El Parador de Aiguablava ha reabierto sus puertas convertido en un luminoso y moderno establecimiento tras una remodelación integral que ha durado tres años, con una inversión de más de 16 millones de euros en obra y 1,2 millones en decoración. El interiorismo lleva la firma del estudio Denys & von Arend.
El recién renovado Parador de Aiguablava reabría sus puertas en julio con un aspecto más moderno, luminoso y vanguardista. Después de una profunda remodelación que ha durado tres años y una inversión de más de 17 millones de euros, Aiguablava es hoy moderno parador que mantiene su carácter mediterráneo, tranquilo y familiar enclavado sobre el acantilado.
La reforma ha sido integral, incluyendo la fachada. Las 78 habitaciones repartidas en las seis plantas del edificio han sido totalmente rediseñadas y redecoradas. Las zonas exteriores se han mejorado con un solárium, nuevas terrazas y una piscina de temporada con privilegiadas vistas al Mediterráneo. También se ha construido un nuevo spa y un gimnasio, ambos panorámicos, con vistas a la cala de Aiguablava. Así mismo, se ha ampliado la zona de playa y se han mejorado los accesos de todo el complejo. La remodelación ha supuesto, además, la eliminación de todas las barreras arquitectónicas, mejorando la accesibilidad en todo el parador.
Una explosión de luz natural
El Parador de Aiguablava se levanta sobre el acantilado de la Punta d´es Muts, en una de las calas más hermosas de toda la Costa Brava. Un enclave único en el que se ha inspirado el estudio catalán de interiorismo Denys & von Arend. Simplicidad, claridad, luz, vistas y materiales naturales son los ejes de su propuesta decorativa, que ha creado un recorrido por todas las artes que, de una manera u otra, han estado vinculadas a la Costa Brava y concretamente al Parador de Aiguablava, refugio creativo de muchos escritores y artistas.
“Hemos querido ofrecer un paseo por las estancias donde cada arte está patente: la escultura, la pintura, la fotografía, el cine y la literatura. Cada zona, que goza de maravillosas vistas, se empapa de arte”, explican desde Denys & von Arend.
En la intervención se ha procurado que todas las estancias aprovechen al máximo la luz natural a través de grandes cristaleras que optimizan al máximo las vistas panorámicas al mar que rodea todo el edificio. Así, en los salones se han creado pequeños espacios que invitan al visitante a relajarse y dejarse cautivar por el paisaje. Cada rincón se haá estudiado al milímetro.
Los interioristas han optado por elementos icónicos de mobiliario del siglo XX, como la silla Barcelona y la silla Butterfly, dos clásicos atemporales, que combinadas con sofás y pufs tapizados consiguen un ambiente muy interesante.
En cuanto a los pasillos que conducen a las habitaciones, los diseñadores han apostado por alfombras con la cuadrícula del pintor holandés Piet Mondrian para rendir un homenaje al vanguardismo del siglo pasado.
Ya en el interior, las habitaciones gozan de unas maravillosas vistas panorámicas al mar y a las calas que rodean al parador. Su diseño es fresco y ligero, evitándose elementos superfluos: la gran protagonista es la luz intensa del mar azul que entra por los ventanales.
Homenaje al arte contemporáneo catalán
El arte fluye por el interior del nuevo Parador de Aiguablava. Más de 200 obras cuelgan de sus paredes convirtiéndolo en un auténtico museo suspendido sobre el Mediterráneo, con obra gráfica y óleos de la talla “Monegros” de José Beulas, “Cennino Cennini o el libro del arte” de Modest Cuixart o una interesante pintura abstracta de Joan Hernández Pijuán.
El Parador ha querido aunar esta obra de la colección artística de la cadena hotelera para homenajear a los grandes del arte contemporáneo catalán: Salvador Dalí, Rafael Durancamps, Antoni Clavé, Josep María Subirachs, Antoni Tápies o Joan Miró, que son sólo algunos de los artistas que se pueden encontrar en el parador. El alojamiento ofrece así un plus al visitante convirtiéndose en una auténtica galería de arte.
Gastronomía marinera
Una experiencia así ha de completarse con una cocina cuidada, a base de productos de la zona de alta calidad, donde priman las recetas tradicionales. Además, en la calita que asoma a los pies del Parador se ubica el restaurante y cocktail bar Mar i Vent, un nuevo espacio gastronómico con una carta de platos y una variada carta de vinos inspirados en el paisaje de Aiguablava. Y por supuesto, estrictos procedimientos de higiene y distanciamiento garantizan la seguridad de clientes y empleados…