Es una silla con historia y carácter que se ha convertido en un clásico. Concebida inicialmente para uso exterior, la silla Tolix se ha reinventado con el paso de los años para incorporarse al interior de establecimientos hosteleros y hogares de todo el mundo, y hoy es un icono de diseño que no pasa de moda.
Xavier Pauchard nació el 8 de marzo de 1880 en la población francesa de Saint-Léger-sous-Beuvray, en la región de Borgoña. En esa época, la fabricación de muebles de madera era el modo de vida más extendido. Sin embargo, la familia de Pauchard llevaba toda la vida dedicada al tratamiento del zinc, por lo que el metalúrgico y diseñador francés era un gran conocedor de los metales. Comenzó a experimentar con el proceso de galvanización con el zinc, que consistía en sumergir hierro o acero en una solución de zinc fundido para crear una capa externa muy resistente y casi totalmente impermeable a la degradación, protegiendo el metal de la corrosión.
Pauchard fue pionero en utilizar el proceso de galvanización en mobiliario en Francia. Además de evitar la corrosión, este proceso proporcionaba una mayor resistencia a todo tipo de muebles, por lo que comenzaron a ser perfectamente válidos para su uso en exterior.
Poco después de la Primera Guerra Mundial, con tan solo 27 años, fundó su propia fábrica de producción de mobiliario de acero galvanizado para el hogar, convirtiéndose en el primer fabricante de productos de acero galvanizado en el territorio francés. En 1927, Pauchard registró la marca Tolix, centrando su producción en la fabricación de sillas, taburetes y otros muebles de acero galvanizado. Sus muebles tuvieron un gran éxito, especialmente en cafeterías y restaurantes de ciudades como París, debido a su funcionalidad, resistencia y ligereza.
La famosa silla Tolix
La famosa silla Tolix, también conocida como «silla A«, fue diseñada por primera vez por Pauchard en el año 1927. Según Eric Kassis, gerente de la empresa SillasMesas.es, especializada en venta online de mobiliario para hostelería, la silla Tolix estaba concebida para su uso en exterior, ya que el proceso de galvanización y los tres agujeros con los que contaba en el asiento para evacuar el agua de la lluvia la hacían ideal para resistir la corrosión y el tiempo.
Unos años después, este diseño comenzó a comercializarse en numerosas terrazas de restaurantes y cafés de París, especialmente porque brindaba una mayor durabilidad en exteriores. En 1935, las sillas Tolix fueron seleccionadas para amueblar el famoso transatlántico SS Normandie, cuyos interiores fueron decorados en estilo art déco. Dos años más tarde, también tuvieron una gran presencia en la Exposición Internacional de París de 1937.
La silla Tolix sifrió varias modificaciones con el paso del tiempo, especialmente porque los hosteleros parisinos se quejaron del diseño original, que no les permitía apilarlas adecuadamente. Eric Kassis explica que «esto provocó que Pauchard tuviera que rediseñarla, haciendo una estructura más fina para que los hosteleros pudieran apilar hasta 25 sillas«. No fue hasta el año 1956 cuando se comenzó a comercializar el nuevo diseño de las sillas Tolix que hoy conocemos, y que comenzó a utilizarse en hospitales, fábricas y oficinas de todo el mundo en la década de los años 60, debido a su resistencia, versatilidad y ligereza.
Un icono del diseño industrial para la hostelería de hoy
Hoy en día, las sillas Tolix siguen siendo uno de los modelos más vendidos. “No cabe duda de que, de todo nuestro catálogo de sillas de hostelería, las sillas Tolix han sido y siguen siendo las más demandadas por nuestros clientes”, afirma Kassis.
Una silla con historia y carácter que se ha convertido en un clásico en el mobiliario, tanto de hostelería como doméstico, especialmente entre los amantes del diseño industrial. Aunque fueron concebidas para uso exterior, las sillas Tolix se han reinventado con el paso de los años para incorporarse al mobiliario interior de los establecimientos hosteleros y los hogares de todo el mundo.
La silla Tolix es un icono del diseño industrial, aunque es tan versátil que se adapta a cualquier espacio y estilo decorativo. Por ejemplo, da un toque industrial y chic a cafeterías, restaurante y bares, mientras que también aporta fuerza y carácter en un decoraciones más modernas. Además, su variedad de colores (más de 50 tonos diferentes) y su estilo retro la convierten en un elemento que se puede combinar con materiales tradicionales, como es el caso de la madera.
Tal es el éxito de su diseño, que forma parte de las colecciones de diseño de museos tan importantes como el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York o el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou de París. Eric Kassis, gerente de SillasMesas.es, asegura que la silla Tolix “es la reina de la decoración de estilo industrial y seguirá siendo un icono en el mundo del diseño en el futuro”. Tanto es así que podemos encontrar una gran cantidad de mobiliario inspirado en las sillas originales creadas por Xavier Pauchard para dar una mayor coherencia visual a la estancia. No hay una silla que fusione a la perfección elementos tan importantes como el estilo y la comodidad…
