El consumo fuera del hogar se recupera de forma rápida con la desescalada y alcanza niveles de casi el 70% de su tráfico precrisis, indica el panel de consumo de Kantar. La nueva normalidad ha traído consigo nuevos hábitos, como una mayor elaboración de las comidas y el aumento del delivery, al que se suman más de 2 millones de compradores nuevos.
En la última semana de la fase de desescalada, que finalizó el pasado 21 de junio, el consumo fuera del hogar ha alcanzado en España casi el 70% del tráfico previo al estallido de la crisis sanitaria, señala un estudio de la consultora Kantar.
De esta forma, los actos de compra semanales fuera del hogar, que llegaron a caer hasta un 83% durante las semanas de confinamiento, han ido recuperando posiciones paulatinamente con la desescalada
Este crecimiento se mantiene en el tiempo e incluso sigue registrando un buen desempeño en aquellas zonas del país que entraron en primer lugar en las fases de desescalada. “Los datos nos indican que esta recuperación es muy sólida y no tendrá un efecto champán, es decir, la gente no perderá esas ganas de consumir fuera de casa. De hecho, si aislamos el efecto mix de regiones que entran antes y después y nos quedamos con aquellas que empezaron primero la desescalada, vemos como el ritmo de recuperación del consumo fuera del hogar se mantiene en altas tasas, llegando ya en algunas provincias a situarse en niveles de casi el 90% de la dimensión previa”, ha manifestado Edurne Uranga, Directora de Consumer en Kantar, División Worldpanel.
Como consecuencia de todo ello, el ritmo de crecimiento de ocasiones de consumo dentro de casa se ha suavizado durante la desescalada, acercándose a niveles previos al confinamiento.
Pero la reducción de las restricciones de movilidad no solo ha favorecido a la recuperación del canal de hoteles, restaurantes y cafeterías (horeca) sino también a los que cubren también ocasiones de consumo de fuera del hogar como hipermercados, supermercados, tiendas de alimentación tradicional, gasolineras, quioscos o vending, que vuelven a los niveles previos a la crisis sanitaria coincidiendo con el final de la desescalada.
Nuevos hábitos adquiridos
La nueva normalidad llega con nuevos hábitos adquiridos o impulsado en las semanas de confinamiento. Una de ellas es el desayuno tardío, que ahora hacemos más completo y salado. Asimismo, el nuevo estilo de vida, marcado por el teletrabajo unido a la presencia de los niños en casa hace que, a la vez que crecen las ocasiones de preparación de comidas más elaboradas (de más de 30 minutos), también crezcan ocasiones rápidas (de menos de 10 minutos), generando oportunidades tanto para la categoría de alimentos listos para el consumo como para las ayudas culinarias e ingredientes.
Con respecto al espacio de consumo posterior a la cena en casa, se trata de una tendencia que venía creciendo y que se ha acelerado con el confinamiento, lo que ha ayudado a generar nuevas ocasiones para categorías de indulgencia.
El auge del delivery
El delivery es otro de los hábitos que ha llegado para quedarse, y parece romper barreras de entrada de nuevos consumidores al captar a 2,2 millones de compradores y alcanzar una dimensión en ocasiones de compra de en torno al 30% por encima de su dimensión precrisis. Durante el confinamiento la restauración organizada fue la impulsora del canal, y en la desescalada se suma también la independiente, lo que provoca un aumento de la oferta al consumidor y ayuda al delivery a crecer en todos los momentos de consumo a lo largo del día.