposibilidad de apertura, en caso de que exista, y justificar muy bien que existen causas suficientes para no abrir”.
Este experto también ha explicado el último Real Decreto de 12 de mayo que incorpora una serie de modificaciones respecto a la duración de la fuerza mayor y los Ertes parciales. Básicamente, los Ertes se extienden hasta el 30 de junio y abren la posibilidad de despido procedente a empresas del sector turístico y hostelero, aunque se hayan beneficiado de la rebaja de cotizaciones. Esta normativa incluye también una causa de “fuerza mayor parcial”, para que las empresas puedan retomar su actividad de forma parcial e incorporar a los empleados de forma progresiva en la medida en que vaya incrementando su actividad.
Según explica, “el decreto premia la reincorporación, y esto va a generar muchísimos problemas de cara al futuro porque la decisión de retomar la actividad no es fácil desde el punto de vista del negocio”, y añade que “las empresas que no puedan retomar su actividad mantendrán las exenciones al 100%; el problema llegará cuando haya que discutir qué parte de la actividad pueden retomar esas empresas”.
La hostelería, en contra del nuevo real decreto
El nuevo Real Decreto-ley 18/2020 de 12 de mayo, fruto del acuerdo entre Gobierno, empresarios y sindicatos para prorrogar los Ertes durante mayo y junio, ha desatado la polémica en el sector turístico y la restauración. Según el mismo, los establecimientos que decidan abrir durante la desescalada y sacar a algunos trabajadores del Erte van a tener que pagar mayores cuotas a la Seguridad Social por los empleados que se han quedado en el Expediente de Regulación Temporal de Empleo que por aquellos que se han reincorporado a la actividad.
De este modo, aunque abran parcialmente los hosteleros tendrán que pagar parte del Erte de los trabajadores que no vuelvan a trabajar. Y he ahí la paradoja: si los hosteleros no pueden tener una ocupación completa, no tienen suficientes ingresos como para pagar.
Según el nuevo Real Decreto, los establecimientos que decidan abrir durante la desescalada y sacar a algunos trabajadores del Erte van a tener que pagar mayores cuotas a la Seguridad Social por los empleados que se han quedado en el Erte que por aquellos que se han reincorporado a la actividad
“Es evidente que estas medidas no van dirigidas a ayudar al empresario o autónomo, necesitamos que realmente sean flexibles en los Ertes. No son suficiente dos meses, ya que la actividad económica tardará en recuperarse», señalan desde la Asociación de Empresas de Servicios Aesec. También Emilio Gallego, secretario general de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, señala que «los costes sociales que hay que asumir en base al bajísimo nivel de actividad de los establecimientos hacen que esto no sea viable».
Hoteleros
Por su parte, la patronal hotelera Cehat ha valorado positivamente la prolongación de los Ertes por fuerza mayor en la hostelería y el turismo, además de en la automoción, más allá del 30 de junio, según ha confirmado la Ministra de Trabajo. Desde Cehat se ve «positivo» el acuerdo, encuadrándolo dentro de una negociación que continúa para el sector alojativo, y se entiende que el acuerdo deja claro que hay sectores que continuarán muy afectados durante el segundo semestre del año.