Golpe al modelo de las plataformas de delivery como Glovo o Deliveroo: el Tribunal Supremo falla contra Glovo y establece que sus ‘riders’ o repartidores son falsos autónomos.
El Supremo ha fallado a favor de las tesis de los trabajadores de ese tipo de empresas de reparto a domicilio, que deberán ser considerados empleados asalariados y no autónomos, con las ventajas laborales que conlleva.
Concretamente, el Pleno la Sala de lo Social sostiene que Glovo «no es una mera intermediaria en la contratación de servicios entre comercios y repartidores». «Es una empresa que presta servicios de recadería y mensajería fijando las condiciones esenciales para la prestación del servicio», asegura el Alto Tribunal. «Se sirve de repartidores que no disponen de una organización empresarial propia y autónoma, los cuales prestan su servicio insertados en la organización de trabajo del empleador».
El fallo procede de un recurso interpuesto el pasado enero por un «rider» de Glovo. En el Tribunal Superior de Justicia de Madrid se le dio la razón a la empresa y acudió al Alto Tribunal.
Tras estudiar el recurso, la Sala sienta doctrina con este primer pronunciamiento y marca el camino para otros casos abiertos en los tribunales, puesto que ‘tumba’ judicialmente el modelo. El tribunal también rechaza la petición de Glovo de que se lleve el asunto al Tribunal de Justicia de la Unión Europea mediante una cuestión prejudicial
A la espera de la regulación
El fallo llega después de que el Gobierno haya pospuesto en varias ocasiones la regulación de la figura del ‘rider’ a través de una modificación de la ley.
Precisamente, a esa regulación del Gobierno se agarra Glovo, que afirma en un comunicado que respeta la sentencia del Supremo y espera la definición de un marco regulatorio adecuado por parte del Gobierno y Europa. «En los tribunales el debate se encuentra abierto, ya que hay varias sentencias que validan el modelo, como la última del Tribunal de Justicia de la Unión Europa (TSUE), y otras contrarias, como en España», señala la empresa en un comunicado. La compañía está a la espera de la definición del marco regulatorio por parte del Gobierno, así como de los organismos europeos, y cree «firmemente» que esta regulación debe ser promovida «en base al diálogo entre todos los actores interesados». La compañía quiere ser «parte activa» de la solución, «manteniendo una posición abierta y de consenso con las asociaciones, agentes sociales y el Ministerio».
No obstante, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya ha resaltado la importancia de la sentencia del Alto Tribunal, afirmando que la reforma llegará en breve e irá en la misma línea del Supremo.
¿Y las consecuencias?
Si esto es así, desde la Asociación Española de Economía Digital (Adigital), patronal de plataformas de delivery como Glovo o Deliveroo, advierten que si finalmente se apuesta por una relación laboral de las plataformas con los riders, tendrán que ser los propios restaurantes y comercios los que contraten a los repartidores. Actualmente hay unos 65.000 que operan a través de estas plataformas. Su inclusión como empleados afectaría considerablemente a las mismas, al suponer unos costes laborales mucho más altos
1 Comment
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Tan solo para abriri el punto de vista, creo que hay varias cuestiones a considerar en este modelo de negocio cuya ventaja principal es que facilita acercar al restaurante y productor (ya hay supermercados y otros negocios de barrio que emplean estas plataformas) y al consumidor. Dada la dificultad de trasladar el coste del servicio al consumidor (a pesar que sea consciente que se paga poco al rider) las plataformas cobran al productor y pagan poco al Rider, al que piden lógicos compromisos en la forma de prestar el servicio. Como el régimen de autónomos es tan poco favorable muchos Riders quieren ser empleados, pero eso distorsiona el modelo porque incorpora costes fijos en una actividad tan variable como esta.
La casuística de los Riders y su expectativa sobre este puesto es variada. En mi opinión, como hay que evitar que los eslabones mas débiles de esta cadena (el Rider y el pequeño restaurante) sean los paganos, la solución pasaría por concienciar a la demanda (quizás abonando un suplemento directo para el Rider) y mejorar la norma que regula a los autónomos. de forma que estos puedan ejercer acorde a su casuística, por ejemplo compatibilizando esta actividad con otras, como pasa en ocasiones. La reclamación sobre la normativa que regula a los autónomos ya es muy conocida y en parte se está mejorando (+ flexibilidad en altas y bajas, cotizar por producción, facilidad de acceso a coberturas por cese de actividad…). Lo que no parece apropiado es aplicar normas del siglo XX (e incluso XIX) a la forma de vida del siglo XXI …