La subida del IVA del 10% al 21% a las bebidas azucaradas y edulcoradas anunciada por el Gobierno afecta de lleno a la hostelería: impactará en el precio de las bebidas en bares y restaurantes y debilitará el consumo, denuncian asociaciones como Aecoc, Fiab o los propios fabricantes.

Las bebidas refrescantes a las que afecta la subida del IVA (incluidas las variedades zero o light) se consumen en gran medida en el canal horeca, especialmente golpeado por la crisis del coronavirus.  

Profesionalhoreca, refrescoa en una mesa de bar
La subida va a retraer el consumo y a afectar de lleno a la hostelería, importante canal de venta de estas bebidas, afirman las asociaciones

Así lo aseguran desde la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab): «Con esta medida, que va a retraer de manera considerable el consumo, el Gobierno demuestra también una gran falta de sensibilidad con un sector como el de la hostelería, gravemente afectado por la pandemia», afirma el director general de esta entidad, Mauricio García de Quevedo.

Según cálculos de la plataforma Sinazúcar.org, una lata de Coca-Cola pasará de costar 0,65 euros a 0,71 euros; mientras que una Coca-Cola Zero en un bar pasará de los 2,5 euros a los 2,75 euros. 

El director general de Fiab recuerda que gravar más estas bebidas «no cambian hábitos y además no tienen ningún efecto probado sobre la salud, ya que la obesidad y el sobrepeso tienen un origen multifactorial”.

De idéntica opinión se muestra la Asociación de Empresas del Gran Consumo (Aecoc), para la que este tipo de medidas ·acaban por debilitar el consumo. Un consumo que, en estos momentos, está ya muy coartado por la actual situación económica y la incertidumbre con respecto al futuro. Acaban repercutiendo negativamente sobre toda la cadena agroalimentaria y sobre los propios consumidores y, por tanto, tienen un efecto claramente negativo en un contexto de retracción de la economía«.

Según Aecoc, los resultados obtenidos en otros países que lo han implantado muestran que este tipo de medidas «tienen capacidad limitada y no concluyente para reducir la obesidad», lo que ha llevado a que muchos países hayan retirado el impuesto por sus efectos adversos sobre la economía, la equidad y el mundo rural.

Los fabricantes, en contra

Las asociaciones de empresas fabricantes también han manifestado su rechazo a la subida del IVA para las bebidas azucaradas. Desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Zumos de España (Asozumos) recuerdan que la actual legislación no permite la adición de azúcares añadidos ni edulcorantes en los zumos de fruta comerciales, que contienen por lo tanto únicamente el de la fruta de la que proceden, y que la medida «supone además un claro ataque contra los intereses de los productores españoles de cítricos, melocotones, uva y otros sectores hortofrutícolas, puesto que un posible descenso en el consumo de zumo afectaría también a este sector productor, además de nuevo perjuicio al sector de la hostelería española, que tanto está sufriendo».

Por su parte, desde la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra) critican la medida por ir contra los compromisos voluntarios de estas compañías, entre los que se incluye la reducción del contenido de azúcar puesto en el mercado procedente de estas bebidas, que ya ha alcanzado un 35%, entre 2005 y 2018.

En el peor momento para la hostelería

Este anuncio se produce además en un momento muy difícil para la hostelería y sus proveedores. Un pésimo verano, la ausencia de turistas, la falta de ayudas y las nuevas restricciones en España pueden ser la puntilla para una industria hostelera muy tocada y que según la patronal puede sufrir el cierre de más de 100.000 locales, por lo que sigue pidiendo un plan de salvación nacional para un sector que aporta el 6,2% del PIB y que da empleo a miles de trabajadores.